Lo han vuelto a hacer. Después de el éxito, y de dejarnos boquiabiertos y con el corazón encogido, con su anterior cortometraje, "El Semblante", Raúl Cerezo y Carlos Moriana vuelven por la puerta grande con su nuevo cortometraje, "Mimo", protagonizado por los menores Leire Marín Vara y el debutante Eduardo Aguilar.
Sinopsis: Lucía, de nueve años, y Saúl, de seis, juegan como muchos hermanos de su edad a ser papá y mamá. No obstante, ambos tienen el mismo problema, y es que ninguno de los dos quiere ser mamá. Mientras juegan, Lucía y Saúl tratarán de desentrañar el misterio detrás del carácter distante e inaccesible de su madre, y los motivos que le llevan a encerrarlos en su habitación.
Leire Marín Vara, es una joven actriz con una trayectoria destacada desde muy temprana edad. Su debut cinematográfico fue a los 5 años como protagonista en la película “Ama”, dirigida por Julia de Paz y producida por La Dalia Films. Leire participó como protagonista en dos cortometrajes: “Los veranos de tu invierno”, dirigido por Nei Loya y producido por Nerium Films, y “Mentiste, Amanda”, producido por Nexus Creatividad. Además, ha tenido un papel recurrente como Iris en la serie “Machos Alfa”, dirigida por Laura y Alberto Caballero.
Eduardo Aguilar, hijo de un reconocido director de fotografía, hace su debut en la industria cinematográfica con “Mimo”, su primer cortometraje. Con este trabajo, Eduardo inicia su carrera artística, mostrando su propio talento y una perspectiva fresca que promete un futuro brillante en el mundo del cine.
Carlos Moriana (Madrid, España, 10/05/1979) es director y guionista. Tras diversos cortos de aprendizaje, debuta en el cortometraje profesional de alto presupuesto escribiendo y dirigiendo «La Habitación Blanca» (2019), un thriller fantástico que recorre el mundo entero, consiguiendo más de 40 premios y selecciones en festivales de todo el mundo. Después de «El Semblante» (2021), también codirigido con Raúl Cerezo, «Mimo» es su tercer cortometraje.
La Dalia Films es una productora audiovisual de cine independiente que destaca por crear y producir contenidos innovadores y de alta calidad, apoyando y descubriendo jóvenes talentos. Especializada en cine, la productora lidera proyectos propios y colabora en coproducciones nacionales e internacionales. También ofrece servicios integrales de producción, incluyendo coproducción, producción ejecutiva, financiación y tax credit. En 2021, su película Ama, fue nominada a Mejor Guión Adaptado en los Premios Goya. “Olvido”, “Viejos” y “La Pasajera”, han sido distribuidas en más de 70 países y han cosechado numerosos premios.
Carlos Penela.- Raúl, sin hacer mucho spoiler, ¿qué puedes adelantarnos sobre la historia y la temática del cortometraje?
RAÚL CEREZO.- Pues mira, a mí lo que me interesó de Mimo, cuando me llegó el guión de David Verdugo, es más o menos lo que veis, pero sí que estuve metiendo mano en el guión con David porque me apetecía contar algunas cosas que no estaban en un principio. Yo soy padre de dos niños, y entonces lo que me hizo reflexionar bastante, y es por eso por lo que hice el corto, es que vas a darte cuenta como padre de que la educación a tus hijos viene mucho más cuando no la das que cuando la das. Cuando la das, eres como muy consciente de ello, les dices "no hagas esto, no hagas lo otro", incluso les dices un montón de cosas que no te crees o que tú no practicas. Pero cuando estás relajado, todo lo que haces en casa, todo lo que realizas, cómo interactúas con tu pareja, etc., eso es otra manera de que ellos se empapen y digan "vale, esto es lo que tengo que hacer porque esto es lo que hace mi padre o mi madre". Entonces, ¿qué pasa con esto? Que me interesó mucho la historia de estos dos niños, de que a lo mejor esos padres, o ese padre o esa madre, no se daban cuenta (o se daban cuenta y no les importaba), de cómo las acciones, de alguna manera, les estaban influyendo a los chavales. Me encantaba ver la historia de esa pareja a través de un juego de niños, casi desde que empiezan hasta que termina la historia como termina, que no lo voy a contar, claro. Me encantaba usar cada frase para ver cómo han ido progresando, cómo se han ido fijando en papá y mamá. Ellos no tienen valores aún, con lo cual no saben qué es bueno y qué es malo. Me interesó mucho ese juego de niños y ese reflejo al final de un matrimonio y una casa sin ver a los adultos, me gustaba mucho la idea.
Carlos Penela.- ¿Puedes explicarme el proceso de casting y la elección del niño y de la niña protagonistas?
RAÚL CEREZO.- Pues mira, siempre que se trabaja con niños tienes un problema, y es que al final, por regla general, tienes que buscar a un niño que te sirva por espontáneo, porque entienda las cosas, porque claro, como actor o actriz, tampoco han tenido tiempo de formarse. La niña fue fácil, ella es Leire Marín, la niña que aparece en la serie "Machos Alfa". Es una niña que, a parte de niña, ha trabajado ya delante de cámara, ha trabajado en "Ama", película que también produjo la productora del corto y que estuvo nominada a mejor guión en los Goya, y está ya, como te decía, consagrada en "Machos Alfa". Entonces, bueno, eso fue fácil. Pero con el niño estuvimos mucho tiempo buscando. Nos mandaban vídeos de niños pero no nos convencía ninguno. Entonces ocurrió lo siguiente. Yo trabajo mucho con Nacho Aguilar, que es mi director de foto de "La Pasajera", de "Viejos", o del cortometraje que hice con Carlos Moriana, "El Semblante". Es un director de foto que es referente y muy amigo, él tiene tres hijos, y uno de ellos, el mayor, que es como de mi familia, es un niño muy cinéfilo, muy inteligente, muy reflexivo. Él nunca había comentado de actuar, pero siendo un niño que es tan esponja y tan amante del cine, yo le dije al padre, "oye, ¿por qué no probamos a ver qué pasa?" Y efectivamente, salió muy bien, tanto que la representante de Leire, que estaba en el rodaje, dijo "oye, este niño me encanta, me lo quedo para mí". Y el niño ya está en casting de películas grandes, y le va muy bien, por lo menos en esta etapa. No sé si luego querrá seguir siendo actor, pero le está yendo muy bien. El niño tiene madera, le encanta y le funciona. A veces al final es eso. Es más, tengo un niño, cómo se va a acoplar a la cámara, que no ver muchos niños actores y llamar a representantes. Hay veces que todos los niños suenan igual, y aquí hacía falta la naturalidad total de un niño, además con la complejidad del papel que tiene este niño, esa tormenta interior de quién es papá, quién es mamá, etc.
Carlos Penela.- Raúl, ¿puedes hablarme de la dificultad para rodar las escenas más físicas?
RAÚL CEREZO.- La verdad es que fue un reto. En los ensayos dices "cómo saco todo lo que yo quiero de los niños, contándoselo, pero sin contárselo", porque claro, no vas a traumatizar a unos niños. Entonces, ¿qué es lo que hicimos? Contarles como la mitad de lo que ocurría, no llegar a contar todo. Lo que hicimos es, por ejemplo, si ocurrían cuatro cosas físicas, yo les pedía veinte cosas físicas, luego en el montaje ya vería. Lo grabé como desde varios puntos de vista, para captar varias reacciones, pero he de decir, y aquí está el truco, que hubo un punto en que cuando no se veía al otro niño, para que hubiera una fuerza física grande, era yo el que estaba ahí. Todo lo que pasa al final con alguien que no se ve, soy yo la persona que está ahí, le podía hablar y con la niña igual. Y eso funcionó muy bien. Incluso hay una cosa que está muy bien, y es que dimos varias sorpresas, sobre todo al niño, le decíamos que le iba a ocurrir esto, pero le ocurría otra cosa, le decíamos que le iban a pasar tres cosas físicas, pues la niña le daba seis, y el niño tiene una cara que me fascina en el corto, me fascina directamente, la cara del niño en algunas secuencias es de sorpresa absoluta porque no se lo esperaba. Siempre que entra esa cara, ahí es cuando te metes al público en el bolsillo, porque dicen 2esto está pasando de verdad". Resumiendo, fue muy complicado pero muy bonito a la vez.
Carlos Penela.- ¿Y respecto al simbolismo de la canción que cierra el corto?
RAÚL CEREZO.- ¡OJO! SPOILERS Pues mira, necesitaba una canción de esta tipología. Desgraciadamente aún tenemos ese tipo de reacciones tóxicas, dependientes, en este caso, según la canción de "A tu vera", de mujeres que decían "haz de mí lo que quieras, que aquí estoy para ti". Yo creo que eso va cambiando, evolucionando y vamos saliendo. Sí que queda mucho por recorrer, pero esto ya no es lo mismo, gracias a Dios. Volviendo a la pregunta, había dos canciones que me encantaban, la que sale en el cortometraje, que es de Lola Flores, donde la letra es brutal, "A tu vera", simplemente haz lo que quieras de mí a tu vera, que siempre estaré ahí hasta la muerte. Yo desgraciadamente he tenido mujeres familiares donde era así la situación. Luego la canción de Conchita Piquer, "Y sin embargo te quiero", que luego la hizo Sabina, que cuenta lo mismo, pero desde el punto de vista del hombre. Era una cosa como aceptada. En el caso de "Mimo", fuera de la habitación, también cuenta un poco esto. ¿Y por qué sigues ahí? Bueno, pues porque sigues. El caso es que yo lo que quería era, si bien Sabina dio más la visión del hombre y Conchita Piquer la de la mujer, me apetecía mucho ver el punto de vista de unos niños que están presenciando eso. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa en ese cuarto de juegos? ¿Cómo reflejas esto? ¿Juegas a ello? ¿No juegas? ¿Hasta dónde llega? Y a lo mejor puede llegar hasta un principio de psicopatía directamente, es muy complicado. Entonces me interesó mucho el guión de David, trabajamos mucho en él, y llegamos a este resultado.
Carlos Penela.- Raúl, respecto al proceso creativo y de producción, ¿encontrasteis algún desafío particular?
RAÚL CEREZO.- Pues sí, por un lado, contarlo todo en una estancia y que visualmente fuera algo con ritmo y algo con la dinámica que se requería. Realmente los niños no salen de la habitación, esa es un poco la gracia, viven en una prisión de colores. ¿Y entonces qué se hizo con esto? Yo siempre he sido muy fan de Roman Polaski, él dice que planificar en un papel es una falta de respeto para el actor, que realmente habría que planificar en el rodaje. Eso está muy bien y tiene toda la razón, pero para eso te hace falta mucho presupuesto, para que en vez de seis, siete, ocho semanas, ruedes en dieciséis o en veinte semanas, que es el dinero con el que él cuenta, cosa que me encanta. Aquí en "Mimo" es lo que hicimos un poco en los ensayos. Fue decirles a los niños, "oye, ¿cómo os sentís cómodos? La cámara va a estar aquí, aquí, aquí y aquí". Y luego en rodaje hicimos un poco eso, es decir, de qué manera se puede seguir a los niños, estar con ellos y vivir un poco todo lo que les ocurre, pero dejándoles un poco de libertad. Yo nunca había trabajado así. Yo siempre he trabajado con planificación milimétrica y me encanta que se improvise sobre lo muy cerrado. Pero aquí sí se ha improvisado, también es mi primer drama, por así decirlo, es mi primer trabajo donde sí he trabajado con una cámara más libre, cogiendo los movimientos, no es todo planificación, porque sí que había un story, y tampoco quería llegar a improvisar a lo loco, que ahora está muy de moda, yo no soy nada fan de eso de "sigue venga, que te sigo". Creo que el lenguaje cinematográfico, si no lo preparas un poquito, no hay expresión. Entonces, con esa combinación tuve un estilo que yo nunca había hecho y me gustó, porque encima eran niños, libres y salvajes, con lo cual funcionaba muy bien esa cámara con ellos. Estoy contento, muy contento la verdad. Tampoco quería algo muy preciosista, muy estético y muy alejado de la realidad que se quería contar. O sea, que tuviera cierto estilo con la historia, pero no me quería alejar mucho, como en otras obras que he hecho de género, donde sí que me gusta la estética, la atmósfera y todo lo que conlleva. Aquí no quería eso. Como exclusiva que no sabe nadie te diré algo, vamos a estrenar otro corto, cuando llegue el periodo del cine fantástico, creo que será después de verano. Carlos Moriana y yo hemos hecho otro corto, de hecho lo que hicimos es rodar los dos cortos juntos. Este, "Mimo", lo rodamos en una habitación de una casa gigante, en el Pardo, y todo el resto de la casa, que es una casa enorme, lo utilizamos para rodar "Tinieblas", un corto de género que, como te digo, estrenaremos después de verano.
Carlos Penela.- ¿Lo vais a llevar a Sitges?
RAÚL CEREZO.- Eso quiero, ahora que me lo cojan, que ya sabes que llevan miles. Me encantaría estrenar en Sitges, la verdad es que es el sitio que yo querría. Además, que me da mucha rabia, porque "Mimo" acaba de empezar, ya lo han cogido en un festival muy interesante, que tiene 14 sedes y que está muy bien, pero yo quería haber estrenado en Málaga o en Medina del Campo, pero no llegamos macho, por nada, no llegamos por nada. Entonces "Mimo" ha tenido que estrenar en un festival que está bien, pero que no es uno de los pelotazos, cosa que no pasa nada, porque ahora espero que tenga su recorrido, pero "Tinieblas", si no es en Sitges, espero que sea en un sitio referente, para que pegue un buen pelotazo de estreno y la gente pueda verlo.
Carlos Penela.- Sin intentar hacer spoilers, ¿qué mensaje o reflexión esperáis que el público se lleve después de ver Mimo?
RAÚL CEREZO.- ¡OJO! SPOILERS La verdad que yo tengo varias. Una es la que ya te contaba antes, tengamos mucho, mucho cuidado con lo que hacemos cuando tenemos a los niños en casa, cuando creemos que no les educamos. Esa fue la que más me llegó, toda la enseñanza indirecta. Y luego ahí hay una también que me interesaba, de hecho hubo una curiosidad y es que una amiga mía, muy feminista, como tiene que ser todo el mundo, pero esta chica es muy sensible, a ella le molestaba algo que a mí me encanta, le molestaba que la madre, por así decirlo, no fuera un ser puro, un ser bueno. Precisamente eso es lo que yo quería contar. Lo que quiero contar es que por culpa de una persona en casa te contagia al resto. A lo mejor la madre puede ser una tipa de malas pulgas, incluso una tipa que se le vaya un poco la mano en algunas ocasiones por la situación que está viviendo. Entonces, eso es lo que quiere contar un poco el corto, la herencia genética, educativa y de convivencia que tenemos a veces, donde somos víctimas. A lo mejor esa madre es una persona que nadie quiere tener al lado y es por culpa de todo lo que está viviendo, pero claro, ya estás pringao de ello, tú sales a la calle y eso no lo tiene que saber nadie. Entonces cuando me criticó eso me gustó mucho, le dije "pues que sepas que me encanta que me digas esto". Ella me decía, "pero la madre es una víctima", digo "sí, claro, es una víctima, pero precisamente esa forma de contarlo es lo que yo quiero". Cuántos hemos tenido abuelas de esa época que eran unas tías muy ariscas y muy amargadas y joder, si es que no era culpa de ellas, era culpa de quien tenían al lado, pero eran unas ariscas y unas amargadas, eso ya no se lo quitaba nadie, incluso algunas eran personas nada recomendables por culpa de esto. Y sí, no es culpa suya, pero los niños del cuarto se lo están comiendo. Entonces, toda esta reflexión de que lo que tenemos al lado tenemos que tener mucho cuidado de cómo somos, todo ese contagio educativo, social o de convivencia, me interesaba muchísimo a través del juego de los niños.
Carlos Penela.- Mimo, evidentemente, es un cortometraje de ficción, pero ¿qué ventajas y desafíos encuentras al trabajar en este formato en comparación con el largo?
RAÚL CEREZO.- Pues mira, ventajas, la libertad, pero a la vez es un inconveniente, te explico. Tienes libertad porque no tienes casi posibilidad de que te vea nadie. La libertad termina cuando tienes mucha gente que le interesa lo que estás contando o exponiendo porque se gana dinero con ello. Por ejemplo, si tienes una película, el productor o los productores van a querer llegar al máximo sitio posible y van a opinar, "quita esto que no va a dar dinero", "quita esto que va a ofender", "quita esto que tal". Como en el corto eso casi no lo tienes, digo casi porque hay muchos productores que a veces sí que miran los cortos para los festivales, pero bueno, eso tampoco es tan agresivo como una película. Entonces eso te deja mucha más libertad. A mí es algo que me encanta, porque vas a un corto y vas a un sitio donde la expresión cinematográfica es plena y no tienes ese problema. Luego yo siempre digo que los cortos son piezas narrativas perfectas para ir al gimnasio mientras haces pelis. Yo no puedo entender, la media española de los directores, los que mejor les va, entre peli y peli son cuatro o cinco años. ¡Joder, ruédate unos cortos! Yo por eso hago tantos. Hay gente que dice "no, es que no tienen tanta distribución o tanta recepción". ¿Y qué? Ya estás en el gimnasio, gimnasio, gimnasio, y ya te llamarán para ir al ring. Entonces, es una cosa que me encanta. Y luego hay otra cosa que me fascina, y es que la mayoría de cortos son por amor al arte o por muy poco dinero. Entonces, estás con gente absolutamente apasionada, trabajando contigo de una manera absolutamente entregada y excesivamente pasional y amorosa. Eso te hace estar en un sitio increíble, entre la libertad, esa gente entregada y que lo que se cuenta no tiene tantos cortapisas de televisiones y de productoras, pues es un acto de amor al cine maravilloso. Yo sigo haciéndolo por eso. Por otro lado, es verdad que luego frustra bastante. Yo lo noto, mira, con "Mimo" voy consiguiendo poco a poco entrevistas, y de verdad, muchas gracias Carlos por este espacio, pero con una película es todo mucho más fácil. Tú dices "tengo una película de estreno ahora", y todos tenemos la suerte de que muchos medios estais ahí. Con un corto tiene que ser igual, gente muy entrenada, muy pasional como eres tú, que digas "oye, es un corto, me ha gustado y voy a hacer un espacio, voy a dar un espacio a ese corto en mi medio", pero la verdad Carlos es que es muy difícil. Hemos llamado algunas puertas, sí que tenemos algunas, pero otras directamente no es que no quieran hacerte entrevista, es que ni lo han visto, entonces es complicado. Pero gracias a eso tienes lo otro que te he dicho, toda la libertad. Luego hay una cosa muy buena con los cortos y es que como se nutren de los festivales, porque no pueden ir por cine ni nada, pues si te va bien, vas por muchas provincias, muchos países, tiene muchas proyecciones, diferente gente, etc. Eso está muy bien porque a veces las películas te pueden ir muy bien, pero hoy en día con el streaming, pases de cine igual si te va bien, en el mejor de los casos pasas por siete o ocho festivales, y eso cuando te va muy bien. Pero luego ya las películas tú no las disfrutas con nadie porque las ven en casa o lo que sea, con cortos normalmente sí, porque que hay pases colectivos y es una maravilla.
Carlos Penela.- Pues mira, lo que comentas me va genial, e hilvana con la siguiente pregunta que tenía, que es ¿cómo ves el panorama actual del cortometraje en España y qué crees que se podría hacer para apoyarlo más?
RAÚL CEREZO.- Respecto al panorama del cortometraje en España, no puede ser mejor en cuanto a cantidad de gente haciendo cortometrajes, nivel de producción, tanto la gente que está viniendo como la gente que ya estamos dentro y que vamos para allá. O sea, hay una entrega al formato verdadera. España puede ser, yo creo, sin exagerarte, el país de más calidad y más entrega y más producción de cortometrajes que hay en el mundo. Los logros de Festivales, nominaciones y prenominaciones al Oscar están ahí. Que tampoco tenemos que mirar solo eso, pero bueno, es un dato que está ahí. Yo creo que eso funciona muy bien, tenemos buenas subvenciones, buenas ayudas, es verdad que, como siempre, el género de terror y comedia les cuesta más, paradójicamente son los géneros que más dinero dan, pero parece que los sitios solemnes y las subvenciones no nos quieren porque tienen que apoyar siempre cosas sociales. Ese es un problema que tenemos también con las películas. Ahora acaba de salir algo que lo conoce muy poca gente, y está muy bien que en esta entrevista se diga, que es la plataforma Divergente, gratuita, de cortometrajes y mediometrajes hasta 59 minutos. Están dedicando muchísima inversión de dinero, muchísima. Flipas con los cortazos que hay. Esta gente va muy fuerte, parece que tienen ya muchos abonados, además, insisto, gratuitos a cambio de ver publi, y eso está muy bien. Lo del corto antes de película ya no va a existir, los cines necesitan publicidad antes de sus pelis porque no sobreviven, porque cada vez va menos gente al cine y eso ya no va a volver. Pedir algo que no va a volver es tontería, yo me peleé mucho por esto en los 90 y no va a volver. Ya los distribuidores decían "¿qué me estás contando?". Entonces el streaming es la respuesta, ya tenemos plataforma. Movistar tiene su sección también de cortometrajes, también tenemos Filmin, tenemos algunas plataformas también por Internet. Lo suyo sería, que no creo que llegue tampoco, pero por pedir que no quede, que Netflix y sitios parecidos tuvieran su sección de cortometrajes. Pero yo creo que eso a ellos no les interesa. Yo hay muchas cosas que te podría pedir que yo creo que son quimera y no van a ocurrir. Yo creo de verdad que el corto en España evoluciona muy bien y que es un formato maravilloso, pero es lo que hay, inviertes en tu carrera y en tu futuro porque no tienes sitios de exhibición, pero insisto, vamos muy bien.
Carlos Penela.- Raúl, después del éxito de "El Semblante", cómo surge esa posibilidad de volver a trabajar juntos Carlos Moriana y tú?
RAÚL CEREZO.- Pues la verdad, no te voy a engañar, pero la capacidad de Carlos de financiación y las ganas de él de que trabajemos juntos, que yo no tengo problema, es donde funcionamos realmente. Es un tío que consigue de alguna manera bien la financiación y yo me muevo muy bien para coproducciones. En el primer cortometraje de "El Semblante" puse mi productora y él puso su financiación y lo hicimos. En este segundo y tercero, él ha puesto su financiación y yo le he puesto a La Dalia, que es la productora con la que ahora hago mis películas y esa unión ha funcionado bastante. Entonces es una especie de interés mutuo, dicho sea de una manera muy sana, pero eso es lo que que funciona. Entonces, bueno, funciona, trabajamos bien juntos y no hay ningún problema en hacerlo. Es sobre todo la capacidad que tenemos ambos cuando nos juntamos de hacer que el producto sea realidad. Y como es tan complicado hoy en día el tema de financiación, y más para cortos, si el hecho de unirnos consigue que exista el cortometraje y además nos toleramos bien, pues bueno, pues de vez en cuando nos cascamos unos cortitos. Hemos hecho ya tres juntos, no sé si habrá más en el futuro, pero sí que nos llevamos bien.
Carlos Penela.- Esa era mi siguiente y última pregunta, si tenéis planes futuros de seguir colaborando.
RAÚL CEREZO.- Como te he dicho antes, tenemos el cortometraje "Tinieblas", es un cortometraje de género donde estamos juntos. De cara a futuro, pues la verdad es que mucha gente nos ha pedido la película de "El Semblante". No sé si la haríamos juntos o no, eso ya sería ver si la productora querría, pero sí que es un proyecto que siempre nos piden. A mucha gente le gustó mucho ese corto y decían que había una intrahistoria ahí que contar muy interesante. Entonces, bueno, ese es el proyecto más o menos que tenemos juntos. Luego estamos siempre hablando para cortometrajes. Yo hago muchos cursos y Carlos siempre viene de alumno, es muy fan de mis cursos y siempre tengo ahí con él un contacto. Más allá de eso, entre la distribución de "Mimo" que será de un año, y luego "Tinieblas", que será otro año, sí que va a haber un par de años ahí que sí que se escuche que Carlos y yo estamos juntos, así que todo bien.
Gracias a este tipo de entrevistas que realiza Carlos (lo mismo frie una corbata que plancha un huevo) satisface descubrir la buena salud de que goza en nuestro país el género del cortometraje. Que productoras como la de este corto apuesten por el cine independiente e impulsen la innovación y el talento es un claro exponente del compromiso por la cultura de calidad a través de un género que, como refiere el director de este film, ofrece un mayor espacio de libertad para crear.
ResponderEliminarEn cuanto a la temática y el reparto, la naturalidad interpretativa que promete este film, a traves de sus menores protagonistas, son un un elemento añadido de interés para descubrir, y probablemente asombrarnos, con estas interpretaciones que como si de un espejo se tratara, reflejan la esencia y naturaleza de nuestras relaciones familiares y paternofiliales de las que no siempre somos del todo conscientes.
Bravo Carlos. Gracias.