El Universo de Óliver ha llegado a los cines este viernes 13 de mayo de la mano de Filmax. Se trata del nuevo proyecto del director Alexis Morante (Héroes. Silencio y Rock & Roll, Camarón: Flamenco y revolución, Bla Bla Bla), su primera película de ficción tras haber sido tres veces nominado al Goya.
Los protagonistas del film son María León (Goya a mejor actriz revelación por La voz dormida), Salva Reina (Mejor actor de reparto del Festival de Málaga 2014) y Pedro Casablanc (nominado al Goya a mejor actor por B), junto a Rubén Fulgencio, que interpreta al joven protagonista Óliver.
El Universo de Óliver es una historia que habla de la magia y la aventura de hacernos mayores. Un emocionante coming-of-age que es una carta de amor a nuestros padres y abuelos, un agradecimiento por habernos ayudado a ser lo que somos y un recuerdo al hormigueo de esa “primera vez” que sintió el niño que todos llevamos dentro.
El propio Alexis Morante firma el guión junto a Raúl Santos, Miguel Ángel González, basado en la novela homónima de este último, y escrito en colaboración con Ignacio del Moral (Goya a Mejor Guión Adaptado y autor de La voz dormida o Los lunes al sol).
Sinopsis: Año 1985. Óliver, un niño con una imaginación desbordante, se muda con su familia al rincón más al sur de Europa, justo cuando está a punto de pasar el Cometa Halley. Estos acontecimientos marcarán un antes y un después en la vida emocional de Óliver, que buscará en las estrellas la solución a sus problemas en el nuevo colegio, en el barrio y en casa. Para colmo, su abuelo, apodado “el majara” se anima a ayudarle a interpretar el mensaje del cometa y dar un paso al frente en su nuevo Universo.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Pedro Casablanc, quien en la película interpreta al abuelo de la familia. Éste es el resultado de la entrevista:
Carlos.- ¿Qué es El Universo de Oliver?
PEDRO CASABLANC.- El Universo de Oliver es muchas cosas. Es una película que reivindica de alguna manera el cine de los que en los años 80 teníamos entre 10 y 12 años, ese cine de Zemeckis, de Spielberg, Los Goonies, etc. Es un homenaje a los que hacían el cine que nos volvía locos en aquel momento. Por otro lado, la película es la aventura de hacerse mayor, de hacernos adultos. Todos la hemos vivido, como dicen "la adolescencia es una enfermedad grave, pero se pasa". También es una película de denuncia social, como el campo de Gibraltar, cómo el sur de España, Andalucía, sufre esos altos índices de injusticia, de paro, de trapicheo en la delincuencia para sacar adelante las vidas de las familias. Todo eso está aderezado con ese componente mágico que representa el abuelo Gabriel, el majara que le llaman, el loco, el quijotesco, de alguna manera, obsesionado con el cometa Halley, esa metáfora de traspasar la barrera y hacerse adulto, que creo que en general es de lo que habla la película.
Carlos.- ¿Cómo llegas a la película?
PEDRO CASABLANC.- A través de Alexis y, sobre todo, de un amigo en común actor, que me propuso e inmediatamente conectamos. Me llamó y me propuso hacer un personaje muy alejado de mi edad, que había que caracterizar bastante. Yo soy un actor que he hecho mucho teatro, y creo que el tema de la caracterización es un tema que no me asusta. Hay actores que le tienen mucho respecto, no quieren, prefieren mantenerse siempre siendo ellos. A mi me gusta mucho el juego actoral de la caracterización. Es un riesgo, pero si al final se consigue, es plausible y creíble, es un trabajo muy satisfactorio.
Carlos.- ¿En quien te has inspirado para interpretar a tu personaje?
PEDRO CASABLANC.- Me inspirado en mi madre y en mi abuela, la madre de mi madre, porque eran muy así. Eran de Ceuta y eran ya muy mayores, y eran muy parecidas al personaje que hago. Te puedes inspirar en una mujer para hacer un hombre, te puedes inspirar hasta en una rana. Realmente puedes inspirarte en cualquier persona o cosa, pero sí que es verdad que hay mucho de mi abuela Manuela en ese personaje.
Carlos.- ¿Cómo ha sido trabajar con Alexis Morante y, sobre todo, con Rubén Fulgencio, cómo trabajasteis vuestra relación abuelo-nieto?
PEDRO CASABLANC.- Con Rubén hemos tenido varios ensayos previos, ensayos sobre guión. Con Alexis fue muy fácil porque me dejaba absoluta libertad. Había que tener cuidado de a veces ese acento andaluz un poco forzado, pero que es muy real porque allí se habla realmente así. Había que tener cuidado de no ser demasiado estridente y que no sonara demasiado caricaturizado, y para eso estaba él fuera. Rodamos todas las secuencias de la terraza en una nave con croma alrededor, y fue un rodaje de cinco días que al final te sabe a muy poco y te deja con ganas de seguir trabajando.
Carlos.- ¿Qué has aprendido y con qué te quedas de tu paso por la película?
PEDRO CASABLANC.- He aprendido un poco a valorar las constelaciones familiares, a valorar sobre todo las familias que no llegan a fin de mes o que tienen que entramparse con lo que sea para poder sobrevivir. Por otro lado, el respeto y el valor a los mayores. Con esta pandemia se han ido tantos, ha sido tan cruel con muchos, con el abandono, cuando realmente nuestros padres y nuestros abuelos son referentes. Tienen más sabiduría que nosotros y tienen más conocimiento, o una visión de la vida que nos podrían llevar de la mano por el camino de la vida que ya han recorrido, eso hay que valorarlo y para mi esta película me deja ese aprendizaje.