Irati, el segundo largometraje dirigido por Paul Urkijo, llega a las salas de cine este viernes 24 de febrero de la mano de Filmax, tras su paso, entre otros, por la Sección Oficial a competición del Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya y la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.
Sinopsis: Siglo VIII. El cristianismo se extiende por Europa mientras las creencias paganas desaparecen. Ante el avance del ejército de Carlomagno al atravesar los Pirineos, el líder del valle pide ayuda a una diosa ancestral. Mediante un pacto de sangre, derrota al enemigo dando su vida a cambio, pero antes, hace prometer a su hijo Eneko que protegerá y liderará a su pueblo en la nueva era. Años más tarde, Eneko afronta esa promesa con una misión: recuperar el cuerpo de su padre enterrado de forma pagana junto al tesoro de Carlomagno. Pese a su fe cristiana, necesitará la ayuda de Irati, una enigmática pagana de la zona. Los dos jóvenes se adentrarán en un extraño e inhóspito bosque donde “todo lo que tiene nombre existe”.
Irati ha sido rodada en diferentes localizaciones de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia, Navarra y Huesca, y está ambientada en la oscura etapa histórica del siglo VIII, con elementos mágicos de mitología vasca.
Con el euskera como lengua principal, el reparto está encabezado por el ganador del premio Goya Eneko Sagardoy (Handia, Patria), Edurne Azkarate (Gutuberrak), Iñigo Aranbarri (Patria, Nora), Nagore Aramburu (Loreak, Patria), Elena Uriz (Akelarre, Lo nunca visto), Iñaki Beraetxe (Ostertz, Ocho apellidos vascos), Ramón Agirre (Errementari, Handia), Kepa Errasti (Loreak, Lasa y Zabala) o Itziar Ituño (La casa de papel, Goenkale), entre otros.
Irati cuenta con un equipo técnico de renombre formado por Nerea Torrijos al frente de vestuario, Mikel Serrano director de arte, Maite Arroitajauregui y Aranzazu Calleja al frente de la banda sonora, todos ellos ganadores de un Goya por Akelarre, David Heras y Jon Serrano, encargados de los efectos especiales, y ganadores del Goya por Handia, Gorka Gómez director de fotografía y ganador en 2017 del Spotlight Award que concede la Asociación Americana de Directores de Fotografía.
En palabras de su director Paul Urkijo: “Irati es la película de aventuras fantástico medieval que siempre he querido contar. Me fascina la Mitología Vasca e Irati es un homenaje épico a ese oscuro y fascinante mundo de leyenda. Inspirándome libremente en personajes de la novela gráfica "El ciclo de Irati" de J. L. Landa y J. Muñoz " además de otras leyendas vascas y sucesos históricos como la batalla de Roncesvalles."
Irati está producida por Irati Zinema AIE (Bainet, Ikusgarri Films, Kilima Media) y en coproducción con La Fidèle Production. Así mismo, cuenta con el apoyo de ICAA, EITB, RTVE, Gobierno Vasco, Ayuntamiento de Vitoria - Gasteiz y Diputación Foral de Álava.
En el pasado Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, tuvimos la oportunidad de entrevistar al director de la película, Paul Urkijo, y a las actrices protagonistas Edurne Azkarate e Itziar Ituño. Esta misma semana hemos podido hablar de nuevo con Paul Urkijo, y ampliar nuestras preguntas. Este es el resultado de la entrevista.
Carlos.- Paul, ¿cómo surge Irati y desde cuándo llevas dándole vueltas a esta historia?
PAUL URKIJO.- Pues fíjate que yo creo que desde crío. A mí mis padres me contaban cuando íbamos al bosque que allí vivía el Basajaun, que en los ríos estaban las Lamias, que en las cuevas vivía Mari, y siempre he tenido ese mundo ahí presente. Luego también teníamos en casa cuentos que se habían editado, de esos cuentos que se habían transmitido oralmente, y que además habían sido registrados por José Miguel de Barandiarán, que fue un cura antropólogo que registró muchos cuentos y que al final se editó para niños. Siempre había tenido en casa esos cuentos, y como siempre me había gustado el fantástico, los monstruos y todo ese mundo, pues poco a poco han ido pasando los años y ahora me encuentro contando historias a través del cine. Y siempre he tenido esa gran obsesión sobre hacer una gran película sobre la mitología vasca, y además de que fuera de espada y brujería, se situara en esa época legendaria de la Edad Media. Entonces, pensando en eso, yo tenía un cómic que se llama "El Ciclo de Irati", que está escrito por Juan Luis Landa y Joxean Muñoz. Ese cómic transcurría un poco en esa época, estaban esos dos personajes de Eneko e Irati. Eneko era un joven cristiano que se supone que era Eneko Aritza o Íñigo Arista, el primer rey del Reino de Pamplona, e Irati que era una joven pagana del lugar. Estaban esos dos personajes, en ese mundo del siglo VIII, en el que había mitología, aventuras y demás. Era un cómic bastante juvenil, con unas ilustraciones más tipo dibujo francés, tipo Astérix. Entonces pensé que podía hacer una adaptación de ese cómic, o que el mismo me podía servir a mi como vehículo para acceder a esa fuente original de la que bebe el propio cómic. Esos dos personajes principales me han servido para hablar de los dos mundos, de lo tangible y lo intangible, de lo pagano y lo cristiano, lo femenino y masculino, lo visceral lo racional, esa dicotomía que tiene la peli. Entonces, conseguí los derechos, aterricé un poco la historia en una época más histórica añadiendo acontecimientos como la Batalla de Roncesvalles o las relaciones entre las familias navarras y musulmanas de la época, y luego quise también ahondar un poco más en la propia antología de la mitología vasca, desarrollando un poco más ese aspecto y centralizándolo todo en la figura de la Diosa Mari, que para mi es la más importante. Toda esa obsesión me ha llevado a hacer Irati.
Carlos.- Itziar, Edurne, ¿cómo llegáis a la película?
ITZIAR ITUÑO.- Yo estoy casi desde los albores de la historia. Paul tenía escrito ya el guión antes de empezar a buscar financiación, me tomé un café con él en Bilbao y me dijo "tengo un personaje para ofrecerte". Me contó la historia, me dijo qué personaje era y yo le dije "Paul, cueste lo que cueste, yo esto lo hago sí o sí". Un personaje así no te lo ofrecen todos los días. Para mí, que soy vasca, mujer, feminista, encarnar a nuestra Diosa, nuestra deidad, Madre Naturaleza, pues imagínate qué regalo.
EDURNE AZKARATE.- Mi proceso fue absolutamente diferente, fue un proceso de casting de película como muchos otros. Empezó con un casting grabado ya que estábamos en medio de la pandemia, y ya cuando pude ir a hacer la prueba con Paul sí que es verdad que hubo cierto feeling y que yo acerté, porque el euskera que se estaba trabajando a mi me sirvió muchísimo de referencia para hacer una propuesta de personaje y parece ser que coincidió con lo que Paul estaba buscando. A partir de ahí empezamos a trabajar mucho más, a darle muchas vueltas a todo y la verdad es que ha sido un proceso, dentro de que es un proyecto muy personal de Paul, muy participativo, así que ha sido muy honesto y generoso por su parte.
Carlos.- Paul, ¿dónde habéis rodado y cuáles han sido las condiciones del rodaje? ¿Qué ha sido lo más difícil de tirar para adelante?
PAUL URKIJO.- El rodaje en general ha sido complicado porque hemos ido a localizaciones naturales y complicadas, hemos subido a montañas, hemos bajado a cuevas imposibles, bajando 20 minutos a las profundidades, etc. Ha sido complicado, pero gracias a que el equipo se ha dejado la piel en todo, a que ha habido muy buen ambiente en el rodaje, a poder grabar en esos parajes naturales que aportan tanto a la película, dándole a la misma ese aspecto épico, preciosista y romanticista, ha merecido mucho la pena. Casi te diría que ha sido más duro la preproducción, el buscar el dinero para poder levantar una película así, que ha sido durante muchos años, que el propio rodaje, porque cuando llegó el rodaje fue como "¡hostia, la voy a hacer, es un sueño!". Una vez entramos en rodaje la verdad es que la he disfrutado mucho. Como te decía, la financiación es lo que ha costado más, es evidente, es una película de género fantástico, rodado en un país donde industrialmente no suele hacerse eso, y además en euskera. Al final son muchos hándicaps que hay que superar y tienes que convencer a muchos productores. Al final lo que hago es que a medida que desarrollo el guión voy desarrollando la película a nivel visual, me hago mis ilustraciones, me hago mis artes conceptuales y así tengo más material para convencer a los productores, y al final lo conseguí.
Carlos.- Itziar, Edurne, ¿cómo ha sido el proceso de trabajar vuestros personajes? A ti Itziar no se te ve la cara y tu personaje es muy estático; y tú Edurne es todo lo contrario, un trabajo mucho más físico.
ITZIAR ITUÑO.- Yo estuve atrapada en ese vestido de lana, tuve que aprender a hilar, es un poco eso, la energía desde donde parte la vida. La experiencia fue casi mística, porque era todo como un ritual, me tatuaron el cuerpo con henna durante dos horas, pero fue genial porque no fue nada agobiante, todo fluía, me sentía muy muy cómoda. Sí que es cierto que hay un momento en que Mari lanza un par de irrintzis (gritos) en el interior de una cueva, un grito desgarrador antes de desaparecer donde saco todo lo que tengo dentro. Recuerdo que eso me dejó temblando. Cada cosa, cada texto, te pone los pelos de punta. Es una pasada vivir eso como actriz, y fíjate que lo que más me ha gustado de todo es que no se me vea el rostro, porque mi personaje no tiene un rostro en concreto, es el rostro de todas las mujeres creadoras de la energía de la naturaleza, con lo que tenía toda su lógica el hecho que Mari no tuviera un solo rostro. De hecho, hubo un momento en que Paul consideró sí se iban a ver varios rostros en el personaje de Mari, pero después decidió que no, que iba a estar oculta detrás de esa lana, de todos esos hilos que conectan la vida, que son la sangre y las venas como metáfora.
EDURNE AZKARATE.- Mi trabajo ha sido más terrenal (risas), más físico. Ha sido duro, pero en realidad ya no me acuerdo. Tengo un recuerdo bonito de ir superando cada jornada, porque cada jornada había un gran reto que hacer, todo muy físico (o había que meterse en un río a cuatro grados, o había que correr por el bosque con pies de ave, las luchas, etc). Yo personalmente estoy muy contenta porque me apetecía mucho hacer ese tipo de trabajo, y no te lo ofrecen muchas veces. El trabajo físico me gusta muchísimo, es cansado, pero también es retador y me ha encantado hacerlo.
Carlos.- Paul, ¿cómo fue el proceso de planificación y ejecución de la escena de la batalla? Hay un plano secuencia espectacular.
PAUL URKIJO.- Fíjate que la batalla se rodó en un día. Es lo que os decía sobre el presupuesto. Tuve que buscar la manera de poder contar una batalla de forma que fuera posible. En la primera semana de rodaje hicimos, un día, la llegada de los francos; otro día toda la parte de los vascones; un día solo para los vascones bajando, que lo rodamos con un quad, y un día solo para el plano secuencia, que lo que hice fue que como yo no podía ponerme con no sé cuantas cámaras a rodar como se pegaba cada uno, empecé en el barro de forma simbólica, cómo se iba llenando de sangre, e ir a la altura de los pies de los soldados, teniendo todo absolutamente coreografiado de manera que fuimos que si, por ejemplo, el camino eran quince metros, fuimos avanzando de cinco metros en cinco metros. Todo eso se rodó en un único día. Luego imaginaros, el hecho de tener tantos figurantes, con lluvia y demás, es carísimo, por eso tuve que ajustarme a un día.
Carlos.- Quisiera resaltar el papel de la mujer y de la feminidad en la historia de Irati. Precisamente, acudimos al pasado, a la mitología, para algo que ya deberíamos tener en el presente, pero que se espera conseguir en el futuro.
EDURNE AZKARATE.- Es verdad que para contar esta historia ha habido, sobre todo en el mundo cristiano, muchos "barbudos", muchos hombres para poder contar la historia, y es verdad que la parte más pagana y espiritual la hemos liderado las mujeres, y yo estoy contentísima con eso. Paul es muy cuidadoso, sabe muy bien cómo quería contar esto, y de ahí todo lo que vemos en la película, por ejemplo, ese principio de la batalla, liderado por una mujer, el personaje de Mari, que la película la protagonice una mujer, que es Irati, que es la conexión entre esos dos mundos. Es bonito revisar el pasado para hacer referencia, como tú has dicho, a cosas que queremos conseguir en el futuro, porque, al fin y al cabo, desde esa historia ha pasado tanto tiempo, y hemos pervertido tanto las leyes sociales que incluso para conseguir algo nuevo podemos acudir a referencias antiguas.
PAUL URKIJO.- Yo quería comentar lo siguiente. Por un lado, en el propio cómic, ya estaba el personaje de Irati, que ya era un personaje fuerte; quizás la curva y la estructura narrativa y el sacrificio que hace ella en el cómic no es tan grande. Sí que es cierto que yo en la película juego a que ella y Eneko se pasen un poco el tributo del heroísmo, y es ahí donde se ve el empoderamiento de Irati, pero luego todo el aspecto que hay en relación a la Diosa Mari y a ese mundo matriarcal que hay en el País Vasco es intrínseco a las propias leyendas. Una de las cosas interesantes que tiene la mitología vasca es precisamente el personaje de la Diosa Mari, que es la regente y la matriarca de todo el mundo, es la más importante. Y además es un fósil de esa diosa matriarcal pre-indoeuropea que había en Europa hace más de 8.000 años antes de Cristo. Por otro lado, yo creo que también era una forma de hablar de esa dualidad entre los imperios, las religiones monoteístas, que son patriarcales, que van absorbiendo todo y que van avanzando de manera irremediable, y de esa resistencia femenina matriarcal que es la propia mitología, ¿no? Por otro lado, este aspecto a mi me ha salido de forma totalmente natural, no he intentado desde el principio pensar en ello, yo pienso como pienso, no me adapto a ninguna agenda ni nada así, yo me considero feminista, y entonces a mi las cosas me salen como me salen. En este caso, tú cuando te vas encontrando con el propio guión vas desarrollando cosas, y sí que es verdad que de forma voluntaria vas compensando ciertos acontecimientos que pasan en la película pero por una cuestión de instinto que te pide la cinta. Si la batalla la comienza una mujer es porque por instinto me pide que la comience una mujer, por darle visibilidad en ese momento. Ya te digo que me sale de manera natural.
Carlos.- Irati es una película que me ha transportado a mi infancia, películas de aventuras y leyendas. Con sus diferencias, pero me ha recordado a Conan, Willow, Los Inmortales, Lady Halcón... Más allá de la propia mitología vasca, ¿has tenido conscientemente alguna referencia cinéfila?
PAUL URKIJO.- A nivel estético, es inevitable que me he visto todas las películas de género fantástico de los 80, con lo que inevitablemente y de forma inconsciente están ahí. De las que has comentado añadiría Excalibur o Jason y los Argonautas, pero la verdad es que como referencia visual no he tenido ninguna referencia en ese sentido. Una cosa que tuvimos clara a la hora de diseñar la película hablando con Gorka, el director de fotografía, era que nos íbamos a dejar un poco guiar por la propia naturaleza, o sea, que el color y el golpe visual de la película nos lo diera la propia naturaleza, la dirección de la luz del Sol, y planificamos en ese sentido. No creo que haya ninguna película de género a la que la vinculara estéticamente, sí que me he visto influenciado por absolutamente todas, porque las he visto de pequeño y me encantan, pero casi te diría más que, por ejemplo, me he estudiado más las pelis de David Lean, para intentar buscar ese golpe visual gigante, panorámico, espectacular, con lentes anamórficas, para buscar ese golpe grande, que en películas de aventuras, espada y brujería.
Carlos.- ¿Creéis que las historias que nos contaban nuestras abuelas, nuestras madres, se están perdiendo y que la película es un enfoque para poder volver a recuperar esas viejas historias?
EDURNE AZKARATE.- Yo creo que algunas historias han corrido riesgo de perderse, y que otras se han perdido durante muchísimo tiempo. Al igual que creo que hay gente, como Paul, que siempre se ha dedicado a recuperarlas. Tengo la fe y la esperanza de que lo que se pierde por un lado, siempre habrá un grupo de personas que quiera traerlo, contemporalizarlo y contarlo.
ITZIAR ITUÑO.- Además, contra viento y marea, porque muchas veces esas historias no es que se hayan perdido por nada, es que han sido prohibidas por conflictos sociales a lo largo de la historia. Somos un pueblo muy pequeñito, por el que además han transcurrido otros, montones de pueblos, el haber mantenido ese reducto de nuestra identidad es casi un milagro, pero bueno, ahí estamos (risas). Irati es una historia de amor a la naturaleza, al mundo, a La Tierra, a las tradiciones, a la identidad, al folklore, todo eso es Irati.
Carlos.- Estaba pensando que en esta película hay un dato muy interesante. Todo lo que aparece es naturaleza pura, no se ha tenido que construir ningún escenario, ningún decorado. Yo siempre he defendido que España en general es un plató de cine bestial, y hemos de aprovechar nuestros recursos.
PAUL URKIJO.- Sí, porque esas deidades están muy arraigadas con la naturaleza, son representaciones de ese mundo en el que los antiguos vivían, y que les daban tanto la vida como la muerte. Para mi era muy importante poder rodar en localizaciones naturales que representasen ese mundo. A parte que en el País Vasco tenemos unos lugares maravillosos, enormes, yo quería hacer una gran película épica y esos parajes se convierten también en actores protagonistas.
EDURNE AZKARATE.- Nosotros grabamos todo en Euskal Herría y Navarra. Nos desplazamos a Huesca porque allí está el castillo de la época que mejor se conserva, en Loarre. Es una pasada porque a dos horas de diámetro tienes espacios absolutamente diferentes. El tiempo nos ha acompañado muchísimo. Creo que en dos meses hubo un solo día de croma. El único espacio interior que se ve es en el propio Castillo de Loarre, donde el equipo de arte hizo un trabajo maravilloso de reconstrucción. Pero todo lo demás es exterior, es increíble.
Carlos.- Irati ha tenido su reconocimiento en los Goya con sus cinco nominaciones (guión adaptado, música original, canción original, vestuario y efectos especiales). Considero que merecíais alguno de los cabezones, yo estaba convencido que os los llevaríais en vestuario y efectos especiales. ¿Qué nos puedes contar de estos dos aspectos de la película?
PAUL URKIJO.- En el aspecto de vestuario, es una de las cosas más importantes de la película, al final es una película intimista en la que vemos unos pocos personajes atravesando la naturaleza, y lo que te lleva a esa época es el vestuario que llevan encima. Yo tenía muy claro que quería que fuera un vestuario con mucha textura, con cueros, con lanas, un poco que fuera con la propia arritmia de la naturaleza, planteando un patrón de color, en el que los azules van a tirar más hacia lo cristiano, lo celestial, y los rojos dejarlos más para lo pagano, para la sangre, para el útero de la madre, etc. Por eso utilizamos el rojo para el vestido de Mari, e Irati y Luxa que tengan elementos rojos, o que Eneko, por ejemplo, conforme vaya avanzando la historia, pierda su capa azul. Jugar un poco a esa estrategia. Entonces, una vez planteo esas cosas, se lo comento a Nerea Torrijos, que es la directora de vestuario, y ella coge y plantea el vestuario para hacerse tal y como se hacía en la Edad Media, hilando todas las telas, las texturas, partiendo del tamaño de los telares de la época. No hay piezas de tela más grandes de las que se utilizaban en la época, intentando buscar ese golpe visual, que también es un medievo que no hemos visto hasta ahora, porque sobretodo las películas medievales que hemos visto son a partir del siglo XI, tirando hacia las cruzadas... Yo cuando hablaba con Nerea, hablábamos incluso que pudiera asemejarse más a Roma que a lo que se ha visto después. Nerea ahí hizo un currazo espectacular, diseñando todos los personajes, y especialmente el vestido de la Diosa Mari, que yo le dije que quería que fuese como una especie de red de lana roja, emulando esa red de vida que es la propia Madre Tierra, o las líneas dibujadas en las llamadas Venus encontradas en diferentes excavaciones o las diosas de cnosos, siguiendo un poco ese patrón, o las figuras triangulares del vestido en evocación del útero. Siguiendo todas esas pautas Nerea diseñó esa diosa paleolítica. Nerea se pegó un trabajo impresionante, a mi me dio mucha pena lo del Goya porque creo que se lo merecía sin duda. Por otro lado, el tema de los efectos especiales de Jon Serrano y David Heras, han llevado a la pantalla, en una industria en la que no solemos tener tantos efectos especiales, una de las películas españolas con más efectos especiales de las que ha habido en los últimos tiempos, desde efectos meteorológicos como desarrollar unos cañones para lanzar granizo con unas bolas de glicerina biodegradable que iban superbien, apoyado también con digital, o todo el tema de la batalla, que fue un cristo, o todo el tema de las tormentas, de las criaturas mitológicas que aparecen además como muy de realismo mágico, ocultas en la niebla, o en oscuridad de la cueva, jugando más a sugerir que a enseñar de una manera efectoide. Han conseguido llevar esas imágenes que yo tenía de niño de esas deidades y de esas criaturas a la pantalla. Ellos también han hecho un currazo impresionante, y también nos dolió un poco que no les dieran el premio. Pero sabemos que esto es así, que los Goya funcionan de esa manera y que cuando nos pasó hasta dijimos que era normal que no nos los hubieran dado, pero nos ha servido para hacer también un poco de ruido antes del estreno, así que estamos contentos.
Carlos.- Paul, ¿qué has aprendido y con qué te quedas de haber hecho Irati?
PAUL URKIJO.- Para mi cada película que hago me la tomo como si fuese la última que voy a hacer, es como un acto catártico. En este caso para mi de lo que hablaba era tan importante, creo tanto en ello, en la mitología vasca, en la Diosa Mari, en todo este mundo legendario, me gusta tanto y me importa tanto que para mi hacerlo ya ha sido un premio. Si que he aprendido, al enfrentarme a una película que es tres veces más grande que Errementari, noto que al final con la experiencia que vas adquiriendo, la forma de planificar es distinta, en este caso además me dejé llevar por la propia naturaleza, la dirección de la luz... He sido bastante más orgánico y la verdad es que he estado mucho más tranquilo que con Errementari y la he disfrutado mucho más, a pesar que la responsabilidad era mayor, con mayor presupuesto y mayor volumen de película.
Carlos.- Para finalizar, ¿qué ronda actualmente por la cabeza de Paul Urkijo? Seguro que tienes alguna historia en mente....(risas)
PAUL URKIJO.- Tengo varias (risas), no puedo decir de qué van, tengo alguna más desarrollada, y estoy en ello, pero sí que puedo decir que va un poco en la misma línea, voy a seguir haciendo género fantástico, con monstruos, con mitología vasca, que es lo que me gusta y es lo que más disfruto. Si a la gente le gusta, pues a seguir haciéndolo.