ENTREVISTA A MIGUEL ÁNGEL VIVAS, NATALIA DE MOLINA Y BELLA AGOSSOU - "ASEDIO"

Asedio es la nueva película del director Miguel Ángel Vivas, producida por Enrique López Lavigne para Apache Films en asociación con Sony Pictures International Productions.

La ganadora de dos Premios Goya, y otras tres veces nominada, Natalia de Molina se mete en la piel de Dani, una mujer que sobrevive en un entorno de hombres y que se revelará contra un sistema corrupto acompañada de la actriz Bella Agossou en el papel de Nasha. El resto del reparto está encabezado por el debutante Óscar Eribo, y los actores Francisco Reyes, Fran Cantos, Chani Martín, Jorge Kent, Efraín Rodríguez, Lucas Nabor, Federico Pérez Rey, Luis Hacha, Fernando Valdivielso, Karlos Aurrekoetxea y Alejandro Casaseca.

Marta Medina (guionista y crítica cinematográfica) se encarga del guion de Asedio a partir de una idea original de Miguel Ángel Vivas y José Rodríguez e inspirada en hechos reales

Sinopsis: ¿Qué es ser español? Dani lo tiene muy claro. En su caso es servir a su país como antidisturbios, honrar su bandera. Hacer cumplir la Ley. Siempre pensó que ser policía era una forma de proteger a la gente, de hacer justicia. Pero durante un desahucio en un barrio conflictivo de Madrid, Dani se encontrará con un dinero escondido, una trama de corrupción policial y un crimen que harán que tenga que huir por su vida en un territorio hostil, en el que no conoce el idioma, no es bien recibida y su autoridad no vale nada. Sólo podrá contar con la ayuda de Nasha, una joven nigeriana a la que acaba de desahuciar, y su hijo Little. Y será entonces cuando se dé cuenta de que si el sistema para el que trabaja no es la solución, quizás siempre fue parte del problema.

El pasado jueves, previo al preestreno que los cines Kinépolis Splau hizo en Barcelona, mi compañero y amigo Carlos Garries, para Butaca 107, y un servidor, para Latidos por el Cine, tuvimos la oportunidad de entrevistar al director de la cinta, Miguel Ángel Vivas, y a las actrices protagonistas de la misma, Natalia de Molina y Bella Agossou. Este es el resultado de la entrevista:

Carlos Garries.- Asedio es una película muy dura....

MIGUEL ÁNGEL VIVAS.- Bueno, yo creo que el cine siempre tiene que provocar, provocarte algo. Yo le decía al productor "no vamos a contar una historia, sino que vamos a contar una experiencia". Quería que el público se meta dentro de ese edificio con Natalia, y que desde sus ojos vayan sintiendo la película, también desde los ojos del personaje que interpreta Bella, y así el espectador que vaya confrontando esos dos puntos de vista, pero con un planteamiento brutal, diez minutos de prólogo y un clímax de hora y media. Esa era la idea de la película, que todo lo que se contara estuviera dentro de la acción, de la emoción, de la adrenalina. Es como si te metieras debajo del agua al empezar la película y no sales a coger aire hasta que esta acaba. 

Carlos Garries.- ¿Pero cuál era la primera idea, era el tema de la inmigración o el tema de contar los deshaucios? ¿O incluso simplemente hacer una película de acción y punto?

MIGUEL ÁNGEL VIVAS.- Viene todo junto, todo parte de la idea de que, sin haber nada escrito, empezar a investigar sobre el tema de los deshaucios. Es algo que te duele, como a todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad. Porque si todos tenemos derecho a tener una vivienda digna, que llegue alguien y te eche de tu casa, y no te den a cambio lo mínimo a lo que tienes derecho, es como una prueba no superada de vida que me parece que es algo bizarro. Yo siempre he pensado "cómo se tienen que sentir esas personas". Si lo piensas, el hecho de que se den estas situacions es un fracaso colectivo como sociedad, como personas. Tenía claro que quería contar la historia no desde el cine social sino desde el cine de género, como en los años 70. El cine que me encanta es ese, por ejemplo, John Carpenter con su "Asalto a la Comisaría del Distrito número 13", o Sidney Lumet. Hacían un cine de género, un cine de acción, un cine policiaco, cine negro, cine de terror, pero nunca perdían de vista el contexto social del momento en el que vivían. Por ejemplo, "Asalto a la Comisaría del Distrito número 13" te está hablando de cómo era la pobreza en Nueva York, el malestar que había en esa ciudad en la etapa pre-Giuliani. Esa crítica social estaba siempre en esas películas, sin perder de vista que eran películas trepidantes, de aventuras, de acción, de emoción, etc. Todo pedía estar junto, y yo creo que eso es algo que con el tiempo se ha ido perdiendo. Ahora ya si hablamos de género es porque sea un divertimento, te entretenga, salgan los créditos y tú te lo pasas muy bien viendo la película, pero al día siguiente ya no te acuerdas de ella. Y me die, ¿por qué no volvemos a tener las dos cosas juntas? 

Carlos Penela.- Natalia, Bella, ¿cómo preparásteis vuestros personajes y qué tipo de asesoramiento y documentación trabajásteis con Policía? Porque entiendo que hubo un asesoramiento específico por su parte, ¿es así?

NATALIA DE MOLINA.- Tuve muchas conversaciones con Miguel Ángel antes de rodar. Hablamos mucho, largo y tendido de la película, del guión, entendiendo cada secuencia, cómo quería contarla, lo que significaba, etc. Y también teniendo muy presente que Miguel Ángel trabaja desde la libertad, y desde el cine-experiencia como él ha dicho. También creaba esa experiencia incluso en el set. Además estaba también muy abierto a que le propusiéramos cosas, a entablar un diálogo creativo. Me he sentido muy valorada por él en ese sentido, como que confiaba muchísimo en mi como actriz, tanto para darme este personaje como para dejarme desplegar mis alas. Por otro lado, sí que tuvimos asesoramiento y una formación con un miembro de una U.I.P. (Unidad de Intervención Policial) que nos estuvo enseñando y dándonos clases para entender un poco todo el trabajo de los antidisturbios, y cómo ese equipo que se forma de compañerismo en las órdenes, el saber llevar ese traje y todos los utensilios que hay. También estuvo en el rodaje, especialmente durante el primer deshaucio de la película, y en el momento del desalojo. La verdad es que nos ayudó mucho. 

BELLA AGOSSOU.- En mi caso, que no tengo tanta experiencia como Natalia, la verdad es que al llegar y ver que Miguel Ángel tiene tanta confianza en ti, y que aunque tú dudes el confía tanto, al final acabas sacando lo que tiene que salir. Como decía Natalia, hubo muchas conversaciones, Miguel Ángel siempre nos lo explicaba todo, acercándonos mucho a nuestra propia imaginación al personaje. Miguel Ángel nos ha explicado muy bien lo que quería, y el hecho de trabajar desde la libertad te permitía ir probando cosas y acertar con alguna de ellas. 

Carlos Garries.- Al final, la película es una película muy asfixiante, pero a la vez utilizas esos planos secuencia mediante los que nos estás metiendo de lleno en la película. Nos haces sufrir mucho, y vuestros dos personajes sufren durante toda la película, por lo que durante momentos dices 'quiero que acabe ya, pero que acabe bien', y es eso, cómo hacéis sufrir al espectador y cómo conseguís meterlo dentro de la película. 

MIGUEL ÁNGEL VIVAS.- Es que justamente la idea era esa, meternos dentro de la historia en todo momento. A mi los planos secuencia siempre me han gustado mucho, sobretodo para este cine-experiencia. Para mi no son un artefacto de estilo para decir, 'mira qué guay lo que he hecho', si no que yo siempre he pensado que el corte es una forma casi de domesticar el espacio cinematográfico. Con el corte se ha parado de rodar, el actor se va al camerino, se retoca el maquillaje, se retocan luces, se le mete el efecto del tubito para que tenga la sangre, lo que queramos poner.... 

Carlos Penela.- Precisamente por eso, por todo lo que sufrís durante toda la película, supongo que cada día de rodaje sería extenuante para sacar toda esa adrenalina, ¿cómo gestionábais eso emocionalmente y cómo conseguíais reconectar al día siguiente con vuestros personajes con esa intensidad?

NATALIA DE MOLINA.- Yo la verdad es que es algo que no sé como lo hice (risas). Cuando estás ahí, para mi es verdad que la concentración es muy importante, en el set siempre tengo la sensación de que soy sería, porque estoy muy centrada en lo mío. Para mi era muy importante tener muy claro de dónde venía y a dónde tenía que ir, y luego que lo que pasara en medio pasara cuando dijeran 'acción'. Pero sí que es verdad que fue un trabajo también muy dificil a nivel de rapport emocional y físico, porque la película pasa en tiempo real y aunque se intentó mantener un poco que el rodaje fuera igual que el guión, a veces era imposible. Igual un día estabas rodando una secuencia hacia el final de la película que no habías rodado tal y como habías llegado allí, o viceversa. Fue un trabajo muy difícil, complicado de explicar con palabras, llegar a conseguir todo ese arco de manera natural fue complicado.

MIGUEL ÁNGEL VIVAS.- Sí, esto es algo que yo he hablado mucho con ella, ten en cuenta que en el 99% de los planos está Natalia. En toda la película está ella en plano. Hay días que podía estar ensayando ochenta veces hasta que tenemos ese plano secuencia, pero al final ese plano secuencia es una hora de rodaje, frente a las ocho o nueve horas de ensayos en las que si Natalia tiene que subir y bajar cuatro plantas, en cada ensayo efectivamente está subiendo y bajando las escaleras. Había algunos días, sobre todo en las últimas semanas, en las que Natalia, de las palizas que le habíamos dado, venía muerta, venía con fiebre incluso, echa polvo, yo la veía muy cansada, y por dentro me decía a mi mismo "cómo vamos a rodar", pero es que decíamos "acción", y Natalia de Molina desaparecía, aparecía su personaje, Dani, que estaba arriba de todo, porque Dani no estaba con fiebre, estaba a por todas. 

BELLA AGOSSOU.- Yo lo mismo, si llegaba al hotel muerta cuando había tenido alguna escena de forcejeo con algunos policías, pues imagínate Natalia, que se pasaba todo el día subiendo y bajando escaleras.

Carlos Penela.- Bella, respecto los dos o tres gritos que das en la película, yo creo que nunca un grito ha dicho tanto. No sé si fueron tus primeras tomas o tuvisteis que repetir mucho esas escenas. 

BELLA AGOSSOU.- Fue en mi primer día de rodaje, yo le decía a Miguel Ángel que no sabía si había quedado bien, y él me dijo que la toma era perfecta. Me enseñó una foto de rodaje del momento del grito, y yo me vi muy fea, pensé "qué horror, qué fea", pero él me insistía en que había quedado muy bien. Recuedo hablarlo con una amiga mía y que ésta me dijo, "es que a los blancos les gustan cosas raras" (risas), nos lo pasamos muy bien la verdad. Y lo cierto es que, así como hemos dicho que Miguel Ángel nos daba mucha libertad y confianza para trabajar, es cierto también que Natalia me ha ayudado mucho con mi personaje, y ha estado ahí cuidándolo, intentando que el personaje de Nasha pudiera salir bien. Quiero decir que para mi el personaje de Nasha se ha podido construir también porque yo como actriz he estado muy cómoda tanto con el director como con Natalia. Parece una tontería, pero lo poco que hemos estado en set, siempre ha sido un trabajo desde la tranquilidad, desde una paz mental increíble, ha sido un placer.

Carlos Garries.- Es que hay mucha química entre las dos. Hubieron algunos momentos en la película en los que llegué a pensar que érais como "Dos hombres y un destino". Encajáis perfectamente, hay una muy buena compenetración, cada una desde el punto de vista que está defendiendo.

MIGUEL ÁNGEL VIVAS.- Ese es un referente, la idea de la película también se la presenté al productor como la situación de dos mujeres frente al sistema, contra el sistema. Al final te das cuenta de que pese a que al principio de la película parece que son dos mujeres muy diferentes, al final son muy parecidas, ambas lo único que quieren es un mundo mejor. Las dos han decidido quedarse, las dos han tomado una decisión moral de su vida de no ser parte del problema, y de ser parte de la solución.