Sinopsis: Tras quince años de relación, David siente que ha llegado el momento de dar el siguiente paso. Para ello planea un viaje idílico por la Ruta 66 con boda en Las Vegas. Pero al hacer la propuesta, su pareja lo rechaza delante de todo el mundo. Convencido de querer vivir la experiencia, David decide seguir adelante con su plan. Ahora solo tiene diez días para encontrar alguien con quien casarse.
Dirigida por David Matamoros, la película está protagonizada por Raúl Fernández, Raúl Tejón y Sabrina Praga. ¿Quién quiere casarse con un astronauta? llega a nuestras carteleras de la mano de Alfa Pictures.
Gracias a nuestras amigas de Alfa Pictures hemos tenido la oportunidad de entrevistar a David Matamoros, director de la cinta. Éste es el resultado de la entrevista:
Carlos Penela.- La película mezcla comedia romántica
con un viaje emocional y físico en parte por la ruta 66 de Estados Unidos.
¿Cuál fue la chispa inicial que te llegó a contar esta historia?
DAVID MATAMOROS.- Pues es una historia verídica, es algo que me pasó a mí. Vamos para adelante con todo (risas). A partir de mi regreso, durante mucho tiempo estuvo ahí latente la idea de hacer la película, hasta que un día me decidí.
Carlos Penela.- Partiendo de esa experiencia autobiográfica y comparándola con
tu anterior largo Isaac, das un giro hacia una comedia más luminosa, más POP, pero sin sin renunciar a la emoción. Más allá de
esta parte autobiografía, ¿Qué querías explorar esta vez como como director y guionista?
DAVID MATAMOROS.- Hay varias cosas que me interesaban. Primero
reivindicar varias cosas. Reivindico las ideas de las personas que son de 40 hacia arriba, porque hoy en día parece que solamente si tienes 18 años te pasan cosas, no
encontraba referentes de gente de mi edad, de mi alrededor, etcétera.
Entonces eso fue una cosa importante, la otra el papel del secundario, es decir, sentirte secundario en tu vida. Siempre es algo que a mi y a mi generación nos ha gastado muchísimo porque en la literatura, la comedia, la música, siempre nos ha situado en ese
espacio de "bueno, tú no mereces estar arriba, tu mejor en un segundo plano, tu
mejor no molestes, tu mejor muere en el primer acto, tu mejor sé apaleado", etc. Entonces nos hemos acostumbrado a no ser protagonistas de nuestra propia vida.
En esta película lo que decidimos es reivindicar nuestro papel protagonista, y todo está un poco relacionado con el ser el
protagonista de tu propia vida, y a partir de ahí reclamar el final feliz. Creo que es importantísimo creer que también tenemos finales felices, que podemos tener un final feliz pase lo que pase.
Carlos Penela.- El protagonista decide seguir adelante con con su boda, aunque su novio no quiera y se quede al margen. ¿Qué te interesaba del
concepto de cumplir un sueño, incluso sin la persona soñada?
DAVID MATAMOROS.- Fíjate que es una escapada hacia delante. Cuando estábamos escribiendo el
guion, lo que nos planteábamos es una estructura muy similar a 'El Mago de Oz'. De hecho, la película está muy inspirada en 'El Mago de Oz', en ese momento en que
Dorothy, por no enfrentarse a la verdad, decide irse a buscar un mundo mejor y
al Mago de Oz. En nuestro caso, David, en vez de enfrentarse a la verdad
y decir "oye chico, a lo mejor nosotros no tenemos nada que compartir ya, acabemos donde acabemos", se va a buscar un sueño más allá para darse cuenta que
lo que tiene que hacer es volver, reencontrarse a sí mismo y reivindicar su
puesto.
Carlos Penela.- La película me ha hecho reflexionar sobre varios temas, pero sobre
todo sobre el el peso que tiene en cada en cada persona el entorno donde
crece, o esas "verdades absolutas" que creemos a pies juntillas
cuando somos pequeños y que luego, en edad adulta, vemos que esa no es la la realidad que estamos viviendo, y cómo eso os trastoca bastante por dentro. Hay mucho de esto en la película.
DAVID MATAMOROS.- Hay mucho de esto sí, la película pretende ser una especie de caballo
de Troya en el que tú entras como puro entretenimiento, pero a la vez te va tomando el pulso y te das cuenta que durante tu vida quizás te han ido dirigiendo
hacia ciertos lugares, a ciertos pensamientos, a decirte qué es el amor, qué es
la pareja, qué es la relación, etcétera, y el cómo vas adquiriendo unos miedos que no son tuyos. En el caso de David está muy claro, ¿está cumpliendo su sueño o el sueño de su madre?
Carlos Penela.- También me parece muy bonito ese viaje de autodescubrimiento, me parece muy importante. Sobre
todo me parece importante y muy bonito ese "abracemos la perfecta imperfección".
DAVID MATAMOROS.- Absolutamente. Es que si no abrazas a la imperfección tienes un
problema bien gordo, porque es que no va a haber nada mejor. Ahora es muy aburrido lo perfecto. De hecho, lo que le echa un poco de chispa a la vida es que las cosas sean un
poco desastre de vez en cuando.
Carlos Penela.- Gran parte de la historia transcurre en carretera.
¿Qué retos encontrasteis al rodar una una road movie con producción entre
España, Argentina, Uruguay?
DAVID MATAMOROS.- Pues la verdad es que fuimos un poco punkis a la hora de rodar toda la parte
de Estados Unidos. Te puedes imaginar, ellos nos prohibían hacer
cualquier cosa: no podéis entrar en un hotel, no podéis entrar
en un casino, no podéis, no podéis, no podéis. ¡¡¡Incluso nos echaron de un bar en
la ruta de la ruta 66 con pistolas!!! Más allá de encontrarnos esto, el tema fue cambiar tres veces de
equipo, ruedas con un equipo en Argentina, ruedas con un equipo en Barcelona y ruedas con un equipo en Las Vegas. Pero la verdad es que tuvimos suerte porque todo el mundo entendía perfectamente la película. Hubo muy buena camarería, por lo que salía todo muy en línea. Fíjate si estaba todo el mundo
enamorado de la película que curiosamente tres 3 parejas salieron de la película y tres se casaron en Las Vegas.
Carlos Penela.- Raúl Tejón y Raúl Fernández tienen una química
estupenda. ¿Cómo fue el proceso de de casting y qué buscabas de los actores que interpretaran a a David y Quique?
DAVID MATAMOROS.- Pues mira, con Raúl Tejón tuve una corazonada, no lo conocía como
actor y entonces quise conocerlo. Estuvimos un rato charlando, me pareció que podía componer un muy buen personaje, y para
mí era básico saber quién iba a ser David para intentar conseguir el resto. A partir de ahí, con José Cerqueda, que era el director de casting, estuvimos hablando, hablando y hablando y apareció Raúl Fernández, que no puede ser más diferente a Raúl Tejón, curiosamente. Entonces, entre ellos dos, entre el buen rollo que tienen y tal, había una
química tremenda. Pero ya te digo, son dos personas que vienen de dos mundos
realmente diferentes, que interpretan muy diferente y cuando los veía en acción decía "vale, vale, perfecto, lo hemos conseguido". Además con Raúl Tejón tampoco queríamos que hiciera una imitación de mí. Él obviamente, cogió cosas que son mías, porque conoce mi historia, pero también cogió cosas suyas, de sus vivencias, y a partir de ahí fuimos componiendo el personaje, así que ese David es una
mezcla un poco entre mía y Raúl, por decirlo de alguna manera.
Carlos Penela.- David, el humor de la película es muy contemporáneo, pero también conecta con la tradición del cine romántico. ¿Qué
referentes tenías en mente al construir el tono?
DAVID MATAMOROS.- Pues mira, todas las comedias románticas de los 80 y los 90, que es lo que a mí
me ha salvado la vida siempre, desde 'La boda de mi mejor amigo', 'Notting
Hill', 'Love Actualy', 'Pretty Woman', hasta 'El club de
los poetas muertos', 'Mientras dormías', etc. Además, es muy curioso, me he ido dando cuenta después, de que la mayoría de esas películas están protagonizadas por mujeres, los hombres en las comedias
románticas son muy poco interesantes. Para mi han sido esas Sandra Bullock, Julia Roberts,
Meg Ryan o Drew Barrimore, las que han conseguido que alguien que pensaba
que iba a ser un secundario en su vida pueda creer que puede tener un final
feliz. Están todas ellas, y creo que es muy divertido cuando en la película vas reconociendo referentes paso a paso.
Carlos Penela.- Por otro lado, hay algo muy visual en el film, desde los colores
del desierto americano hasta el vestuario con toques kitsch. ¿Qué buscabas
transmitir con la estética?
DAVID MATAMOROS.- Pues mira, tú lo has dicho antes, buscaba una estética muy POP. Estaba esa cosa de
Almodóvar que me gusta mucho, en cuanto a la utilización del color, el contraste y los colores saturados. Pero lo quería alejar un poco de lo
que sería el aspecto un poco más televisivo y teatral, y llevármelo a esa
comedia británica en la que se respira un cierto punto pop, lo puedes notar ahí, pero no se olvidan de que están haciendo cine y entonces
trabajan muy bien la luz. Eso yo creo que está ahí en un puntito que a mí me gustó mucho, porque además tienes que combinar luces de muchos sitios. La luz de Buenos
Aires no tiene nada que ver con la de Barcelona, la de Barcelona no tiene nada que ver
con la de Las Vegas, cuando te vas al desierto es otra cosa, etc. Pero bueno,
andábamos por ahí y ese es el referente que teníamos en la
cabeza.
Carlos Penela.- El título de la película es muy llamativo y simbólico, ¿tiene más de un
significado?
DAVID MATAMOROS.- Mira que la película siempre se llamó 'Astronauta' y en el último momento
se sugirió ponerle '¿Quién quiere casarse con un astronauta?, para hacerla un poco menos intelectual y un poco más accesible, pero sí, el significado era
eso, es decir, alguien que se va a buscar galaxias, mundos desconocidos,
imposibles, para al final darse cuenta que lo que tiene que hacer es leer cartas astrales para
intentar volver a casa. A mí me gustaba mucho la figura esta del
astronauta, y la he estado utilizando desde el principio.
Carlos Penela.- David, para finalizar, ¿Qué te gustaría que sintiera el
público al salir del del cine? ¿Qué mensaje esperas que cale
más allá de la sonrisa final?
DAVID MATAMOROS.- Pues mira, primero que la gente se lo pase muy bien y se emocionen, esa era la principal misión que yo tenía. A mí me interesa que la gente vaya al cine y
pueda pasárselo bien, pero que después tengas un momento en el que puedas reflexionar. Sobre todo dejar referentes de películas
con final feliz, sobre todo para la comunidad LGTBI, que prácticamente no tenemos. Y que la gente crea que puede tener un final feliz como
cualquier otra persona. Eso es algo que ha ido pasando dentro de los
pases que hemos ido haciendo en festivales, había público que nos iban diciendo "yo
no creía que me mereciese esto y con esa película me he dado cuenta que me
puedo merecer un final feliz", o "no tengo porqué estar haciendo esto toda mi vida, no hace falta que
me conforme con las cosas si no me aporten". Y un poco también este David reivindica eso, el
no conformarse, el ir a buscar la esencia y sacar lo mejor de tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario