Filmin estrena esta semana en toda España la versión recientemente restaurada de Muerte al amanecer (1959), un clásico del cine policíaco español. La segunda película dirigida por Josep Maria Forn tras Yo maté (1957) y la primera al frente de su histórica marca Teide PC. El film adapta la novela El inocente, de Mario Lacruz, y ha sido restaurada por la productora Films de l'Orient con la colaboración del estudio de postproducción Nao Cinematográfica. Se proyectó el pasado sábado 26 de octubre en la Filmoteca de Catalunya, con motivo del Día Internacional del Patrimonio Audiovisual.
La película narra la historia de Virgilio Delise, un reconocido director de orquesta, que se ve envuelto en una compleja trama. Es el principal sospechoso de un crimen que ni siquiera recuerda haber cometido. Perseguido y acorralado por la policía, trata de buscar respuestas con la ayuda de un periodista.
NUESTRO CINE NEGRO
Muerte al amanecer es una ilustrativa muestra del excelente cine policíaco que, desde principios de los años 40 y hasta finales de los 60, y con epicentro en Barcelona, se produjo en nuestro país. Directores como Ignacio F. Iquino, Julio Coll, Francisco Rovira Beleta, Juan Bosch o el propio Forn dieron forma a un centenar de títulos que, esquivando el corsé de la censura franquista, y con la mirada puesta en el cine negro de Hollywood, retrataba esa España oscura y marginal que el Régimen no quería mostrar. Fueron precisamente los censores quienes decidieron que debía cambiarse el título original de Muerte al amanecer, que en principio iba a llamarse El inocente, como la novela de Mario Lacruz que adaptaba, porque dicho título ofrecía un juicio moral erróneo sobre el protagonista. También exigió el cambio de profesión del agente de seguros de la película, que en principio tenía que ser policía.
Tal y como recuerda el escritor gaditano José Manuel Benítez Ariza: "Frente al folklorismo escapista o las grandes producciones de asunto histórico que difundían los valores políticos y sociales preconizados por el Régimen, un puñado de profesionales afincados en Barcelona hizo en esos años un cine de asunto rigurosamente contemporáneo, rodado casi siempre en las calles –y no en ampulosos decorados irreales–, protagonizado frecuentemente por actores poco conocidos y centrado en historias nada edificantes, casi siempre de personajes marginales que recurrían al crimen para intentar romper el círculo vicioso de la miseria y la falta de perspectivas."
La película, que celebra su 60 aniversario, es una muestra del excelente cine policíaco producido en Barcelona en los años 40 y 50.
Muerte al amanecer se suma al catálogo de Filmin, que ya contaba con una de las obras más conocidas de Josep Maria Forn, La piel quemada (1967), considerada una de las mejores películas de la historia del cine catalán.
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