ENTREVISTA A IVAN MASSAGUÉ Y JANA SAN ANTONIO - ASOMBROSA ELISA

Asombrosa Elisa es la nueva apuesta cinematográfica del director (y también guionista en esta película) Sadrac González-Perellón. Un thriller fantástico, que aporta ese estado de suspense, incertidumbre y cierta ansiedad, que nos genera un fuerte sentimiento de anticipación de los hechos y una gran expectativa por lo que puede pasar.

Sinopsis: Elisa es una niña de doce años que, tras la muerte accidental de su madre, intenta convencer a su padre de que posee los superpoderes de su heroína de comic favorita y que, con ellos, pueden vengarse de quien provoco el mortal accidente.

El reparto de la película está integrado por Silvia Abascal (Úrsula), Asier Etxeandía (Héctor), Iván Massaguè (Esteban) y la joven Jana San Antonio (Elisa), que debuta en el cine.

La película está disponible en nuestras carteleras desde el pasado 14 de octubre.

Asombrosa Elisa cuenta la historia de diversos personajes, aparentemente no relacionados, pero que tienen un nexo de unión común: un cómic titulado Asombrosa Beatriz. El espectador asiste a una narración que se mueve entre dos realidades aparentemente separadas. Nunca estará seguro de si esa chica es una persona, que se disfraza para sentirse mejor, o es la verdadera Beatriz del cómic.

Poco importa, pues al final todos estos personajes se darán cuenta de que sus vidas están unidas, sin saberlo, por una línea invisible que es uno de los puntos más interesantes de las historias de superhéroes. La necesidad de buscar una segunda identidad que te permita hacer cosas que siendo tú nunca te atreverías a hacer.

En el marco del reciente Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (Festival de Sitges) tuvimos la oportunidad de entrevistar a dos de los actores protagonistas, Iván Massagué y Jana San Antonio, quienes interpretan a padre e hija, respectivamente. Este es el resultado de la entrevista.

Carlos.- Para quien no sepa absolutamente nada de la película, ¿cómo definiríais Asombrosa Elisa?

IVÁN MASSAGUÉ.- Buf, empiezas fuerte (risas). Asombrosa Elisa es una película fuerte, potente, contenida emocionalmente, te lleva al extremo. ¡Estamos en el Festival de Sitges! Asombrosa Elisa es una película que juega con el fantástico desde un punto muy realista, sin artificios ni efectos especiales, pero es la antesala a lo que sería el susto y la sangre que tanto gusta en este Festival. Es esta contención a donde nos va llevando desde el principio Sadrac, el director, hay unas dos, tres historias paralelas, entrelazadas según va avanzando la película, y con un final bastante apoteósico. Emocionalmente es muy potente.

JANA SAN ANTONIO.-

Yo diría que son dos historias distintas, relacionadas en un punto, la muerte de mi madre. De ahí sale como una tercera historia fantástica, que tú como espectador puedes creerte si es verdad o no, queda como en el aire. Están relacionadas en ese punto y juntas acaban desenvolviéndose en un final....ya no digo más (risas)

Carlos.- ¿Cómo llegáis al reparto?

IVÁN MASSAGUÉ.- Uno de los productores, Coque, es amigo mio. Me explicó que buscaban un personaje que me propusieron, y yo dije que sí. Tanto Sílvia, como Asier, como yo, comentábamos que Sadrac nos ha puesto con este película en unos registros en los que no estamos acostumbrados a que nos vean. Esto es un reto para nosotros como actores, el poder hacer algo en lo que el espectador no está acostumbrado a vernos, y ver si eres capaz de hacerlo. La verdad es que se te encoge un poco el culo, pero dices, 'venga va, intentémoslo, vamos a lucharlo y defendámoslo'. Sadrac escribe muy anárquicamente, comienza la frase o la escena y de golpe no sabes cómo acabará, porque le mete un giro. Todo es muy sugerente y nuevo en esta película, es diferente. 

JANA SAN ANTONIO.- En mi caso fue un proceso muy duro. Al principio hice el casting a través de mi representante, todo bien, me cogieron, fui a Barcelona a hacer la prueba, pero después con la pandemia todo se retrasó mucho y, claro, yo había crecido para el papel. Volvieron a verme en Barcelona y por suerte salió todo bien. Seguía convenciendo al director y acabé en la película. 

Carlos.- En ese sentido, ¿cómo ha sido trabajar con Sadrac? Tiene un estilo narrativo muy peculiar, ¿también es peculiar dirigiendo?

IVÁN MASSAGUÉ.- Él es peculiar, Sadrac físicamente ya tiene esa presencia, esa cosa que te intriga, que dices 'este tío quiero saber quién es y cómo es' y, en ese sentido, nos hemos hecho amigos. Sadrac tiene una frase en el rodaje que es bestial, nos dijo 'todo lo que viviréis en el rodaje yo lo he vivido'. Y entonces te dices, 'Dios mío, esta película tengo que defenderla a muerte'. Por otro lado, él no repite tomas muchas veces, confía en los actores que ha elegido y hace plano secuencia, comienza la acción, se acerca a ti, se vuelve a alejar, se va a otro personaje, tira adelante, tira hacia atrás (todo eso sin cortar la toma), etc, con lo que tú como actor lo has de poner todo, es muy interesante su forma de trabajar, es muy diferente. 

JANA SAN ANTONIO.- Ha sido genial trabajar con Sadrac, siempre ha estado como muy conmigo, y se lo agradezco un montón. Tenemos un vínculo bastante fuerte y guay. Ha sido genial estar con él, a mi me dejaba mucha libertad como para expresarme en escena. Evidentemente, tenía que ceñirme al guión, pero me sentía muy libre de meter alguna frase nueva para que todo sonara más espontáneo. A mi me ha encantado trabajar con él. 

Carlos.- Iván, ¿cómo ha sido trabajar con Jana San Antonio? ¿Has sentido un plus de responsabilidad por el hecho de acompañarla en su debut ante las cámaras? 

IVÁN MASSAGUÉ.- Sí, evidentemente. Primero porque trabajas con pre-adolescentes, que siempre cuesta, pero tuvimos un trabajo precioso con Adrià, el coach de Jana. Él estuvo trabajando con ella desde bastante tiempo antes, y cuando yo llego ella ya tiene todo el trabajo hecho. Yo llego al ensayo, el texto lo tengo todavía un poco pez, pero ella no, ella ya lo tiene trabajado, y trabajado emocionalmente, con Adrià acompañándola en todo momento, así que tú solo te tienes que ocupar de echar la sal y la pimienta y acompañarla. El tono de la película ya lo marcaba ella. Así que tú te limitas a estar a su lado, intentar no fallar y darle todo. La verdad es que fue muy fácil, porque ya sabes que los jóvenes tienen mucha verdad, así que solo tienes estar escuchando y estar atento. Ha sido un viaje muy bonito con ella. 

Carlos.- Y tú Jana, ¿cómo ha sido trabajar con Iván? 

JANA SAN ANTONIO.- Pues me preparaba todo con Adrià (mi coach) y con Sadrac, pero en escena, claro, estaba con Iván, y la verdad es que ha sido genial estar con él. Es un chico que me ofrecía mucho que dar en escena, siempre nos estábamos dando mutuamente, y a mi me ha encantado estar con él. 

Carlos.- ¿Cuál ha sido vuestro mayor reto interpretativo en la película? 

IVÁN MASSAGUÉ.- Sin duda la contención. Por otro lado, yo no soy padre, así que intentaba imaginarme a una persona que quisiera muchísimo en esta vida. Yo hago de padre de Jana (Elisa, su personaje), y el hecho de perder a su madre, yo no sé en qué punto está ella, si ha pasado el duelo, si está en shock. Ella te dice que tiene superpoderes, y tú sabes que no los tiene. Tú no puedes volar, y ese es el tormento del padre, el temor de que Elisa abra la ventana y salte, porque ella cree que tiene superpoderes. Yo cuando era pequeño veía Superman, y yo recuerdo saltar de mi butaca del cine Balaña. Cuando se hizo esa película, algunos niños murieron los pobres por el puto Superman, porque pensaban que si él volaban ellos también podían. Yo salté de la butaca, y entre el currante de la linterna (como decía Eugenio) y mi madre me agarraron y por suerte no llegué al suelo. Yo me llevo eso, el miedo del padre, hasta qué punto la hija se cree que tiene poderes o no. Mi personaje es eso, Sadrac te lleva a sitios muy especiales, sin artificios, sin efectos especiales, y con mucha crudeza. Es un poco como el cine japonés antiguo. 

JANA SAN ANTONIO.- De las últimas escenas, hay una escena en la que hay muchísima tensión, solo tensión y más tensión, y era como muy duro mantenerla durante mucho tiempo porque hubo bastantes tomas. Fue bastante duro mantener esa tensión para que no se viera el personaje como cansado. Fue duro, pero lo acabamos resolviendo muy bien.

Carlos.- Iván, ¿cómo estáis viviendo estos días en Sitges?

IVÁN MASSAGUÉ.- ¡Muy bien! Yo vivo en Sitges, y es un momento muy dulce. Después del momentazo que supuso "El Hoyo", vivir en Sitges y poder volver a entrar por las puertas de este Festival a presentar una película tan sugerente como esta es una alegría inmensa. Es muy bonito. Ver que pasan los años y que sigues trabajando es algo muy especial.

Carlos.- ¿Qué habéis aprendido y con qué os quedáis después de haber hecho Asombrosa Elisa?

IVÁN MASSAGUÉ.- Ostras, es una pregunta muy genérica, valiente y muy difícil de responder. No sé... sonará muy así, pero te juro que para mi ser actor es algo que me ha costado mucho toda la vida. Conforme te vas haciendo mayor escuchas a los grandes actores que dicen 'cuanto más mayor te haces menos memoria tienes y más miedo da', pero sí que es verdad que lo que yo me llevo es haber tenido la oportunidad de hacer esta película, que te lleva tan al extremo, porque creo que ello te hace mejor persona. Empatizas mejor con la sociedad. Ahora se habla mucho de las enfermedades psicológicas, de los traumas, del daño que nos ha hecho la pandemia, hay mucha gente joven que está mal, por fin se empieza a hablar de los suicidios, algo que ha existido siempre, etc. Yo te he de decir que ahora tengo más miedo, voy con miedo, no soy tan chulo ni tan valiente y prefiero pasar más desapercibido, pero atendiendo a la vida y que la vida me atienda a mi, disfrutarla, no correr tanto y no cagarla por las prisas. Todos los papeles te enseñan muchas cosas, hasta el más tonto de comedia que te puedas imaginar. Aprendes mucho, y eso te hace empatizar más con la sociedad, que es muy importante. 

JANA SAN ANTONIO.- He aprendido muchísimas cosas, tanto profesionalmente, como actriz he aprendido muchísimas cosas de mis compañeros de reparto, y personalmente he aprendido muchísimas cosas, como estar con gente y sentirme tan acompañada como si fuera mi segunda casa. La verdad es que he aprendido un montón con esta película, es como un antes y un después en mi vida. Es mi primer rodaje, y me llevo muchas cosas.