Basada en los BestSellers de las memorias de David y Nic Sheff, padre e hijo, Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo narra la conmovedora e inspiradora historia de supervivencia, recaída y recuperación de una familia que lidió con la adicción durante muchos años, poniendo a prueba su amor y compromiso. A medida que Nic recae repetidamente, los Sheff se enfrentan a una enfermedad que no discrimina y que puede afectar a cualquier familia en cualquier momento.
La película, tras su paso por el Festival de Toronto, el Festival de Londres y la sección oficial del Festival de San Sebastián, ha sido nominada al Globo de Oro, al BAFTA, a los Critics Choice Awards y a los Screen Actors Guild Awards al mejor actor de reparto por el fantástico trabajo de Timothée Chalamet (Call me by your name).
Es la segunda vez que Timothée Chalamet es nominado al Globo de Oro y en Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo comparte protagonismo con Steve Carell (Café Society), donde interpretan a padre e hijo. Además de Chalamet y Steve Carell, encabezan el impresionante reparto Maura Tierney (The affair) y Amy Ryan (El puente de los espías).
La película está basada en los libros de David y Nic Sheff sobre sus experiencias reales con la adicción a las drogas de Nic y el impacto que tuvo en su familia.
La película está basada en los libros de David y Nic Sheff sobre sus experiencias reales con la adicción a las drogas de Nic y el impacto que tuvo en su familia.
Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo es el sexto largometraje de Felix Van Groeningen. Su película Los desafortunados, rodada en 2009, debutó en la Quincena de Realizadores de Cannes, alcanzó el primer puesto de la taquilla de habla flamenca y ganó el Tulipán Dorado en el Festival Internacional de Estambul. Alabama Monroe ha sido su película más exitosa hasta la fecha, un auténtico fenómeno en Bélgica y Holanda, llegando a estar nominada a la mejor película de habla no inglesa en los Oscar 2012. Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo es su primera película en habla inglesa.
Sobre la película
Por desgracia, el tema de las drogas es un hecho que siempre estará ahí, y que tiene consecuencias devastadoras no sólo para quien las consume, sino también para el círculo de familiares y amigos que rodean al consumidor. Esta película retrata con crudeza una realidad que espero que nunca nadie tenga que experimentar, crudeza que es necesaria para darnos una bofetada de realidad y nos haga conscientes de que esta realidad existe, está ahí fuera.
La película trata el tema de la adicción desde dos puntos de vista, el primero, el del joven enganchado a las drogas, que pasa por los diferentes estadios a los que te lleva esta enfermedad (desde la fase de no darle importancia, el "yo controlo", la fase de negación, la fase de falsa recuperación, etc.); el segundo punto de vista, el de los padres desesperados por la situación de su hijo, situación que no saben cómo tratar y que desespera ante la impotencia de luchar ante un monstruo de tamaño descomunal.
Las interpretaciones de Steve Carell y, sobre todo, de Timothée Chalamet son sublimes. El primero transmite a la perfección esa desesperación dentro de la pesadilla que supone este tema para los padres, mientras que el segundo deja a la luz todas las flaquezas humanas de quien es preso de esa telaraña de adicción y caos que suponen las drogas.
Mientras veía la película, el largometraje de Felix Van Groeningen se me hizo excesivamente largo. Sinceramente, no sé si es un error de montaje, el darle tantos minutos a la cinta, el alargar algunos planos de detalles que quizás no merezcan tanto tiempo, o, por el contrario, es algo que está hecho a posta, a modo de símil. La excesiva duración de la película, lo lento que pasan algunos planos no dejan de ser una metáfora, en el sentido de lo lento que debe pasar el tiempo para quienes deben lidiar con las situaciones que muestra la película. Si estamos ante lo segundo, sin duda alguna es una decisión brillante.
Puntuación Latidos por el cine: 7,5 sobre 10.
Por desgracia, el tema de las drogas es un hecho que siempre estará ahí, y que tiene consecuencias devastadoras no sólo para quien las consume, sino también para el círculo de familiares y amigos que rodean al consumidor. Esta película retrata con crudeza una realidad que espero que nunca nadie tenga que experimentar, crudeza que es necesaria para darnos una bofetada de realidad y nos haga conscientes de que esta realidad existe, está ahí fuera.
La película trata el tema de la adicción desde dos puntos de vista, el primero, el del joven enganchado a las drogas, que pasa por los diferentes estadios a los que te lleva esta enfermedad (desde la fase de no darle importancia, el "yo controlo", la fase de negación, la fase de falsa recuperación, etc.); el segundo punto de vista, el de los padres desesperados por la situación de su hijo, situación que no saben cómo tratar y que desespera ante la impotencia de luchar ante un monstruo de tamaño descomunal.
Las interpretaciones de Steve Carell y, sobre todo, de Timothée Chalamet son sublimes. El primero transmite a la perfección esa desesperación dentro de la pesadilla que supone este tema para los padres, mientras que el segundo deja a la luz todas las flaquezas humanas de quien es preso de esa telaraña de adicción y caos que suponen las drogas.
Mientras veía la película, el largometraje de Felix Van Groeningen se me hizo excesivamente largo. Sinceramente, no sé si es un error de montaje, el darle tantos minutos a la cinta, el alargar algunos planos de detalles que quizás no merezcan tanto tiempo, o, por el contrario, es algo que está hecho a posta, a modo de símil. La excesiva duración de la película, lo lento que pasan algunos planos no dejan de ser una metáfora, en el sentido de lo lento que debe pasar el tiempo para quienes deben lidiar con las situaciones que muestra la película. Si estamos ante lo segundo, sin duda alguna es una decisión brillante.
Puntuación Latidos por el cine: 7,5 sobre 10.
Seguramente muchas familias se verán identificadas en este film. (Por desgracia).
ResponderEliminarPero gracias al cine todos nos podemos hacer una idea de innumerables realidades.
Así es, tal cual, gracias por tu comentario.
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