Dos hombres desesperados emprenden un loco viaje a Gibraltar. León (Dani Rovira) es un taxista acosado por las deudas y enfadado con el sistema y el mundo en general y Diego (Joaquín Furriel) es un argentino tan encantador como embaucador que acaba de salir de la cárcel. En el camino, se cruzarán con Sandra (Ingrid García Jonsson), una alocada joven que está espantada del horror de vida que lleva. Tres personas sin rumbo que se embarcarán en la mayor aventura de sus vidas: encontrar el cargamento de oro perdido en los túneles del peñón de Gibraltar. Una aventura en la que los tres protagonistas descubrirán los verdaderos valores de la vida.
Esta buddy movie está dirigida por el argentino Alejo Plah (Sexo fácil, películas tristes). El reparto del filme está protagonizado por Dani Rovira (Mi amor perdido), Joaquín Furriel (El árbol de la sangre) e Ingrid García Jonsson (Ana de día).
Sobre la película
El cine, y por ende las películas, cumple muchas funciones. El cine sirve para hacer pensar a la gente; sirve también para enseñarnos realidades que, a lo mejor, nos quedan muy lejanas, con lo que nos acerca a las mismas; el cine sirve para recordarnos nuestros errores y evitar que volvamos a caer en los mismos; sirve también para enseñarnos las miserias y los peligros del mundo en el que vivimos, con lo que tiene un afán de protegernos; el cine también denuncia injusticias sociales, con lo que fomenta nuestro espíritu crítico; y, evidentemente, y ese fue el motivo de su nacimiento, el cine sirve, simple y llanamente, para entretener.
Y es en este último campo donde podemos encuadrar Taxi a Gibraltar, una película de hora y media de duración que tiene el "simple" propósito de que nos olvidemos de nuestros problemas durante ese lapso de tiempo y sacarnos unas sonrisas.
El objetivo lo cumple, pero en mi opinión, no es de esas comedias que pasarán a la historia. Con ello no quiero decir que la sea mala película, pero sí que es una película simplona y bastante llana en cuanto a su desarrollo.
Se agradece ver a Dani Rovira en un papel "algo distinto" a sus comedias habituales. Aquí no es el gracioso impretérito de la función, papel que asume el personaje interpretado por el actor argentino Joaquín Furriel. El personaje de Rovira es un cascarrabias de armas, con todas las situaciones cómicas que su forma de ser le acarrea. El papel más cómico de la función lo lleva el personaje interpretado por Furriel. Ambos acompañados por Sandra, interpretada por Ingrid García Jonsson, con un acento andaluz demasiado exagerado para mi gusto.
En definitva, y dicho sea con todos los respetos, comedia agradable pero olvidable.
Puntuación Latidos por el cine: 6 sobre 10.
Huy !! Que puntuación más bajita...
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