Nacer es un cortometraje de animación escrito y dirigido por Roberto Valle y producido por Carlos Valle, Ivan Miñambres y Néstor López.
Con una realización sensible, una animación llena de luz y un peculiar contexto, Roberto Valle aborda el nacimiento de la conciencia de un niño utilizando como metáfora la llegada de un hermanito. Una temática universal que pone en valor las historias sencillas y el regalo que supone pertenecer a una familia.
Desde su reciente estreno, Nacer acumula selecciones en mas de 35 festivales nacionales e internacionales, estando presente en citas tan prestigiosas como Varsovia o St. Louis, que califican a los Premios Oscar.
Sinopsis
España, 1994. Carlos es un niño que descubre que va a tener un hermanito. La noticia le maravilla pero con el paso de los meses todo cambia para él… Entonces llega el día del parto y Carlos debe enfrentarse a emociones que no conocía.
Roberto Valle - Biofilmografía
Nacido en 1995, Roberto estudió Guión de cine y tv en la escuela Séptima Ars de Madrid y animación 3D. Con 21 años dirige su primer corto, Segundito, que consigue en un año 100 Selecciones Oficiales y 15 Premios en Festivales de cine de todo el mundo.
Los hermanos Valle también son responsables de cortometraje La silla de la vida, un modesto trabajo de fin de carrera con el que han conseguido la admiración de miles de personas en todo el mundo, incluida la de los críticos y la prensa especializada, y que ha sido seleccionado en 40 festivales oficiales, incluido el Festival de cine de Cannes, y ha logrado 10 premios.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistarle, y este es el resultado de la entrevista:
Carlos.- ¿Qué es Nacer y como surge la idea de hacer este cortometraje?
Carlos.- Nada más iniciarse el cortometraje vemos agua, ¿es una metáfora sobre la vida?
Carlos.- En tu trabajo quedan latentes la importancia de valores como la familia. Háblanos de ello por favor.
ROBERTO VALLE.- Obviamente es algo que tanto mi hermano como yo tenemos muy grabado a fuego desde siempre, aquí en nuestro pueblo y en concreto en nuestra familia siempre estamos muy unidos. Toda nuestra infancia la pasamos juntos, con los abuelos, siempre en compañía de todos los que se puedan, haciendo comidas, hacer actividades de las de antes, de ir juntos a la aceituna, a la vendimia... Se pasa mucho tiempo juntos y al final no podemos imaginarnos la vida de otra forma que no sea así, así que sí le damos muchísimo valor a la familia, a lo que supone siempre estar acompañado, rodeado, y sentir ese cariño y esa seguridad que te da la familia que nunca falla.
Carlos.- En apenas dos minutos y medio desde que se inicia el corto vemos prácticamente todas las emociones por las que pasa el pequeño Carlos, ilusión, deseo, miedo, tristeza, preocupación y, más adelante, vemos enfado. ¿Cómo consigues transmitir eso a través de la animación?
Carlos.- Hasta en la animación vemos recursos narrativos, como ese paralelismo que se produce entre las luces del túnel y las luces del pasillo del hospital. ¿Cómo se te ocurre esa comparativa?
ROBERTO VALLE.- Eso es algo muy inherente a mi, porque tengo especial predilección en el cine por el uso del corte. Para mi lo más poderoso es la cámara, aunque estemos hablando de animación, cómo mueves la cámara o como usas la composición de los elementos dentro del encuadre, y por otro lado el montaje. Para mi esos son los dos elementos más fuertes que hay en el cine y con lo que prácticamente se pueden contar cosas maravillosas. Me gusta jugar mucho con cortes como muy simbólicos, que por un lado muestran una elipsis mayor o menor de tiempo, y ahí ya hay una historia o significado, y, por otro lado, que tiene un paralelismo con los elementos que contiene. Ese túnel es real, es el túnel por el que había que pasar en los años 90 para ir desde nuestro pueblo hasta el Hospital de Toledo. Yo tenía pensado que íbamos a mostrar ese viaje en el cortometraje y tenía claro que en algún momento íbamos a aparecer en el hospital. Una de las veces que fui a rodar en el túnel para ver cómo lo integraba en la historia, yo mismo me quedé ensimismado viendo pasar las luces una detrás de otra y fue como que ahí mismo me vino la imagen de como que te quedas perdido y apareces en otro lugar, y fue ahí donde surgió la idea.
Carlos.- ¿Es más fácil hacer animación para un cortometraje que si te planteas un largo o no tiene por qué?
ROBERTO VALLE.- Como te decía al principio, nos hemos tomado este corto de forma muy ambiciosa. Supongo claro que será más difícil hacer un largo, porque al final el período de trabajo es mayor, la cantidad de artistas es mayor, y es como que requiere de más energía y resistencia a largo plazo, pero en nuestro caso hemos ido a por todas, hemos tenido muchos artistas, hemos trabajado también durante mucho tiempo, también debido al tema de la pandemia, y doy por hecho que es más difícil hacer un largometraje por toda su logística, pero en definitiva al final no deja de ser lo mismo pero reducido.
Carlos.- Por último, ¿qué supone para ti y tu equipo estar en esta carrera de los Goya?
ROBERTO VALLE.- Es muy ilusionante, es una cosa que hasta ahora siempre había visto desde fuera, como que solo les puede pasar a otros, y de pronto tampoco puedes decir que nunca te lo hubieras imaginado, porque cuando te dedicas a esto y luchas por cada trabajo siempre esperas algo así, pero es cierto que cuando llega no te lo acabas de creer. Es muy bonito por la ilusión que tienen todos los de tu alrededor. Yo soy muy reacio entre comillas a todo lo que es ese lado del reconocimiento, de los premios, etc. porque a mi lo que me gusta y apasiona es trabajar, pero cuando veo que los demás están tan contentos, que se ilusionan y ves esa felicidad real, te da una gran alegría. Vamos a luchar todavía más para ver si llegamos un poquito más lejos, y a vivir la experiencia y disfrutarla.
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