ENTREVISTA A ALBERTO VÁZQUEZ - DIRECTOR DE "UNICORN WARS"

Unicorn Wars es el nuevo trabajo de Alberto Vázquez, y que está disponible en las pantallas españolas desde este viernes 21 de octubre, después de tener su première española formando parte de la Sección Oficial del Sitges Film Festival.

Unicorn Wars narra la historia de la ancestral guerra entre el ejército osito y los unicornios en una fantástica fábula antibélica que, mediante la fantasía animada, reflexiona sobre el origen del mal.

La película que tuvo su première internacional en Annecy 2022, el festival de animación más importante del panorama audiovisual, está distribuida por Barton Films y es una producción de Chelo Loureiro de Abano Producións, Iván Miñambres de Uniko, y el francés Nicolas Schmerkin de Autour de Minuit y Schmuby, en colaboración con RTVE, TVG, ETB y Movistar+.

El cortometraje Sangre de Unicornio es el germen de la historia de Unicorn Wars. Este cortometraje, realizado en 2013, hablaba sobre el bullying y el maltrato psicológico en una historia protagonizada por dos ositos que cazaban unicornios.

6 años de proceso, más de 250 profesionales, 1.453 planos, más de 50 personajes y 124.515 fotogramas son algunas de la cifras de este universo imaginado por Alberto Vázquez. Uno de los principales retos en la animación de esta película, ha sido la convivencia de la animación tradicional con la animación 3D para los personajes de los unicornios. En esta historia ha trabajado un gran equipo artístico y técnico que ha hecho crecer y evolucionar Unicorn Wars.

Sinopsis: El ejército osito adoctrina a jóvenes reclutas para la guerra que libran contra los unicornios y amenaza la seguridad del pueblo osito. Los hermanos Azulín y Gordi, junto a un inexperto grupo de reclutas, serán enviados a una peligrosa misión para salvar el Bosque Mágico. ¿Estarán los ositos preparados para ello?

Además de Annecy 2022 y Sitges Film Festival, la película viajará por muchos festivales en los próximos meses, entre ellos el Festival de Melbourne, Ottawa, Fantastic Fest y BFI London.

ALBERTO VÁZQUEZ (A Coruña, 1980)

Director de cine, guionista, ilustrador y autor de cómics. Sus libros han sido editados en países como España, Francia, Italia, Brasil, Turquía, China o Corea, y sus ilustraciones han aparecido en medios impresos de todo el mundo. Ha escrito y dirigido exitosos cortometrajes de animación como “Birdboy”, “Sangre de Unicornio”, “Decorado” y “Homeless Home”. Sus trabajos han ganado tres Premios Goya, alzándose con el Goya al Mejor Cortometraje de Animación en 2012 por “Birdboy”, y en 2017 con los Premios a Mejor Largometraje y Mejor Cortometraje de Animación por “Psiconautas, los niños olvidados” y “Decorado”, respectivamente. Ha obtenido más de 200 premios internacionales y sus obras han sido exhibidas en prestigiosos festivales de todo el mundo como Cannes, EFA Awards, Toronto, Annecy, Clermont-Ferrand, Animafest Zagreb, Premios César o Slamdance. En 2015 realizó su primer largometraje de animación “Psiconautas, los niños olvidados”, del que es director, guionista y director de arte, y que está basado en su novela gráfica del mismo nombre. Este año estrena su nuevo largometraje, Unicorn Wars, su proyecto más complejo y ambicioso hasta la fecha.

En el marco del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (Festival de Sitges), tuvimos la oportunidad de entrevistar al director gallego. Éste es el resultado de la entrevista:

Carlos.- ¿Qué es Unicorn Wars?

ALBERTO VÁZQUEZ.- Unicorn Wars es una película que cuenta el conflicto de una guerra entre los ositos y los unicornios que habitan en el bosque mágico. Es una guerra religiosa y política, pero la verdadera historia es una guerra interna entre dos protagonistas, entre dos ositos mellizos que se aman y se odian a partes iguales por el amor de su familia, por el amor a su madre. La película cuenta cómo esas dos tramas y cómo esta película que parte del género acaba siendo otra cosa, acaba contándote una guerra interna, una guerra religiosa y cómo las tramas se entrecruzan. 

Carlos.- ¿Cuánto tiempo cuesta tirar adelante una película de animación de estas características? 

ALBERTO VÁZQUEZ.- Mira, todo el proceso fueron seis años, pero realmente la producción, preproducción y postprroducción, puede andar cerca de los tres años. Son películas difíciles de financiar, la animación es cara, es compleja, tiene mucho de técnico y de tecnológico. Nosotros somos una empresa que no somos un gigante, somos productoras de cine independiente. Es una película que tiene mucho reto técnico, porque tiene batallas de caballos, en este caso unicornios. Los unicornios no son fáciles de animar, y a veces hay treinta unicornios en pantalla. Todo ha sido bastante complejo. Y todo esto ha sido trabajando en remoto, en pandemia, pero bueno, aquí estamos. 

Carlos.- Si hacer cine convencional en este país ya cuesta, costará todavía más hacer cine de animación. ¿Os ha costado mucho encontrar financiación?

ALBERTO VÁZQUEZ.- Costar ha costado. Los productores ya los tenía desde el principio, ya hicimos un cortometraje antes, 'Sangre de Unicornio' (2013), que es el germen de esta historia. Y he tenido la suerte de tener unos productores que creen en este punto artístico, porque al final Unicorn Wars es una película un poco inclasificable, para la que cuesta encontrar un público adecuado para ella, porque es demasiado arti para el sector de la animación, pero es demasiado violenta o demasiado extraña para el cine de autor. Encuentra su camino aquí, en sitios como Sitges, donde la oscuridad se considera un tipo de belleza. Ha costado, son películas caras. Nosotros nos parecemos más a un estudio de videojuegos que a una producción de ficción, en el sentido de que tenemos oficinas, software, ordenadores, procesos largos, etc. 

Carlos.- ¿Tomaste algunos referentes a la hora de pensar en las escenas de batallas, algunos referentes del cine bélico?

ALBERTO VÁZQUEZ.- No, los referentes son más que nada conceptuales. Hay referentes al cine bélico,  al Disney más clásico, hay referentes religiosos, a la Biblia, a los códices medievales, hay referencias al anime, a la ilustración clásica, al cómic underground. Es una mezcla de estilos, no tengo un referente único. Son todo cosas que me gustan, cosas que están en el subconsciente y que se mezclan para hacer una película que al final es una película bastarda. 

Carlos.- En la película no solo escribes y diriges, sino que además eres director de arte. ¿Cómo fue el proceso de compaginar todas esas funciones?

ALBERTO VÁZQUEZ.- Bueno, yo soy una persona bastante controladora (risas), y yo vengo del mundo del cómic y de la ilustración. Para mi es muy natural trabajar en el arte, lo que es el diseño del escenario, diseño de personajes, etc. Me gusta controlarlo yo desde el primer punto. Después evidentemente entra un equipo de artistas que me ayudan, ya que el cine de animación es un trabajo de equipo. Me gusta que las historias tengan personalidad, sentirlas mías de alguna manera, y en estas películas hay algunas cosas muy interesantes, como por ejemplo el uso del color. El color es narrativo, es simbólico, es expresivo, un color para nada naturalista. El color narra y evoluciona con lo que está contando la historia. La película empieza con unos tonos pastel, un punto cómico todo, mucho fucsia, mucho rosa, y a medida que todo se va poniendo difícil los colores se van desaturando, llegamos a tramas cromáticas desaturadas, grises, rojizos, hasta el final que tienen una batalla en tonos magentas y amarillos, y mucha sangre. 

Carlos.- Demuestras que con la animación se puede de hablar de problemas reales del día a día.

ALBERTO VÁZQUEZ.- Totalmente, es que tú aunque hables de fantasía, la fantasía siempre tiene una pata en la realidad, y a veces impacta más hablar desde la alegoría o desde la metáfora, que no desde algo más directo y más obvio. Esto es un cuento, una fábula o una antifábula, como quieras llamarla, para hablar de problemas que tristemente son contemporáneos y que están de actualidad. Hace seis años cuando empecé esta película no sabía que íbamos estar en un conflicto en el corazón de Europa. Ha sido como una mala casualidad, pero quizás ahora esta película pueda tener otra lectura que yo pensaba que no iba a tener. Al final este tema de trabajar con animalitos lo hace todo como más universal, lo hace más anacrónico, no tiene un tiempo ni un lugar definido, no sabes muy bien si esta película estéticamente es francesa, española o japonesa. No lo sabes muy bien, y eso es interesante, porque es universal.

Carlos.- ¿Cómo ves la evolución de nuestro cómic en España?

ALBERTO VÁZQUEZ.- Pues veo que nuestro cómic ya lleva muchísimos años en los que se ha evolucionado y se ha salido un poco del guetto de las tiendas de cómic para convertirse, que ya lo era, en un medio más. Se ha quitado los complejos. Hay grandes autores, grandes historias. Es un medio para contar historias, y hay mil estilos, mil maneras de enfocar, y lo veo bien. Lo veo un medio superpotente. Ahora, que se venda mucho es difícil, son libros, y los libros no se venden, exceptuando bestsellers. Le pasa a la gente que escribe narrativa, quitas unos cuantos bestsellers y esto es complicado. 

Carlos.- La última Alberto, ¿qué supone para ti estar aquí en Sitges?

ALBERTO VÁZQUEZ.- Pues un orgullo y una satisfacción, es la única película de animación en competición. Yo creo que este es el público de esta película, es un público cautivo que ama el terror, la oscuridad. Es el público que yo creo que va a poder disfrutar esta película. Estrenarla aquí, con el equipo y delante de 1.300 personas en el Auditori, es completamente un honor.