La hierba del Diablo es una película de terror donde se mezclan el suspense, la intriga, el miedo… en torno a una espeluznante historia basada en hechos reales.
Esta coproducción de Colombia y España es un thriller dirigido por Ángel Ayllón y protagonizada por la actriz y modelo colombiana Lina Cardona, quien junto al destacado español Max Marieges y al talentoso influencer hispano-marroquí Hamza Zaidi, envolverán al público en una angustiosa atmósfera de tensión increíblemente efectiva de la cual solo escaparán al llegar al final de la historia.
Sinopsis: Dos hombres salen de la ciudad para comenzar un nuevo proyecto de trabajo, pero se encuentran a Érika (Lina Cardona) en el camino, una “vulnerable” y bella mujer que necesita ayuda después de sufrir un problema mecánico con su carro. Santiago (Max Marieges) y Mauro, su representado (Hamza Zaidi) deciden ayudarla llevándola a su remota y desolada casa en donde ella asegura que vive sola, pero en realidad convive con los más oscuros traumas y secretos familiares que esconden una tenebrosa presencia malévola.
La hierba del Diablo, según el director, Ángel Ayllón, “nace de una investigación realizada acerca de una pócima que podría simular la muerte de una persona para luego resucitarla. Según la investigación, la llamada ‘zombificación’ es una práctica común en Haití, realizada por especialistas en estos rituales. La película está basada en estos hechos reales pero la historia es una ficción que intenta mostrar esta oscura práctica”.
El rodaje se llevó a cabo en Bogotá, en carreteras de Siberia y Mosquera y en las montañas de la Conejera. Parajes solitarios donde el equipo de producción sufrió bastante, expuestos al frio, a la lluvia y tuvieron que construir cementerios en ese paraje, donde se rodó durante 12 noches.
La hierba del Diablo está producida por Take One Producción y llega a los cines este viernes 26 de abril de la mano de la distribuidora Cinemaran.
Gracias a nuestras amigas Nieves Peñuelas, y Rosa García de Featurent, hemos tenido la oportunidad de entrevistar al director de la cinta, Ángel Ayllón, y a uno de sus protagonistas, el actor Max Marieges. Éste es el resultado de la entrevista.
Carlos Penela.- Ángel, ¿cómo surge la película?
ÁNGEL AYLLÓN.- Mira, la película surge por una investigación que estuve realizando con algunos de los productores. Me comentaron que en Haití había una pócima, que se llamaba la hierba del diablo, y que esta pócima lo que hacía era que cuando la persona la bebía, prácticamente moría, pero no al 100 %. Su corazón latía cuatro veces por minuto, pero la gente la daba por muerta. Entonces lo que hacían era que la enterraban y enseguida la sepultaban. El mismo hechicero que le dio el brebaje le decía a la familia que él los podía revivir, que lo desenterraran, pero que le tenían que dar dinero. Entonces le daban dinero al hechicero, lo desenterraban, él le daba el antídoto y la persona volvía nuevamente a la vida, pero, lógicamente, como había estado ya un tiempo prácticamente casi muerta, su motricidad era muy diferente, su pensamiento era muy diferente y prácticamente parecía un zombi, o sea, quedaba como zombificada. Cuando nos dimos cuenta que esto existía y que también la usan para esclavizar personas, por ejemplo, si una persona le debe a otra una deuda o le es infiel, la persona afectada llama al hechicero para que le dé el brebaje a la otra persona y la esclavice. Le dan el brebaje para que prácticamente la persona quede muerta, la revivan y la dejan como esclava. es una práctica actual que existe, que lógicamente no es legal, pero que se han descubierto por medio de las investigaciones. Estas investigaciones las están haciendo inclusive científicos desde el año 1975. Por ello, estuvimos mirando los datos, y nos dijimos "qué bueno dar a conocer que esto existe por medio de una película", de una ficción, como es La hierba del diablo.
MAX MARIEGES.- Yo quería añadir que para mi, al final, lo interesante que tiene "La hierba del Diablo" es que habla sobre sobre algo que hemos recibido desde el cine de Hollywood, que son los zombies, que es algo absolutamente irreal y muy fantástico, pero aquí se habla desde lo que es el origen y de lo que es la realidad de los zombies, porque los zombies existen, y se dan en la región del vudú, en Haití. La realidad, que no es magia, es casi más atroz, más terrorífica, que la magia que nos venden o la fantasía del hecho de los zombies en Hollywood. La película está reproduciendo algo que es cierto, y es lo que pasa en Haití. El vudú es una religión que es sincretista, mucho más allá de lo que nos ha llegado aquí, lo del muñequito y las agujas. El tema es que hay unos sacerdotes ahí que son un poco los que controlan a la población, que te dicen "si no haces lo que yo digo o si actúas mal en base a las las normas que yo impongo, vas a tener un castigo, que es que te vas a transformar en un zombi, que es un muerto viviente". Les venden eso como un castigo divino, pero en realidad, si tú haces algo que va en contra de las órdenes del sacerdote, el sacerdote se encarga de que te administren tetrodotoxina, que es la toxina del pez globo, junto con otras hierbas, y te deja en estado catatónico. Además como Haití es, de toda América, el país que tiene menos médicos por habitante, pues viene un médico y lo único que hace para certificar tu muerte es que te toma el pulso y, en ese estado en el que tienes cuatro pulsaciones por minuto, dicen "este está muerto". Tu familia te entierra, el sacerdote va al cabo del día siguiente o al cabo de dos días, te desentierra y te administra la hierba del diablo, que es lo que lo que contiene la burundanga o escopolamina, y ahí te tiene como esclavo hasta que te mueres en sus tierras. El tema de los muertos vivientes es que, en principio, lo que dicen es que la sal es el antídoto. Cuando se les da sal o se les alimenta con sal por descuido, ellos recuperan la conciencia y su voluntad y algunos vuelven a sus casas. Imagínate que se han dado casos de alguien que enterró a su hermano hace ocho años pensando que estaba muerto y de repente le aparece el hermano hecho polvo, lógicamente, porque ha estado drogado cada día y esclavizado. Son zombies, son muertos vivientes que vuelven de la muerte. En realidad de lo que vuelven es de un viaje de droga bonito...
Carlos Penela.- Max, ¿nos puedes hablar de tu personaje?
MAX MARIEGES.- Mi personaje es Santi, el representante, manager de un influencer. Con él están de gira por Colombia. Santi es una persona que tiene bastante diferencia de edad con el influencer, tiene que contenerlo bastante en todos sus caprichos y en todo lo impulsivo que es el personaje de Mauro, que es el que hace mi compañero Hamza Zaidi. Mi personaje está un poco en eso, entre la contención y el acompañar a su representado, con el que tiene muy buen rollo, pero también con la prudencia y con el intentar que su representado no se descarrile. Además, Santi tiene un jefe que como le pase algo al chaval, lo mata. Está está ahí entre esas dos aguas, intentando apaciguar o apagar un poco las llamas del furor que lleva Mauro, que es un chaval joven al que todo le va bien y que tampoco se plantea cuáles son las consecuencias de sus posibles actos, y este jefe que, bueno, tienes que atarlo en corto, pero siendo diplomático. Esa diplomacia es un poco de lo que tiene que tirar un montón en su trabajo.
Carlos Penela.- Ángel, ¿cómo llegan Lina Cardona, Max Marieges y Hamza Zaidi al reparto?
ÁNGEL AYLLÓN.- Lina es una actriz con la que he trabajado en muchas ocasiones. Es una mujer muy, muy polifacética, te hace humor, te hace drama, te hace terror. Necesitaba a alguien así, porque tenía que ser una chica muy dulce, que fuera muy sensual, pero que con el transcurso de la película se convirtiera en una bruja malévola. Necesitaba a alguien que me diera esa característica, y Lina era perfecta. Respecto a Maxi, Maxi es un actor con el que ya he trabajado en un par de películas anteriormente, era una persona de la que ya conocía su trabajo, es un hombre que, a pesar de ser un stand up comedy, además te da mucha seriedad, que es lo que necesitaba, un hombre que te diera esa seriedad para que fuera el manager de un loco como es Hamza, un muchacho joven, lleno de adrenalina e influencer. Yo necesitaba que hubiera un influencer dentro de esta película, tú sabes que los influencers generalmente se dan a su público, cuando viajan les gusta mostrarles todo, les gusta darles todo este tipo de cosas. Dije, bueno, tiene que ser un influencer que esté dichoso viajando por Latinoamérica y que, aparte de eso, que desconozca los peligros que tiene Latinoamérica que son en realidad más grandes o diferentes, por lo menos, a los de España. Creí que Hansa era ideal, es influencer, actúa y es joven, es ese joven lleno de adrenalina que ve una chica bonita y no le da pena ir a tratar de ligar. Por esa razón fue que escogí a estos tres personajes.
Carlos Penela.- Y tú Max, ¿cómo ha sido trabajar con tus compañeros, con Lina, con Hamza y con el director, con Ángel?
MAX MARIEGES.- Pues la verdad que muy bien, ha sido una maravilla. Lo que sí que hay que decir es que los plazos de rodaje en Colombia fue algo que aquí yo creo que no se lo creería nadie. Por ejemplo, la última sesión de rodaje fueron 22 horas, que está muy bien, porque te arma de muchas cosas, pero que rodamos la película creo que en 15 días, esto en España es inconcebible. La agilidad que te pedía esto, el cambio de registro en todo momento, era brutal. Ha sido muy exigente a ese nivel y muy exigente también a nivel de pocos ensayos también. Al final esto era un hándicap que podíamos tener, pero esto se suplía con la gran dirección de Ángel, que me parece un director maravilloso, una gran persona y aparte me parece increíble cómo trabaja con los actores, con el cariño, la atención y la profesionalidad con la que lo hace, y cómo lleva a todo el equipo de rodaje, que son un equipo muy cohesionado y que es una maravilla verlos trabajar. Ángel es increíble, me parece un profesional alucinante, muy prolífico y con una profesionalidad increíble, en serio, es una pasada. Por otro lado, esta celeridad que teníamos o este calendario tan apretado de grabaciones, también se hizo muy llevadero, aparte de por el resto del equipo, por el equipo artístico que son Lina y Hamza. Hamza y yo somos amigos desde antes de la película, y con Lina no coincidí por poco en una película que se llama "Ni de coña", que está en Netflix, ella iba a hacer un papel pero no pudo en ese momento por temas de maternidad. Durante el rodaje lo pasamos super bien los tres, nos reíamos muchísimo entre escenas, entre toma y toma, nos lo pasábamos muy bien, había muy buen rollo, y eso se agradece muchísimo.
Carlos Penela.- Ángel, ¿dónde rodasteis y cuáles fueron las condiciones del rodaje?
ÁNGEL AYLLÓN.- Rodamos en las afueras de Bogotá, en unas montañas. Bogotá es un área que está rodeado de montañas y, lógicamente, necesitamos un espacio en donde hubiera una casa muy sola. ¿Por qué razón? Porque es el sitio ideal donde no puedes pedir ayuda, donde los gritos no importan, donde pasan todas esas cosas. Además de eso, necesitábamos construir como una especie de cementerio, que era el que tenía esta chica. Todo eso nos lo daba las montañas. Lógicamente, sabíamos que el rodaje iba a ser muy duro, muy intenso, fueron prácticamente 14 noches con un rodaje de más o menos de 14 a 16 horas cada día. Fue duro la verdad, teníamos que cavar tumbas, hay muchos animales en esta área de la sabana (culebras, hay mucho zancudo), la lluvia, etc. Sí, nos tocaba mucho todo este tipo de desafíos que nos retrasaban la producción, pero bueno, al final el producto muestra en su fotografía lo que en realidad queríamos que mostrara.
Carlos Penela.- Max, en el currículum que tienes de cine, televisión, predomina mucho el tema de la comedia, ¿cómo te has sentido en este thriller con tintes de terror?
MAX MARIEGES.- La verdad es que muy bien. Este país encasilla bastante y al final es un poco como "a ver, necesitamos un actor de comedia con estas características" y vienen a por ti (por suerte). Pero yo siempre he disfrutado muchísimo el drama y siempre he dicho que es mucho más difícil hacer comedia que hacer drama. El drama al final, quieras o no, es más universal, en cuanto a que es muy fácil que te duela algo lo mismo que a mí: perder a un familiar, perder un ser querido, el dolor físico te duele igual a ti que a mí, etc. Sin embargo, tú a lo mejor no te ríes de lo mismo que yo, y a lo mejor yo me río de algo que a ti te ofende y viceversa. Al final, en el drama, más allá de la construcción del personaje y demás, si tú tienes unos mecanismos, si tú tienes unas herramientas que es sentir, es muy fácil que puedas transmitir eso. En cambio la comedia tienes que sentir, pero aparte tienes que dominar mucho los tempos, tienes que dominar mucho la energía y además es algo tan cabrito que o lo tienes o no lo tienes. Yo con el drama siempre he disfrutado muchísimo, de hecho hay otra película de terror que se va a estrenar y que protagonizo, pero aún no puedo hablar de ella. He hecho otros proyectos de drama, yo me siento muy bien tanto en el drama como en la comedia, disfruto mucho las dos cosas. El tema es que en la comedia, lo que sí que tiene de bueno o adictivo, es la risa, y ese es un feedback que tienes más inmediato que no con el drama.
Carlos Penela.- Viendo la película, uno piensa en tema de sectas, cómo captan a gente, da todo mucho miedo. Ángel, ¿cuál crees que es la mayor secta ahora mismo, en sentido amplio, el mayor mal que hay ahora mismo entre nosotros?
ÁNGEL AYLLÓN.- Yo creo que lo que más caracteriza, lo que más hace crecer el mal en esta época de la vida en la que nos encontramos, es la indiferencia del bien. Los que buscan hacer lo bueno son indiferentes ante lo malo, y los que buscan hacer lo malo se aprovechan del bueno fácilmente, porque el bueno es indiferente y la justicia es indiferente en la actualidad. Y nos damos cuenta, por ejemplo, con esta pócima. Se sabe que existe, se conoce las áreas donde está, pero en realidad las autoridades pasan indiferentes o inadvertidas ante este tipo de cosas. Creo que es la indiferencia de la justicia la que hace crecer el mal en la actualidad.
Carlos Penela.- Max, con tu extenso currículum en cine, teatro, televisión, incluso en radio, ¿qué valoración harías del estado de salud actual del sector audiovisual en nuestro país?
MAX MARIEGES.- Es complicado porque hay cosas muy buenas y cosas malas. El cine, por ejemplo, está sufriendo muchísimo porque hay muchos productos en las distintas plataformas, la gente se está acostumbrando mucho a consumir ficción en casa y van menos al cine. Es algo que me sabe mal que se esté perdiendo, porque realmente ir al cine es un evento y es una experiencia super chula, pero sí que es verdad que hay mucho más trabajo, hay más oferta y hay muchos más formatos distintos. Hoy en día tienen salida desde miniseries a series más grandes. Antes había muchos actores que no querían hacer series y ahora ya nadie duda en hacer una buena serie. Digamos que lo que sí que tiene de bueno es eso, que hay mucha más oferta gracias a las plataformas.
Carlos Penela.- ¿Qué habéis aprendido y con qué os quedáis de haber hecho La hierba del Diablo?
ÁNGEL AYLLÓN.- Aprendí mucho en realidad, porque es mi primera película de terror. Yo había hecho drama y había hecho mucho humor, me gusta mucho el humor. Me había pasado con un drama, que se llama "Milagro de fe", en el que yo mismo me sorprendí de esa película tan hermosa. Cuando me lancé a hacer terror, sentía que había salido a un género nuevo y empecé a revisar qué planos iba a utilizar, cómo iba a asustar, para mí fue todo un desafío. Aprendí a utilizar elementos nuevos de mayor manera, como es el sonido, el audio como tal. Yo generalmente no duermo, y entonces cuando me dan las dos o tres de la mañana, para no despertar a mi esposa, pongo el televisor y lo pongo siempre sin volumen. Cuando veo una película de terror sin volumen, no me asusta nada. Cuando empecé a hacer la de terror dije "tengo que tener mucho en cuenta el audio, los sonidos, los impactos, las percusiones, los golpes". Entonces, aprendí mucho desde ese punto de vista, aprendí a no asustar donde todo el mundo piensa que se va a asustar y así crear mucho susto donde la gente piensa que no va a pasar absolutamente nada.
MAX MARIEGES.- Yo he aprendido muchísimo. El trabajar en una película con Hamza Zaidi ha sido maravilloso. Con Lina Cardona también, ha sido increíble, siempre hubo muy buen feeling. Con Angel Ayllón yo había trabajado, él era el productor ejecutivo de "Ni de Coña", y esta vez ha sido como director, y ha sido un super placer. El tema es que yo también estuve como asesor de guión en la película, y estuve con Fernando Ayón, que es director también y con el que también somos amigos, trabajando mucho en la investigación de lo que es el vudú, el sincretismo, el cómo hacen el tema de la zombificación y el argumento. Con lo cual, esta película ha sido, desde mi posición, algo muy 360 grados, ha sido como algo muy completo y algo que lo he disfrutado muchísimo.
Me ha gustado mucho la entrevista, y me ha impresionado el dato de haber rodado la cinta en tan solo 15 días. Que pasada!!
ResponderEliminarGracias Carlos.