miércoles, 15 de octubre de 2025

ENTREVISTA A MICHAEL SHANKS, DIRECTOR DE "TOGETHER" - SITGES FILM FESTIVAL

Michael Shanks 
ha acudido al Festival de Sitges a presentar su última película: Together
El director australiano ha presentado esta película de body horror para los amantes del cine fantástico y de terror en la 58ª edición del Festival como película en competición.

Michael Shanks  había dirigido cortometrajes como Rebooted, o series de televisión como The Wizards of Aus.

Dave Franco (The Disaster Artist, Malditos Vecinos) y Alison Brie (Mad Men, Community) interpretan a una pareja en crisis que se muda al campo, donde descubren una cueva con una fuerza sobrenatural. Al beber de su agua, comienzan a sentir transformaciones físicas y emocionales. Una experiencia de body horror intensa e inquietante que critica la codependencia en las relaciones de pareja.

Gracias a nuestrxs amigxs de Diamond Films hemos podido entrevistar al director de Together, Michael Shanks. Este es el resultado de la entrevista:

Carlos Penela.- Esta es tu primera película como director, ¿Qué te llevó a contar esta historia sobre la fantasía corporal, el matrimonio y la relación de pareja?

MICHAEL SHANKS.- Llevo casi diecisiete años en mi relación de pareja, así que llevo bastante tiempo. Escribí esta película hace unos siete años, cuando mi pareja y yo empezábamos a vivir juntos. En ese momento me di cuenta de que teníamos los mismos amigos, comíamos lo mismo, respirábamos el mismo aire... y sentí que ya no vivía mi propia vida, sino una vida compartida. Me pareció interesante la idea de qué pasaría si dos personas se entrelazaran tanto que no solo compartieran la vida, sino también la carne y la sangre. Me pareció una gran forma de explorar esos temas que me interesaban, pero también una oportunidad para imaginar una decena de locas escenas de body horror, que es un género que adoro. Y pensé: “sí, esto es lo que quiero escribir”.

Carlos Penela.- ¿Crees que es posible que alguien sea feliz en una relación marcada por la monotonía, cuando esa rutina a veces puede confundirse con la armonía?

MICHAEL SHANKS.- Sí, creo que sí. La película trata precisamente de esas ansiedades relacionadas con entregarse completamente a alguien. Pero al final del film, uno espera que la pareja consiga encontrar esa armonía. Ya lo he dicho: llevo casi diecisiete años con mi pareja y la adoro. La película habla del miedo a entregarte por completo a otra persona, pero también sugiere que quizá valga la pena hacerlo, que puede haber algo hermoso en sacrificar parte de tu individualidad por amor.

Carlos Penela.- ¿Cómo fue trabajar con Alison Brie y Dave Franco, que, además, son pareja real?

MICHAEL SHANKS.- Trabajar con Alison y Dave fue un sueño hecho realidad. Cuando aceptaron el proyecto no me lo podía creer. Pensé: “¿Por qué están haciendo esto? ¡Son demasiado buenos para mí!”. Pero fueron encantadores, apasionados y generosos. Mis agentes me dijeron que me habían arruinado cualquier otro actor, porque nunca volvería a trabajar con alguien tan bueno. Creo que tenían razón. 

Carlos Penela.- En estos días te han hecho muchas preguntas sobre la trama. Personalmente creo que lo mejor para una película es no hablar demasiado de ella. ¿Hay muchas personas que te pregunten por esos momentos especiales que podrían revelar demasiado?

MICHAEL SHANKS.- Sí, muchas. (Ríe) Sí, la idea es que el público entre al film lo más virgen posible. Creo que Neon hizo un gran trabajo con el tráiler, sin mostrar demasiado. David Lynch decía algo muy cierto: uno hace una película y luego todos quieren que hables de ella, pero la película ya está hablando. Y pienso igual. Sin embargo, hablar del film es también lo que anima a la gente a verlo. Hay cosas que no quiero revelar, pero también es cierto que la historia es inevitable; una vez conoces la premisa, la película se recrea en ella y la lleva hasta su conclusión lógica. Por eso es mejor llegar sin saber demasiado.

Carlos Penela.- Una pregunta sobre los personajes principales, como son pareja también en la vida real, ¿tuvo sentido contar con una coordinadora de intimidad o algo parecido?

MICHAEL SHANKS.- Sí, tuvimos una coordinadora de intimidad en el rodaje, pero solo para los dobles de cuerpo. No la utilizamos con Dave y Alison, porque están casados y son muy naturales el uno con el otro. Se sienten cómodos. Pero cuando preparábamos la luz y la cámara, teníamos dobles de su misma estatura, porque Dave y Alison a veces estaban en maquillaje, poniéndose prótesis. Esas personas, claro, no eran pareja, así que necesitaban cierta supervisión para sentirse cómodas. Con Dave y Alison no hacía falta. Habría sido cómico tener a alguien diciéndoles: “¿Estás bien tocando a tu marido? ¿Y tú, a tu esposa?” (ríe).

Carlos Penela.- Me gustaría preguntarte si hubo alguna inspiración en la ciencia o en el mundo natural que te ayudara a formular esas conexiones físicas que vemos en la película.

MICHAEL SHANKS.- Sí, fue interesante. Hay un pez llamado anglerfish —el pez rape—, que habita en las profundidades del océano. En su ritual de apareamiento, el macho, que es diminuto, muerde a la hembra y acaba fusionado con ella, absorbido por su cuerpo. Esa idea me pareció fascinante, aunque biológicamente es rara: la fusión completa durante la reproducción casi nunca ocurre en la naturaleza. También investigué un fenómeno llamado inosculation, en el que dos árboles crecen y se entrelazan hasta compartir corteza. Esa imagen me sirvió como referencia. Más allá de eso, todo lo demás salió directamente de mi cerebro.

Carlos Penela.- En las escenas más marcadas por el body horror hay también mucho humor negro. ¿Fue una forma de mitigar el impacto para un público más generalista?

MICHAEL SHANKS.- Totalmente. Mi formación viene de la comedia; antes de esta película, todo lo que había hecho eran sketches y cortos cómicos, comedia con mayúsculas. Cuando empecé a escribir el guion, mi idea era crear una película de terror muy seria, algo en la línea de Hereditary. Pero mientras escribía, surgían oportunidades para meter humor. Al principio me resistía: “No, esto es terror, no puedo hacer bromas”. Hasta que entendí que estaba siendo deshonesto conmigo mismo. La comedia forma parte de la vida. En cada momento trágico o doloroso siempre hay algo absurdo o gracioso. Hay una escena en la película en la que los personajes han pasado por un trauma físico tremendo y, de pronto, los ves comiendo sentados en el suelo de la cocina. Para mí eso es la vida: puedes estar destrozado y aún así necesitar un tentempié antes de seguir. Así que el humor no fue gratuito; era lo más natural.

Carlos Penela.- En la película utilizas muchos efectos prácticos. Hoy en día estamos acostumbrados a pantallas verdes y a efectos digitales. ¿Cómo fue trabajar así?

MICHAEL SHANKS.- Fue una experiencia fantástica. Yo tengo formación como artista de efectos digitales, y de hecho hice muchos de los VFX de la película. Pero los efectos prácticos son magia pura para mí. Además, crean una unión entre el equipo. En un rodaje independiente como este, el director y los actores ponen toda su pasión, pero el resto del equipo técnico puede verlo como un trabajo más. Al principio están un poco escépticos, sin saber si la película saldrá bien. Pero ya en el segundo día sacamos una prótesis enorme, un muñeco articulado... y noté cómo el ambiente cambiaba. Todos querían ver qué íbamos a hacer a continuación. Eso genera entusiasmo y compromiso. Los efectos digitales pueden ser maravillosos, pero nada se compara a tener un puppet real, un doble de Dave Franco, al que estás metiéndole pelo por la garganta (ríe). Eso une a todo el mundo.

Carlos Penela.- Supongo que eso también ayuda a los actores a meterse en el personaje.

MICHAEL SHANKS.- Sí, sin duda. Hubo una escena —bueno, varias— en la que Dave y Alison estaban literalmente unidos por el brazo con una prótesis, sin poder separarse. Y como no teníamos presupuesto para una segunda prótesis, tuvieron que pasar el día entero pegados. Cuando querían ir al baño, tenían que hacerlo juntos. Imagina la confianza que eso requiere. No cualquier actor aceptaría algo así. Pero ellos estaban cómodos, incluso divertidos. Fue el tercer día de rodaje, y creo que ahí todos comprendimos que estábamos haciendo algo especial.

Carlos Penela,.- Para finalizar, nunca pensé que escucharía una canción de las Spice Girls en una película de terror...

MICHAEL SHANKS.- (Risas) Sí, eso estaba en el guion desde el principio. Incluso había escrito los nombres y líneas de cada una: Emma Bunton canta “Candlelight and soul forever”… (ríe). Cuando era niño, crecí en Nueva Zelanda y mi hermana mayor me obligaba a hacer competiciones de baile con canciones de las Spice Girls en el sótano. Siempre ganaba ella, claro. Así que no había otra opción: esa canción tenía que estar en la película. Conseguimos los derechos el día antes de rodar esa escena. Fue un alivio enorme. Recuerdo que pusimos la canción en el set, con los actores completamente desnudos bailando, y todo el equipo pensaba: “¿Qué demonios estamos haciendo?”. Fue un momento glorioso.

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