RESEÑA - PITY

Sinopsis e introducción

Cómodamente instalado en la tristeza, un abogado acaudalado desgrana los días del coma de su mujer. Un adicto a las mieles del sufrimiento y las condolencias, capaz de cualquier cosa a la mínima que las “buenas nuevas” asoman, pues solo puede estar contento cuando es infeliz. Una negrísima comedia cocinada con los más selectos ingredientes del cine griego: dirige Babis Makridis (L), coescribe el nominado al Oscar Efthymis Filippou (Canino, Langosta, El sacrificio de un ciervo sagrado) y protagoniza Giannis Drakopoulos (Chevalier).

Estamos ante Pity, la última joya del Nuevo Cine Griego que está disponible en exclusiva desde el pasado domingo 26 de mayo en FILMIN. 

En el año 2018 el estreno más visto en FILMIN fue Suntan, de Argyris Papadimitropoulos, el sorprendente y ácido retrato de un hombre gris que, durante un verano en una isla griega, cree haber iniciado un romance con una chica mucho más joven que él. El éxito de la película en la plataforma reverbera ahora con el estreno de Pity, la última joya de la reconocible Nueva Ola del Cine Griego.

Pity se estrenó en el Festival de Sundance, concursó en la Sección Oficial del Festival de Sevilla y ganó el Premio FIPRESCI en el Festival de Torino. La crítica internacional la ha destacado como una de las mejores producciones del cine europeo reciente.

Éste es su tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=Bwq2z35OEVk&feature=youtu.be

Coincidiendo con su estreno, Filmin lanza además una colección dedicada al Nuevo Cine Griego, con títulos clave como Canino, Chevalier o Park.

Sobre la película

No en vano, la película lleve la firma de Efthymis Filippou, colaborador habitual de Yorgos Lanthimos nominado al Oscar por el guión de Langosta. Y es que Pity juega con las mismas armas desplegadas en los últimos éxitos del cine de autor griego: la extrañeza, el retorcimiento de las convenciones sociales o el hermetismo de sus personajes. 

La película se inicia con una imagen preciosa, que al momento queda rota por un sonido desgarrador, el del llanto desconsolado de su protagonista. Es el preludio de lo que nos queda por delante. La película de Babis Makridis tiene la virtud de transformar tu sentimiento inicial de empatía con su protagonista en un sentimiento de absoluta repulsa al final de la misma.

Makridis retrata a la perfección algo que está a la orden del día en nuestra sociedad occidental (aunque espero que no llevado al extremo de lo que acaba retratando el cineasta griego): la incapacidad para afrontar los problemas; la falta de comunicación ya no solo con terceros, sino con miembros de nuestra propia familia; el binomio deseo/odio a la situación de soledad; el crudo lado oscuro del ser humano; etc.

A destacar especialmente la interpretación de Giannis Drakopoulos, quien convierte su personaje en un perfecto egoísta provocador de consecuencias extremas, un lobo solitario que hace cierto aquello de que el "hombre es un lobo para el hombre", un absoluto mezquino incapaz de valorar y afrontar los retos a los que le pone a prueba la vida. 

Una comedia negra, muy negra, con un gran desarrollo de su historia.

• Lo mejor: la interpretación de Giannis Drakopoulos y el devenir de la historia.
• Lo peor: que no será valorada/apreciada por parte del público de vertiente más "conservadora".

Puntuación Latidos por el cine: 7 sobre 10.