Sinopsis e introducción
Vivimos en un planeta donde la población menor de 18 años representa el 37% de la población mundial. Entonces, ¿Por qué no son el centro de la reflexión? Hace apenas 30 años, el 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Convención sobre los Derechos del Niño. A pesar de los avances en esta materia, la sociedad adulta y los gobiernos que la representan, no han asumido aún realmente el respeto y la atención que merecen. El artículo 12 de dicha Convención concibe al niño como sujeto activo de derechos, que debe ser escuchado, que debe poder expresar libremente su opinión y participar en las decisiones que le afectan. Semillas de Alegría quiere dar voz a la infancia.
Semillas de Alegría, retrata las realidades de varios niños pertenecientes a tres continentes, que luchan para intentar conseguir la felicidad ejerciendo sus derechos fundamentales. Rodada entre España, Colombia y Angola, cuenta las historias de seres humanos que se enfrentan a obstáculos como la falta de vivienda digna, la sanidad o del acceso a un trabajo estable. Esto no les impide ser alegres, creativos e inspiradores. Semillas de Alegría quiere convertir las salas de cine en espacios de aprendizaje con emoción.
Después de su estreno en los Cines Verdi de Madrid y Barcelona el próximo 13 de septiembre, la productora iniciará un circuito de proyecciones en salas de cine a las que asistirán alumnos de centros educativos de primaria y secundaria de toda la península. Semillas de Alegría es la primera película española cuyo equipo apuesta por desarrollar un proyecto educativo sobre la Agenda 2030.
Tres continentes, tres historias
En Aranjuez (España), Isabel y Diego son amigos. Ella y su madre tienen muchas dificultades económicas, mientras que Diego quiere encontrar a su padre y, de esta forma, reconciliarse con su madre. Los niños consiguen por medio de un vídeo, en el que muestran testimonios de la solidaridad existente en su localidad, que la madre de Isabel acceda a un trabajo digno y que la madre de Diego consiga recuperar el contacto con su hijo.
En Cacula (Angola), Miguel decide subirse a un árbol y no bajar de él hasta que las autoridades gubernamentales tomen medidas para mejorar el hospital del poblado donde se encuentra enfermo de gravedad su hermano pequeño.
En Cartagena de Indias (Colombia), Jhon, un joven músico tradicional, descubre que su padre quiere vender sus tierras a unos empresarios hoteleros. En connivencia con su abuela, que también ama profundamente su identidad y sus raíces, lucha por hacer cambiar a su padre de opinión.
El reparto coral del film cuenta con el actor colombiano Jhon Narváez -conocido por su papel en Pájaros de verano del prestigioso director Ciro Guerra- y con los niños Diego Poch y Carla Pozos -ambos con experiencia en musicales como El rey León dando vida a personajes clave como los pequeños Simba y Nala-. Además, la banda sonora ha sido compuesta por Rubén Darío Reina -violinista de la Orquesta de RTVE- y el tema principal por la formación musical Club Del Río, que colabora habitualmente en sus trabajos con músicos de la talla de El Niño de Elche, Tomasito o Soleá Morente, con el tema Estamos aquí.
Semillas de Alegría, dirigida por Cristina Linares, es un co-producción hispano-colombiana de Conmigo Vienen AIE (España), Tus Ojos (España) y Las Perlitas (Colombia). Además, ha contado con el apoyo de ICAA - Ministerio de Cultura y Deporte, Comunidad de Madrid, Fundación 'Cine Para Educar', Renfe, Platino Educa, Cruz Roja Española, Fundación Triodos y Fundación Valora y con la participación de RTVE.
Sobre la película
Semillas de Alegría parte de la descripción de tres situaciones habituales (falta de vivienda digna, una sanidad precaria, el acceso a un trabajo estable), situaciones angustiosas, tensas, y muy tristes, contadas cada una de ellas desde diferentes puntos de vista territoriales (Colombia, Angola, España), que no dejan de evidenciar la globalidad de dichos problemas. Pese a la tristeza de las situaciones, Semillas de Alegría, como su propio nombre indica, nos ofrece semillas de esperanza y alegría en cada una de estas situaciones y, por ello, el visionado de la película permite empatizar con las situaciones explicadas pero siempre con una pequeña o gran sonrisa.
Y es que esta es una de las grandes virtudes de la película, el ser capaz de explicar situaciones complejas, que el espectador o espectadora empatice con las mismas, pero siempre con un peculiar sentido del humor o con una muestra de esperanza que hace muy fácil digerir el mal trago de la situación narrada. Y ello lo consigue bien a través de la reproducción de situaciones diversas cómicas, bien mediante la peculiaridad de alguno de los personajes presentes en la película (el Alcalde del pueblo de Angola, la naturalidad entre Isabel y Diego, etc).
Otra baza de la película es su educación en valores. La tenacidad y constancia en querer cambiar las cosas siempre nos traerá buenos resultados. La unión, la lucha común y el respeto a las tradiciones por defender lo que es nuestro nunca nos arrebatará nuestra identidad. El saber disfrutar de las cosas más sencillas de la vida y de aquello que nos acerca más a disfrutar como personas, nos dará muchas menos cosas materiales, pero nos inundará de riqueza emocional. Esto son solo algunas de las conclusiones que uno puede sacar tras ver la película.
Por último, destacar la labor actoral de los personajes en Angola y Colombia que, prácticamente en su totalidad, no eran actores profesionales. Pese a ello, como "solo" tenían que representar su realidad, ello no les ha supuesto un esfuerzo extra, y sus ganas por transmitir y agradar, porque sus historias se cuenten tal y como son en realidad, traspasan la pantalla y nos llegan. También reseñar la química existente entre Carla Pozos y Diego Poch, ellos son también una de las mejores bazas de la película, ello sin desmerecer al resto de actores y actrices.
Semillas de Alegría, una película necesaria que no hay que dejar escapar.
Puntuación Latidos por el cine: 8 sobre 10.
Y es que esta es una de las grandes virtudes de la película, el ser capaz de explicar situaciones complejas, que el espectador o espectadora empatice con las mismas, pero siempre con un peculiar sentido del humor o con una muestra de esperanza que hace muy fácil digerir el mal trago de la situación narrada. Y ello lo consigue bien a través de la reproducción de situaciones diversas cómicas, bien mediante la peculiaridad de alguno de los personajes presentes en la película (el Alcalde del pueblo de Angola, la naturalidad entre Isabel y Diego, etc).
Otra baza de la película es su educación en valores. La tenacidad y constancia en querer cambiar las cosas siempre nos traerá buenos resultados. La unión, la lucha común y el respeto a las tradiciones por defender lo que es nuestro nunca nos arrebatará nuestra identidad. El saber disfrutar de las cosas más sencillas de la vida y de aquello que nos acerca más a disfrutar como personas, nos dará muchas menos cosas materiales, pero nos inundará de riqueza emocional. Esto son solo algunas de las conclusiones que uno puede sacar tras ver la película.
Por último, destacar la labor actoral de los personajes en Angola y Colombia que, prácticamente en su totalidad, no eran actores profesionales. Pese a ello, como "solo" tenían que representar su realidad, ello no les ha supuesto un esfuerzo extra, y sus ganas por transmitir y agradar, porque sus historias se cuenten tal y como son en realidad, traspasan la pantalla y nos llegan. También reseñar la química existente entre Carla Pozos y Diego Poch, ellos son también una de las mejores bazas de la película, ello sin desmerecer al resto de actores y actrices.
Semillas de Alegría, una película necesaria que no hay que dejar escapar.
Puntuación Latidos por el cine: 8 sobre 10.
Anything with the participation of
ResponderEliminarRuben has to be a success.
YES!!!!!
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