Esperando a Dalí, del director y guionista David Pujol, está protagonizada por José García, Iván Massagué, Clara Ponsot, Nicolas Cazalè, Pol López y Paco Tous, esta es una fábula deliciosa sobre el arte de la vida, el amor y la comida. Narra las desventuras de dos hermanos cocineros profesionales y un excéntrico dueño de un chiringuito de playa en Cadaqués, en un ambiente caótico a medio camino entre la comedia, el romanticismo y el drama.
Tras una larga carrera en la dirección de documentales como la serie elBulli, historia de un sueño (2009) y la trilogía Salvador Dalí, en busca de la inmortalidad (2019), David Pujol se inspira en una Cadaqués en los años setenta, llena de contrastes entre el surrealismo de Salvador Dalí, la Gauche Divine, el movimiento Hippie y la Guardia Civil, para contarnos esta fábula deliciosa que a través de la alta cocina consigue que todos los personajes alcancen sus sueños.
Producida por Fishcorb Films y Arlong Productions, con la participación de TV3, Chupa Chups y Constant Productions, será distribuida en España por Alfa Pictures (El Rey Tuerto, Hijo de Caín, Bajo la piel de Lobo) e internacionalmente por Embankment Films (The Father, Emily, Churchill).
Sinopsis: Los hermanos Fernando y Alberto, cocineros del mejor restaurante francés de Barcelona, huyen a Cadaqués debido a las implicaciones políticas de uno de ellos. Una vez allí, quedaran atrapados por el "ambiente mágico" del lugar, impregnado por la presencia del artista universal Salvador Dalí. Jules, el excéntrico propietario del restaurante El Surreal, los contrata como friegaplatos y les hará compartir su obsesión por Dalí. Mientras esperan ansiosos la llegada del artista, Fernando se enamora de Lola, la hija de Jules, quien le influirá para empezar una verdadera revolución en el mundo de la cocina.
En el BCN Film Fest de este año tuvimos la oportunidad de entrevistar a su director, David Pujol, junto a los actores José Ángel Egido, Paco Tous, Alberto Lozano y Francesc Ferrer. Además, la entrevista se hizo en el Día de Sant Jordi, por lo que cobraba una magia especial. Este es el resultado de la entrevista:
Carlos.- Lo primero de todo, felicidades por la película, y más en este dia de Sant Jordi, ya que considero que la película es una fábula, un cuento para adultos. ¿Cómo surge Esperando a Dalí?
DAVID PUJOL.- Bueno, explicaba antes a un compañero que Esperando a Dalí nace porque yo hice una serie documental sobre El Bulli hace unos cuantos años. Quedé impactado un poco por la experiencia de estar cuatro años trabajando en un proyecto junto a Ferran Adriá y a Juli Soler, en la cual me he inspirado claramente. Luego más tarde se me ofreció hacer la trilogía de sobre la vida de Salvador Dalí. ¿Habéis estado alguna vez en Cadaqués? Ese contraste entre un mar muy azulado con las casas y sus paredes blancas, sus puertas verdes, etc. Esa gama de colores es un poco la que ha inspirado la obra de Dalí, ¿no? La geología, esas rocas que de repente con el Sol cogen unas formas determinadas... Gracias a esa inspiración empecé a pensar, empecé a imaginar cosas. Pensé, ¿qué hubiera pasado si Dalí hubiera ido al restaurante? Estaba muy cerca. De Ferrán no pudo ser porque cuando Ferrán empezaba a despuntar Dalí ya había fallecido. Pero claramente a Dalí le gustaba mucho comer, a Dalí le gustaban las cosas buenas, y a Dalí le gustaban las cosas auténticas. Imaginar a Dalí sentado en ese restaurante intentando desglosar todo aquello que se le hubiera ido sirviendo, creo que le hubiera chiflado. Para mí esa fue la chispa. Todo nace de una chispa siempre, y esa fue mi chispa, ver a Dalí sentado en el restaurante El Bulli, entonces empecé a imaginar una historia. Imaginé la historia de unos personajes muy perdidos, unas personas que van muy perdidas por la vida, que tienen un restaurante delante de la playa, al que no va nadie o muy poca gente a comer, y que están deseando que Dalí, que es su vecino, se acerque para que les dé su opinión, vamos, lo que hacen hoy en día los influencers. Con el desespero para intentar que Dalí venga a ese restaurante, ellos mismos van evolucionando sin darse cuenta, y ahí me remito a la letra de una canción de John Lennon que era 'la vida es lo que ocurre mientras estamos haciendo planes'.
Carlos.- José Ángel, Paco, Alberto, Francesc, ¿podéis hablarnos de tu personaje y de cómo llegais al reparto?
JOSÉ ÁNGEL EGIDO.- Bueno, a mi me mandaron el guión y me encantó. Pocas veces diría que he leído un guión como este, tan lleno de humanidad, tan entrañable, tan amable, tan simpático y por supuesto también escrito, ¿no? Me encantó, hablamos con David a través de una conversación telefónica, yo iba en coche, había una luna llena increíble y pensé '¡qué momentazo!'. Fue una conversación muy interesante, la verdad. Hablamos de muchas cosas, hablamos de cine italiano, que nos apasiona a los dos y que tiene para mí mucha relación con este guión, porque si hay algo que se puede decir de la mejor época del cine italiano es que tiene una carga de humanidad que no tiene ningún otro cine, bajo mi punto de vista. Yo además viví allí cuatro años, viví en Roma, estudié en Cinecittà. Mis referencias son claras, además tengo mucho cine italiano y lo veo. Esa conversación fue estupenda, y me animó mucho hablar con una persona así, porque si hay algo que me interesa a mí ahora, en esta época de mi vida, siempre fue así, pero ahora más, es tratar con gente como David. No lo digo como un halago, sino que realmente hubo una una conexión entre nosotros muy bonita. El personaje de Arturo, al que interpreto, el chófer de Dalí, no había muchas referencias visuales de él. Creo que había fotos, pero imágenes en movimiento no, sólo un video que hicieron cuando murió Dali. Entonces, bueno, me basé en eso y en las pocas cosas que leí de él.
PACO TOUS.- A mi me llamó David (Pujol) por teléfono, y antes de contarme ni siquiera la película lo escuché y me dije 'cuánta ilusión tiene este hombre'. Eso ya me llamó la atención. Sabiendo que era también su primer largo, había hecho algunos cortos más, el documental del Bulli, etc. Entonces me pasó el guión y ya en el guión vi algo que me llamó mucho la atención, que destilaba de alguna forma algo como que podríamos llamar "humor poético", donde no se subrayan cosas, donde no hay líneas gordas, y donde situaciones que te dejan con una sonrisa más que con una carcajada. Entonces pensé, aquí está por lo que he estado luchando toda mi vida, por hacer ese tipo de humor, así que me embarco y va y me da el personaje con menos humor de toda la película (risas). Así fue como llegué a la película, me llamó el director e hizo que me enamorara de este proyecto.
ALBERTO LOZANO.- Nosotros, Francesc y yo, llegamos a la peli de la misma manera. Habíamos hecho dos cortos con David, el mismo día a la misma hora, y supongo que quedó contento de nosotros. Así que con esta película nos dijo que tenía para nosotros dos personajes que creía que los íbamos a hacer de puta madre, y así fue, nos llamó, y nosotros contentos de coincidir con David de nuevo. En mi caso, este personaje lo he lo he disfrutado una barbaridad, la verdad. Es un personaje pequeñito. David me da un look afeado, y me dijo que trabajara una tartamudez muy sutil, así que fue un pequeño reto y bueno, entre eso, el lugar, los compañeros con los que trabajé, yo he disfrutado y gozado hacer este personaje, la verdad.
FRANCESC FERRER.- A mi me gustó mucho mi personaje, es un tío muy iluminado, un tío de Cadaqués, con sus aires y la tramuntana, un fiel admirador de Dalí, al que sigue fielmente. En ese sentido sabía que Dalí pintaba de color azul, tenía esa obsesión de querer pintar las casas. El mío es un personaje muy entrañable, muy bonito, muy de allí, muy de intentar esta cosa también muy catalana de hacer lo que él tiene en la cabeza, aunque todo el mundo le diga que no.
Carlos.- David, José Ángel, a parte de por Dalí, ¿por quién esperaríais?
JOSÉ ÁNGEL EGIDO.- Yo por Marcello Mastroianni, claramente.
DAVID PUJOL.- Está muy bien que hagas esa pregunta porque en realidad sí lo he pensado. ¿Se puede llamar Esperando a Dalí? Yo vivo en esa zona, estoy muy influenciado por él y por esa capacidad que tenía de derribar esos muros. Hay unos muros que la realidad te los impone y él los derriba con su imaginación, ese es su gran legado. Pero me ocurre lo mismo si la película fuera 'Esperando Federico Fellini' o 'Esperando a Marcello Mastroianni". Podría hacerlo, a mí el cine italiano me toca, y a tu pregunta a veces pongo demasiados nombres en el saco, pero finalmente me voy dando cuenta que mis terapeutas en la vida, porque yo creo que todos necesitamos terapia, vienen de la literatura, pero mucho más del cine. Yo tengo a dos polos opuestos que en realidad son lo mismo, que son más Ingmar Bergman y Federico Fellini. Los dos son dos cineastas que hablan exactamente de lo mismo, con la misma furia, la misma energía. Bergman me enseñó que en el Norte también hay pasión. Yo siempre en un partido de fútbol iría con los del Sur, eso está clarísimo, porque hay muchas cosas del Norte que me deprimen. Yo esperaría siempre a alguien del Sur, entonces por eso me voy siempre a Federico, incluso por delante de Ingmar.
JOSÉ ÁNGEL EGIDO.- Claramente, sí. Tienen algo incluso yo diría circense. Sobre todo tienen un un profundo conocimiento de quiénes son y de lo que es el ser humano. Marcello es un actor que no estudió en el Actors Studio, de hecho creo que sus estudios se remitieron a un un tiempo trabajando en el teatro y luego lo metieron en el cine. Su historia en el cine es eterna, todos los personajes que él hizo en el cine son él, son diferentes expresiones de lo que él era. Él era un ser humanamente inabarcable y con una capacidad de expresarlo todo increíble.
Carlos.- Y vosotros, ¿por quién esparariais y con qué plato os encandilarían?
ALBERTO LOZANO.- David se inspira mucho en películas como Cinema Paradiso o El Cartero y Pablo Neruda. Yo con tu pregunta he visualizado eso, y ahora pienso que me gustaría ir a cenar con Massimo Troisi. A mi los fideos de Paco me vienen bien, y si no una paella.
FRANCESC FERRER.- A mi me ha venido a la cabeza con tu pregunta Fernando Fernán Gómez. Pensaba que sería una maravilla cenar con él, que te explicara toda su vida, sus anécdotas. Comer con él un arrocito en el Empordà sería una maravilla.
Carlos.- David, cuentas con un reparto de lujo para todos y cada uno de los personajes
DAVID PUJOL.- Sí, para mí es un reparto de lujo porque encajan todos como una horma en un zapato. Creo que todos están maravillosos. Hay una cierta libertad y al mismo tiempo una comunión muy fuerte entre mi trabajo, como director, y el trabajo de los actores. Hay grandes halagos al trabajo de los actores en esta película porque han podido ejercer su profesión y me han ayudado a moldear sus personajes.
Carlos.- ¿Qué habéis aprendido y con qué os quedáis de haber hecho Esperando a Dalí?
DAVID PUJOL.- Mi gran objetivo en la vida es aprender a trabajar con los actores. Yo me quedo con el trabajo con ellos, con mi trabajo con el director de fotografía Román Martínez y con mi gran colaborador que es Miguel García Navarrete y Jordi Muñoz. Una de las cosas que más me molestaría si no haciera películas, sería el no poder trabajar con ellos. Yo necesito trabajar en familia.
FRANCESC FERRER.- Para mi es un paso más en mi carrera, y me llevo el hecho de poder haber trabajado con todo este equipo, volver a trabajar con David, la experiencia también de hacer un personaje tan bonito como este, y el hecho de rodar en Cadaqués. Todo son pros en esta película, en este caso se cumplen todas las cosas buenas que pueden pasar.
PACO TOUS.- Yo he aprendido y he disfrutado conociendo a un nuevo director, un director muy sensible además.
ALBERTO LOZANO.- Yo me quedo con la película, con su estilo, con lo que ha propuesto David. Empatizo mucho con su forma de contar las cosas. El mensaje que tiene la película, de luchar por tus sueños, creo que no lo hemos de perder nunca.
Todos elogian el entorno y a sus compañeros, incluso hablan de trabajar como si fuesen una familia. Está claro que de esta película no puede salir nada malo.
ResponderEliminarGracias Carlos. Buena entrevista!