domingo, 19 de noviembre de 2023

ENTREVISTA A ANTONIO MÉNDEZ ESPARZA Y MALENA ALTERIO, DIRECTOR Y PROTAGONISTA DE "QUE NADIE DUERMA"

Tras su estreno en SEMINCI, este viernes Wanda Visión estrenó en cines Que nadie duerma
Antonio Méndez Esparza (La vida y nada más) dirige la adaptación de la novela "Que Nadie Duerma" de Juan José Millás cuyo guion ha coescrito junto a Clara Roquet (Libertad).

El film está protagonizado por una enorme Malena Alterio (Vergüenza) en un registro en el que nunca antes la hemos visto, acompañada de Aitana Sánchez Gijón, Rodrigo Poisón, José Luis Torrijo, Manuel de Blas y Mariona Ribas.

SinopsisLucía (Malena Alterio) pierde su empleo como programadora informática y decide dar un giro definitivo en su vida comenzando a trabajar como taxista. Mientras recorre las calles de Madrid, en búsqueda del amor y de nuevas aventuras, Lucía acaba embarcándose en una venganza en contra de aquellos que le han robado su propia historia y de los que nunca debió fiarse.

Rodada en su mayor parte en Usera, Que nadie duerma es una road movie por un Madrid vivo y diverso, con el carácter y pasión de unos personajes únicos. Una amalgama de realidad y ficción: unas veces delirante, otras trepidante, pero siempre auténtica. Igual que Lucía.

En palabras de su director "Que nadie duerma es el retrato generacional de una mujer que coge las riendas de su vida en un momento inesperado. El personaje de Lucía es especialmente interesante: ella siempre hizo lo que se supone que debía hacer y renace al volante de su taxi, recuperando su voz. Se deja llevar por la fantasía, la locura y la aventura. Lucía que era invisible, está decidida a que la vean.”

Que nadie duerma está producida por Pedro Hernández Santos (Aquí y Allí Films), José María y Miguel Morales (Wanda Visión) y Que Nadie Duerma AIE en coproducción con la productora rumana Avanpost.

El film cuenta con el apoyo de ICAA, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, e Impulsa Castilla La Mancha, con la participación de Amazon, RTVE y TeleMadrid.

Sobre Antonio Méndez Esparza

Antonio Méndez Esparza, tras estudiar Derecho en Madrid, se formó en dirección de cine en la universidad de Columbia, en Nueva York. Es profesor de cine en la Universidad Estatal de Florida. Tras ganar el Premio de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes de 2012 con su ópera prima Aquí y Allá, rodó La vida y nada más, primera película española en ganar el prestigioso Premio John Cassavetes en los Film Independent Spirit 2018. Que nadie duerma es su cuarta película.

Gracias a nuestras amigas y amigos de Wanda Visión, Madavenue PR Comunications y Cines Renoir Floridablanca de Barcelona, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su director y protagonista. Aquí tenéis el resultado de la entrevista:

Carlos.- Antonio, ¿cómo surge la posibilidad de hacer esta adaptación de la novela de Juan José Millas?

ANTONIO MÉNDEZ.- 
Pues la verdad es que yo llevaba tiempo buscando poder volver a España, de alguna manera. Y es verdad que en la novela encuentro algo que me enamora, me cautiva, me fascina y me quedo atónito, atrapado y cautivado de alguna manera. Se lo propongo a mi socio y querido amigo Pedro Hernández, que es fabuloso, y rápidamente adquirimos los derechos de la obra. Hablamos con Juan José Millás, que es tremendamente generoso y estuvo muy dispuesto a la adaptación, y ya, con eso, rápidamente pensamos en Malena Alterio. Por otro lado, hablamos con Clara Roquet, la cual también se sube al barco y empezamos entonces un poco a construir la película.

Carlos.- Malena, ¿cómo llegas a la película, cómo surge la oportunidad de trabajar con Antonio Méndez Esparza?

MALENA ALTERIO.- Bueno, Antonio Méndez Esparza y Pedro Hernández tienen la genial idea de llevar al cine la novela de Juan José Millás y piensan en mi como la protagonista. Te estoy hablando de hace más de 6 años, una cosa así, me llama mi representante para decirme que me quieren para un papel protagonista de una novela de Millás. Como otras veces pasa, y pasa bastante a menudo tristemente, es como que te ofrecen cosas, pero luego no se acaban de materializar. Esta en concreto tenía todos los ingredientes como para decir, bueno, sí, me han ofrecido esto, pero esto no se va a hacer, no había fecha, no había dinero, no estaba el guión, llevar la novela de Millás al cine, que es tan compleja y tan extraña, también era una dificultad. Yo pensé que esto no se iba a hacer. Que dije que sí, sí, claro, dije que sí porque había dos dos elementos muy interesantes, primero mi representante, la confianza absoluta, y segundo Pedro Hernández, yo he visto todo su cine y me encantan todas las propuestas que él ofrece. Luego también vi el cine de Antonio y, bueno, no tenía nada concreto, pero confiaba en que estaba en buenas manos.

Carlos.- Antonio, ¿cómo te has sentido dando el salto a tu primera ficción real con respecto a tus anteriores trabajos?

ANTONIO MÉNDEZ.- La realidad es que para mí todo lo que había hecho antes era un poco ficción. A pesar de que hasta me describen como documentalista, yo no lo veo así, por lo que siempre me he sentido un cineasta muy de ficción. Es verdad que mis películas anteriores estaban construidas en un entorno del medio documental, en el sentido de que eran muy reales. En eso siempre me he sentido muy cómodo. Quizás la dificultad para mí en esta película es que esta película era muy concreta, tenía una historia de la que yo no me podía deshacer. En las otras películas estaba mucho más abierto a decir "me deshago de esta subtrama y sigo con esta otra". Eso, en "Que nadie duerma", no era posible. Para mi ha sido un cambio, y ha sido fabuloso el haber podido trabajar desde guión con Clara Roquet, el trabajo con los actores, productores y con todo el equipo. En ese sentido ha sido maravilloso poder construir esta ficción.

Carlos.- Me quedo con una fase de la película que dice "el que no cambia, no gana".

ANTONIO MÉNDEZ.- 
¿Muy bonita, eh? Muy bonita. Pues sí, son frases con las que Malena iba abrazando al personaje y que le servían para contar estas cosas. Son frases que, a base de improvisar van surgiendo y que sirven también para hablar de los temas de la película. Ya desde guión existía la idea de que Lucía tenía que ser capaz de crear cosas hermosas, de amar. Crea de alguna manera una heroína romántica, y todo eso era muy importante. Creo que la frase "el que no cambia no gana", es más bien un deseo, un deseo optimista.

MALENA ALTERIO.- Yo creo que sí, que el que no cambia o el que no apuesta no gana. Si uno se queda en su lugar pequeñito, ahí te quedas. El espíritu de Lucía a mí me encanta, es una mujer positiva, lejos de hundirse se reinventa, y no se reinventa desde una parte dramática o fracasada, no, ella coge su taxi con ilusión y pensando que algo maravilloso le va a pasar.  

Carlos.- Malena, ahora que has mencionado el taxi, ¿qué ha sido más difícil conducir el taxi por Madrid o aprender clases de canto?

MALENA ALTERIO.- Bueno, las dos tenían su miga, porque yo también estaba muy asustada con Antonio. Como nunca me contaba nada, era gracioso porque en la descripción del guión dice "Lucía canta como los ángeles", y yo le decía "Antonio, quedan cinco semanas para que empecemos, yo voy a recibir clases, pero no voy a cantar como los ángeles, eso no va a pasar, así que por qué no me doblas y que otra que cante como los ángeles sea a quien se escuche en la película". Y él me decía que no. Bueno, hice lo que pude, a mi el canto me gusta y fue divertido ir a las clases de canto. Y luego, conducir, también me siento gratamente sorprendida conmigo misma porque confirmo que conduzco muy bien, he conducido con un coche por Usera, que son unas calles estrechísimas, rodeada de cámaras, con el de sonido en el maletero y con el director a mis pies escondido y con el director de fotografía. Millones de historias y de aventuras. Afortunadamente no me choqué y no rompí ninguna cámara, lo único que me perdí en un momento dado, pero salvo eso, todo fue bien. 

Carlos.- Antonio, ¿cómo ha sido trabajar con Malena Alterio, Aitana Sánchez Gijón, y compaginarlas con la intervención de algún actor no profesional que hay en la película?

ANTONIO MÉNDEZ.- La verdad es que yo siempre he abrazado mucho la idea de los actores no profesionales, creo que para mí, de alguna manera, reclaman el lugar de la realidad en la película. Siempre he estado muy a gusto con eso. Con el resto de actores, han sido extremadamente generosos, porque yo a veces soy dubitativo, incierto, me exijo mucho, me muevo un poco de lado a lado, y todos han sido muy muy generosos. 

Carlos.- Y tú Malena, ¿cómo ha sido trabajar con Aitana Sánchez Gijón? Creo que sois amigas desde hace tiempo, pero nunca habíais trabajado juntas.

MALENA ALTERIO.- 
Ha sido una delicia. Yo a Aitana la conocí y compartimos Jaima en el Festival del cine del Sahara, fue una experiencia alucinante. Ahí coincidí por primera vez con ella, vivimos una semana las dos en mitad del campamento saharaui. Lluego me la he ido cruzando en muchas cosas de manera tangencial, pero no habíamos trabajado juntas, pero eso fue guay, en el sentido de que como ya nos conocíamos, a la hora de ponerte a trabajar no hay tanta extrañeza. Ella es una actriz excepcional, esto lo sabe todo el mundo, una compañera valiente que se mete en aventuras que a lo mejor otra persona, en su situación y con su nombre no se metería. 

Carlos.- Antonio, ¿por qué tiene tanto protagonismo en la película la lluvia?

ANTONIO MÉNDEZ.- Bueno, mira, son cosas del azar. Simplemente, nos llovió mucho esos días, no es algo buscado. De hecho, fue tremendamente difícil rodar con lluvia, pero a la vez facilitó que las escenas del coche pudiéramos firmar mucho tiempo, porque si no hubiera estado tan nublado el Sol hubiera creado problemas, así que de hecho la lluvia nos ayudó mucho. Hubo mucha intervención azarosa, y es verdad que, aunque yo dudaba de que Madrid fuera realista, luego es verdad que Madrid tiene días muy grises, lluviosos, tristes... Creo que a la peli le vino fabuloso. Para Toledo nosotros queríamos un día espléndido, que se viera bien toda la belleza de la ciudad, sin embargo cuando grabamos cayó una lluvia que te mueres (risas). Pero bueno, como he dicho antes, creo que para la película es acertadísimo.

Carlos.- Es excepcional en la película su banda sonora. 

ANTONIO MÉNDEZ.- Gracias. Yo creo que sabíamos que la música tenía que tener mucha fuerza en la película, ya en la novela la tenía. Pero claro, en la novela "no suena", en la novela lees "Turandot", lees como Lucía se emociona, pero en la película tienes que seguir otros registros. La banda sonora, para mí, incorporó esa vida onírica tan presente en la novela que en la película quizás no estaba tan presente. La música le da un personaje casi nuevo a la película y le da casi una reinterpretación. Creo que es fundamental. 

Carlos.- ¿Cuál ha sido vuestro mayor reto con esta película?

ANTONIO MÉNDEZ.- Para mi, llevarla a buen puerto. Yo creo que poder acabar cada película es un poco milagro. Me he sentido muy acompañado, y muy bien acompañado, pero es verdad que aún con la mejor de las compañías no sabes si vas a ser capaz de siquiera terminarla. Yo creo que el mayor reto era poder acabar el rodaje en condiciones. Es verdad que tuve todas las ayudas posibles, pero aún así, era un reto.

MALENA ALTERIO.- 
Bueno, para mi el reto no era tanto el personaje, sino el trabajar con Antonio. En el buen sentido de la palabra, no es fácil, pero es tan interesante. Él me ha abierto caminos que no conocía. Me ha invitado y me ha dado la mano para que yo probara, investigara, improvisara. No se trabaja de una manera habitual: uno tiene una estructura, un guión, puede hacer una composición de personaje o no, tienes unos ensayos, sabes dónde y lo que tienes que decir, lo que va a pasar, etcétera, y si se rueda aquí paz y después gloria. En "Que nadie duerma" todo se fue cocinando a fuego lento. La manera que tiene Antonio de trabajar es mucho con la improvisación. El guión estaba, pero casi fue como una guía. Las escenas se fueron improvisando día a día, y dentro de una misma improvisación, él podía hacer una dirección hacia un lado o hacia otro. A él le gusta muchísimo sorprender y para la sorpresa, evidentemente, él no me contaba nada. No me contaba quién es el que iba a aparecer por la puerta, por ejemplo. Había muchas preguntas que yo le hacía, pero él tampoco me me daba respuestas claras, quería autenticidad en Lucía. Y bueno, pues ahí, poco a poco, día a día, se fue apareciendo Lucía, y ni siquiera en ese rodaje, porque luego Lucía se terminó de cocinar después, en montaje, ahí yo le vi todo el material, todo lo que tenía. toda mi verdad. Yo puse todas mis herramientas que podía ofrecer, y con eso Antonio esculpió a Lucía desde el principio hasta el momento final, en el montaje.

Carlos.- ¿Qué habéis aprendido y con qué os quedáis de Que nadie duerma?

ANTONIO MÉNDEZ.- Buah, tantas cosas. He trabajado con un equipo mucho más grande, es una peli que requiere de miles de detalles, y en ese sentido ha sido todo una lección. El cómo crear ficciones desde las conversaciones con arte, vestuario, etc. He comprobado lo mágica que puede ser la ficción. El trabajo con los actores ha sido otro regalo. Para mí de alguna manera ha sido como un máster, me pusieron a los mandos de un crucero. 

MALENA ALTERIO.- Bueno, he aprendido y he constatado que para crear hace falta perderse e investigar, y es verdad que uno solo no puede hacer esto, necesitas una guía que te acompañe. Es verdad que a veces estamos demasiado encorsetados en unas ideas que uno tiene que hacer porque esa es la idea que yo "debo" hacer en esa escena, y no vemos que de repente se le puede dar la vuelta, y al hacerlo pasan cosas verdaderas, únicas e irrepetibles que nos estamos perdiendo solo por la comodidad de dejarnos llevar. Me quedo con eso y con haber descubierto una forma nueva de trabajar que ojalá pueda abrazarla con otros directores o proyectos. Sería fantástico que fuera con el mismo Antonio, si me quieres volver a llamar (risas). Me llevo también mucha alegría, la devolución del público que está viendo la película, que es muy guay y me da mucha alegría, así que esa alegría es la que me la llevo.


1 comentario:

  1. Colón siempre, me sorprende gratamente descubrir interioridades de las películas a través de sus protagonistas y directores. Me ha hecho mucha gracia el detalle de la protagonista conduciendo con el director escondido dentro del coche.
    Gracias Carlos.

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