RESEÑA DE "LA ZONA DE INTERÉS"

Sinopsis e introducción

Sinopsis: El comandante de Auschwitz Rudolf Höss y su esposa Hedwig se esfuerzan en construir una vida de ensueño para su familia en una casa con jardín cerca del campo. 'La zona de interés'  retrata uno de los sucesos más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, desde un punto de vista diferente: el de los captores. 

Seleccionada por Reino Unido para representarla en los Oscar, la película ha sido incluida en las shortlist de Mejor Película Internacional, Mejor Banda Sonora Original y Mejor Sonido de los premios y está nominada a los Globos de Oro 2024, como Mejor Película Dramática, Mejor Banda Sonora Original y Mejor Película en Lengua No Inglesa.

Recientemente, 'La zona de interés' ha sido elegida la Mejor Película del año por la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles. Además, ha obtenido los premios al Mejor Director (Jonathan Glazer), Mejor Intérprete Protagonista para Sandra Hüller (también por su papel en 'Anatomía de una caída', ex aequo con Emma Stone) y Mejor Música (Mica Levi).

Tras sacudir la Sección Oficial de Cannes, donde se alzó con el Gran Premio del Jurado, y tener su estreno nacional en la sección Perlak del Festival de San Sebastián, la película, basada en la exitosa y controvertida novela homónima de Martin Amis, está protagonizada por Sandra Hüller ('Toni Erdman', 'Anatomía de una caída'), Christian Friedel ('La cinta blanca') y Ralph Hertfort. Para construir el estremecedor diseño de sonido de la película Glazer vuelve a contar con la compositora Mica Levi, con la que ya colaboró en 'Under the Skin'.

La nueva película del director y guionista Jonathan Glazer, se estrenó en nuestro país por parte de ELASTICA y WANDA VISIÓN este pasado viernes 19 de enero.

Sobre Jonathan Glazer

Debutó en el largometraje con 'Sexy Beast' (2000), protagonizada por Ray Winstone y Ben Kingsley (nominado al Oscar como mejor actor de reparto por la película, Glazer dirigió 'Reencarnación' (2004), protagonizada por Nicole Kidman y que tuvo su estreno mundial en el Festival de Venecia. Tras dirigir numerosos videoclips y reconocidos spots publicitarios, en 2013 volvió al cine con 'Under the Skin', que compitió de nuevo en la Sección Oficial del Festival de Venecia y  revolucionó la cinefilia mundial.

Sobre la película

No me ha gustado ni convencido la propuesta que nos trae Jonathan Glazer con La zona de interés. No he visto  todavía esa maravilla de la que todo el mundo habló (Under the Skin  - año 2013 -), ni tampoco su propuesta anterior (Reencarnación - año 2004-), así que no soy un erudito sobre el cineasta Glazer, pero ni su propuesta narrativa, ni su juego visual con los colores, ni su juego con el fuera de campo, ni el desarrollo de la cinta me han hecho ver eso que en otros Festivales se ha traducido en Premios para el largometraje que aquí nos ocupa.

Seguramente, el principal problema que tengo con La zona de interés es la absoluta repulsa y asco que me provocan sus protagonistas. Estoy convencido que ese era uno de los principales propósitos del bueno de Jonathan, provocar en el espectador, espectadora de turno ese sentimiento, y en eso sí he de reconocer que el director inglés lo consigue a la perfección.

Cuando uno piensa en las atrocidades que se cometen en una guerra, uno no tiene tiempo más que para pensar en el genocidio, torturas, vejaciones e injusticias que se cometen contra los más débiles, en uno de los actos más horripilantes que puede llevar a cabo el ser humano, por lo que en ningún momento concibo que los verdugos de esos hechos puedan llegar a tener una vida normal más allá del ámbito de la guerra y la opresión.

Y esto es lo que nos plantea Jonathan Glazer con su película. El ver cómo durante la Segunda Guerra Mundial soldados alemanes acuden a los campos de concentración "a hacer su trabajo" en una especie de "jornada laboral", y como una vez acabada la misma, cruzan los muros del campo del horror para instalarse cómodamente en sus casas, colindantes con el infierno de los campos de concentración, y hacer una "vida normal" (comer con sus familias, hablar con sus esposas, leer cuentos a sus hijos, etc.), produce en el espectador/a una repugnancia difícil de describir (o, al menos, es lo que me pasó a mi).

Concebir que un monstruo pueda tener sentimientos humanos es algo que me es difícil digerir. Concebir que alguien capaz de la maldad más absoluta cambie de chip en un momento para pasar a ser "una persona más", es algo que me hizo estallar la cabeza.

Me sentí muy incómodo viendo La zona de interés, no entré la película para nada, pero para finalizar debo reconocer que esa es una de las funciones del cine: remover conciencias y hacer pensar, así que mi recomendación es, "vayan al cine, véanla y debatan sobre la misma."