Calladita es la ópera prima del guionista, director y productor Miguel Faus (Barcelona, 1992), adaptando el cortometraje homónimo dirigido por él mismo en 2020.
Tras su estreno mundial en el Festival de Tallín y su participación en la Sección Oficial de Málaga, Calladita continuó su exitoso recorrido por el circuito de festivales internacionales con su premiere catalana en el BCN FILM FEST. A caballo entre el realismo y la sátira, esta producción rodada en la Costa Brava, es un retrato de la alta burguesía que presume de ser la primera película europea en financiarse mediante NFTs (non-fungible-tokens), tras una pionera campaña de mecenazgo alternativo creada por el propio Faus. Está protagonizada por Paula Grimaldo, Ariadna Gil, Luis Bermejo, Pol Hermoso, Violeta Rodríguez, Anais Tovar, Jesús Rubio y Eduard Torres. La película está producida por Calladita Films y Potenza Producciones.
Sinopsis: Ana, recién llegada de Colombia, es empleada doméstica en una lujosa mansión donde veranea una adinerada familia de marchantes de arte. La joven trabaja de sol a sol y sin contrato, bajo la promesa de conseguir condiciones dignas al final del verano, siempre y cuando sea discreta y calladita. Pero a través de Gisela, la empleada de la casa vecina, Ana descubrirá que las cosas no funcionan exactamente como le han contado, y aprenderá a divertirse un poco más durante su verano en la Costa Brava.
Calladita ha participado en los festivales de cine de Bari (Italia), Sofía (Bulgaria) y Amsterdam (Paises Bajos), donde fue la película inaugural. Próximamente, se presenta en el prestigioso BAFICI de Buenos Aires y en otros festivales de gran relevancia de EEUU, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Polonia, Chile y Croacia. En Sundance, Calladita ganó el premio que concede el cineasta Steven Soderbergh y la plataforma Decentraliced Pictures para impulsar económicamente la postproducción de la película, en la cual el prestigioso director también ha participado activamente como asesor.
La película se estrenará en nuestros cines el viernes 17 de mayo. Con motivo de su pase en el reciente BCN Film Fest, y gracias a nuestr@s amig@s de KARMA FILMS, tuvimos la oportunidad de entrevistar a su director y a algunas de las actrices de la cinta. Éste es el resultado de la entrevista:
Carlos Penela.- ¿Pues quería preguntarte, Miguel, cómo pasaste del cortometraje al largo?
MIGUEL FAUS.- Bueno, hay dos partes de la historia muy diferentes. Como guionista y director fue fácil y natural, porque en el fondo cuando hice el corto yo ya sabía que quería hacer un largo. Más bien fue un trabajo de condensar en el corto que de expandir para el largo. Además, ya desde muy al principio, desde cuando escribía el corto, yo sabía que quería hacer largo y sabía cuáles eran los marcos temporales. Sabía que el corto era un día hacia el final del verano y que el largo sería todo el verano y con toda la familia. En ese sentido fue fácil. Por otro lado, la parte del Miguel productor es toda la historia fascinante de cómo esta película ha llegado a existir, que ha sido con este hito de emprendiduría cultural que no tiene parangón en todo el mundo. Es la primera película financiada con NFT's y esto también forma parte del paso del corto al largo. Yo tenía el proyecto de hacer el largo, no conseguía levantarlo por los cauces tradicionales y oficiales del cine en España, y digamos que tercamente me negué a aceptar esa negativa de que la película no merecía existir y que no debía hacerse. Me busqué otro camino, en vez de lamentarme, quejarme o pasar a otra cosa, me busqué otro camino, que fue crear una proyección de Nfts, que eran fotogramas del cortometraje, y los vendí en Internet como arte digital. Levantamos más de 750.000 euros a través de más de 600 mecenas de todo el mundo, más de 50 países y el 95 % de ellos extranjeros que vieron el corto, creyeron en el proyecto, creyeron que esta película merecía existir y creyeron que también había valor en esta idea de descentralizar la financiación decidir qué películas se hacen y cuáles no, que no fuera una decisión de unas pocas personas o de unos comités pequeños, sino que fuera una decisión del público. Bueno, no es que 600 personas representen a todo el público, pero sí que es es más descentralizado.
Carlos Penela.- Paula, ¿cómo llegaste al cortometraje y cómo tuviste luego la oportunidad de expandir tu personaje en el largo?
PAULA GRIMALDO.- Mi representante me envió un casting de un tal Miguel Faus (risas) que buscaba una actriz para su corto final de carrera. Fui con toda la ilusión con la que va un actor o una actriz a cada casting, hice mi prueba, y es verdad que salí con la sensación de que había quedado ahí en el casting, sin más. Y no, para nada fue así.Al cabo de un tiempo Miguel contactó conmigo y empezamos a construir este personaje, Ana, para el cortometraje. Luego, cuando me enteré de la oportunidad tan grande que era estar en la película, no me lo podía creer, no te puedo ni explicar con palabras lo que sentí cuando en esas milésimas de segundos Miguel me dice "formas parte del equipo de Calladita y sigues siendo Ana, el papel principal". ¡Un sueño!
Carlos Penela.- Nany, Violeta, hablarnos por favor de vuestros personajes y de cómo llegáis a la película.
VIOLETA RODRÍGUEZ.- Mi personaje es Claudia, la hija de la familia para la que trabaja Ana. Yo llegué a la película porque mi madre empezó a involucrarse en ella, me dijo que estaban buscando todavía a la hija y que estaban justo con castings. Fui a hacer un casting, conocí a Miguel y acabó saliendo el proyecto. Ana es una chica joven, influencer, modelo, vive fuera, en EE.UU., y en el momento de la película está de vacaciones, de visita a la familia, y lo único que quiere es descansar, pasárselo bien y tener cero preocupaciones. Eso es un poco lo que ella quiere, muy diferente al personaje de Nany o el de Paula.
NANY TOVAR.- Yo comencé estudiando interpretación aquí en España, pero más como quien va al pádel, para que te hagas una idea. Realmente no veía la posibilidad de volver a interpretar. En mi pías hacía novelas rosas (culebrones), pero al emigrar sí que es verdad que veía muy lejana la posibilidad de actuar. Lo cierto es que necesitaba seguir interpretando porque eso parte de mí. Entonces me llega el casting para Gisela, mi personaje en "Calladita", y para mí era más el reto de presentarme al casting como tal, sinceramente no esperaba para nada que me cogieran. Hice el casting, lo disfruté muchísimo, pasaron como más de dos meses y fue cuando me llamaron para darme la noticia que me cogían para el personaje de Gisela. ¡Realmente pasé muchos días procesando la información! Fue muy emocionante porque en el momento en el que leí la separata con la que se presentaba el casting, encontré muchas características del personaje con las que yo me sentí identificada, con un humor muy ligero, siempre buscando la broma hasta en las peores desgracias o en la situaciones más tensas... Siempre utiliza el humor como un recurso para aliviar la carga. Cuando leí todo el guión conecté emocionalmente con la historia, creo que la volví mía, no sentía que fuera un proyecto más. Creo que "Calladita" ha tocado una fibra muy personal y me hizo consciente de muchas fases por las que pasé con la inmigración, en principio estás en estado como de supervivencia, conocer cómo son los trámites, cuáles son las calles, absolutamente todo es desconocido, entonces eso te roba mucha atención. Con Gisela realmente trabajando sus objetivos, lo que ella quería lograr, el personaje, hice consciente mucho de mis procesos personales, así que sí me funcionó también a mí para sanar muchas cosas. De hecho, en las primeras entrevistas me hablaban de la inmigración y se me cortaba la voz... Yo me decía ¿por qué, si esto nunca me ha dolido? Realmente era que no había hecho consciente todas esas heridas que inevitablemente te deja la emigración. Por ejemplo, en los primeros trabajos que tuve fuera de mi país, comentarios como "¿qué estás hablando?", "no te entiendo, ¡ese acento!"... Te ves muy expuesta a estos comentarios que te hacen cuestionarte cómo hablas, y es duro, porque hay días en los que no quieres ni hablar para no llamar la atención..... Es muy injusto, son cosas que tú no eliges, tú no eliges cómo hablar, tú no eliges tu color de piel, es como una etiqueta que llevas. Empiezas a querer pasar desapercibida, piensas que mientras no llame la atención no me voy a sentir rechazada, no voy a estar expuesta al rechazo. Y en ese sentido creo que "Calladita" me roba el corazón porque le da voz a muchas chicas que no eligen emigrar, es más una necesidad, se ven en estas situaciones y a lo mejor lo dan todo por perdido. De alguna manera, poner la lupa a esta situación puede abrir conciencias de que esa persona que es, por ejemplo, la camarera, quien te presta un servicio, también es un ser humano, y que aunque no vayas a tomarte un café con esa persona, sí que el saludar, el mirarle a los ojos, el saber que existe y que debes respetarle, yo creo que eso aportaría mucho al proceso de muchas personas que emigran. Por otro lado, también te digo que voy a cumplir seis años en Barcelona y también hay otra parte que ha sido maravillosa. He conocido gente que nunca me ha hecho cuestionarme, que me han aportado, que me han ayudado. Agradezco muchísimo esta tierra la libertad de que mi hijo adolescente pueda ir a la playa, estar seguro. A veces me da risa porque escucho a alguien quejarse del servicio de transporte y digo "no sabes lo valioso y lo maravilloso que es", porque claro, vienes de otra realidad. Definitivamente creo que he desarrollado mucha admiración con Miguel, es llamativo que a él le llame la atención este punto para exponerlo, no te lo esperas. El hecho de que él haya contado esta historia y le dé voz a tantas personas, y nos brinde la oportunidad a actrices latinas también. Mis hijos, que llegaron aquí pequeños y que sienten esta tierra como suya, no tienen en la televisión un referente latino de éxito que puedan seguir, siempre los personajes latinos tienden a ser narcotraficantes, señoras de servicio o prostitutas y no son personajes que logran algo. Entonces creo que "Calladita" puede ser la llave que abra la puerta para que comience a suceder la magia de entender que al final es la tierra de Dios y que somos nosotros los que le ponemos fronteras y lo dividimos con banderas.
Carlos Penela.- Nany, me has contestado una pregunta que os iba a hacer, las referencias que habéis tomado para crear vuestros personajes. En tu caso está muy claro Nany, ¿vosotras, Paula, Violeta, queréis aportar algo?
PAULA GRIMALDO.- Sí, yo cogí muchas vivencias personales. En otras ocasiones ya lo he comentado, yo para pagarme la carrera de interpretación trabajaba en la hostelería y, bueno, es un ámbito complicado, porque se pasan por alto muchos derechos y aún ni siquiera está muy regularizado. Se trabajan muchas horas a cambio de muy poco. Yo tenía un objetivo claro, que era pagarme la carrera de interpretación, así que también me quedaba un poco "calladita" en algunos trabajos, no reivindicaba mucho mis derechos, por miedo a que me echaran. Pero sí que es verdad que cuando dejaba estos miedos y reivindicaba mis derechos todo iba mucho mejor, siempre conseguía algo mejor. Todo esto lo añadí al personaje de Ana, estas vivencias y esta contención de la que te hablaba. El personaje de Ana es muy astuta, buscó la forma de no quedarse anclada ahí, buscó un poco la forma de salir de esa situación. Hablé con muchas con muchas empleadas domésticas, una de ellas mi abuelita. Mi abuelita trabajó muchos años en limpieza y sus vivencias han sido una parte principal de Ana.
VIOLETA RODRÍGUEZ.- En nuestro caso, los personajes de la familia estamos acompañando mucho a lo que le está pasando a Ana, siempre desde el punto de vista de Ana. Somos como unos entes revoloteantes, muchas veces se nos escucha de fondo y ni se nos ve la cara, están como ahí pasando de todo. Obviamente, hay muchos referentes que hemos podido utilizar, situaciones que vemos en pantalla son situaciones muy concretas de la burguesía catalana. Mi personaje tiene una energía muy clara, viene del mundo influencer, ha salido de su país y ha vuelto con las preocupaciones justas y el privilegio muy dado por sentado. Al final yo creo que lo interesante, y lo que a mí me gustaba de esto, es ver cómo estos personajes están al servicio de contar la historia de Ana y cómo lo que a ellos les pasa sirve para contar lo que Ana también le pasa, o lo que no le pasa, remarcar ciertas diferencias. Por ejemplo, mi personaje y el de Ana son dos chicas de más o menos la misma edad que, viviendo en la misma casa, están viviendo dos realidades totalmente opuestas. Era un poco eso, intentar complementar y poder contar mejor el personaje de Ana a través del mío y de lo que había alrededor.
Carlos Penela.- Paula, ¿cómo ha sido el ambiente de trabajo y el hecho de trabajar con Miguel? Y por tu parte Miguel, ¿cómo ha sido todo el trabajo de coordinar a los actores, a las actrices?
PAULA GRIMALDO.- Pues la verdad es que mira, era una cosa complicada porque éramos muchas personas en el set de rodaje, todos encarados y a una a por un objetivo. Pero sí que es verdad que se creó un ambiente muy bonito, además porque para todos era casi como sus primeras veces. Para mí era mi primera película, había mucha gente del equipo también que estaba participando como primera vez en un rodaje, había esas ganas de la primera vez, de que quieres que salga todo perfecto. Estábamos todos en esa misma dirección. La convivencia fue muy buena, todos hicimos una gran piña. Y con mis compañeros, Ariadna Gil, Luis Bermejo, Nany Tovar, Violeta Rodríguez, tuvimos una conexión máxima. No hubo ningún tipo de distancia ni nada, fue todo fue muy cercano, éramos una gran familia desde el momento uno.
MIGUEL FAUS.- Sí, lo mismo. Solo matizar de lo que ha dicho Paula, que es verdad que había mucha gente que empezaba como nosotros, pero también había algunas personas de cargos muy importantes que tenían mucha experiencia, como la dirección, el director de foto, el sonidista... Creo que eso también compensaba muy bien. Para mí fue muy fácil trabajar con todo el reparto, creo que lo más importante en la dirección de actores es el casting. Yo considero que una vez que escoges bien,luego no hay mucho trabajo para dirigir, es muy importante el poco que hay, pero la mayoría del trabajo lo hacen ellos con su talento y su libertad creativa. Nosotros, los directores, apoyamos a los actores, les damos espacio, les hacemos saber y sentir que pueden jugar y pueden equivocarse, y que pueden probar cosas. Considero que es muy importante esa idea como guionista y director, aceptar de forma muy explícita que el papel ya no te pertenece, que ahora yo escrito a Ana, pero que ahora Ana es de Paula y es Paula la que tiene que encarnarla y crearla. Yo estoy ahí sobre todo para ayudarla en lo que me necesite, para darle confianza, para que sepa que ella es la que la tiene que crear y la que puede probar cosas. Yo soy un poco como un escultor que ajusta ciertas cosas para dirigirla, pero esa parte de dirección es pequeña y es sólo ir ajustando para que contemos bien la historia.
Carlos Penela.- La película, como hemos dicho, es una crítica muy ácida hacia la alta burguesía, a nuestros valores como personas. Desde vuestro punto de vista, ¿cuál es el valor que más os preocupa, que se está perdiendo?
MIGUEL FAUS.- No sé si mi punto de vista es que hay unos valores que se estén perdiendo. Creo que las cosas que retrata la película siempre han sido así, incluso algunas han mejorado. Seguramente la sensación de casi esclavitud de una empleada doméstica, si miramos cien años atrás, era mucho peor. Desde mi punto de vista, no hago la película para lanzar un mensaje a la gente, no es mucho mi forma de pensar en ello. Por el contrario, tengo unas preguntas que me incomodan y me hacen pensar sobre nuestras estructuras sociales y cómo impactan en las vidas de las personas y en su sensación de poder y de libertad y de independencia. Eso es lo está en la película, esas preguntas. Luego si el público se las hace, son ellos los que tienen que responder.
NANY TOVAR.- Yo creo que la empatía es fundamental. Una persona que tenga la habilidad de hacer consciente la empatía, es una persona que logrará que su camino será más rico, y creo que se ha perdido mucho la empatía. Vamos mucho a lo nuestro, a cumplir la rutina, el trabajo, a lograr mi objetivo y si en el camino tengo que pasar por encima de ti no importa. Como madre además me preocupa mucho y lo trabajo de forma muy consciente con mis hijos, les recuerdo que no son el ombligo del universo, que el ser humano realmente está diseñado para crecer en manada y que también cuando tienes el privilegio de ser líder o tener un equipo que trabaja para ti, estás en esa posición porque ellos hacen un buen trabajo. Creo que todas las relaciones deberían ser horizontales y basadas en el respeto. Me preocupa eso, la falta de empatía y de respeto.
VIOLETA RODRÍGUEZ.- Yo siento que hay mucha saturación con todo lo que está pasando ahora mismo, dos guerras, muchos problemas sociales y políticos.... Yo no había tenido esta sensación de vivir en una situación tan complicada y tan terrorífica. Creo que se está perdiendo un poco el valor por las pequeñas cosas. Se hace tan grande lo que está ocurriendo que hay una impotencia grupal de no poder hacer nada. Aunque no estés mirando hacia el otro lado, lo que está sucediendo se te hace demasiado grande y bajas los brazos. Yo intentaría recuperar eso, recuperar las pequeñas cosas que ayudarán a quien está cerca, cómo mejorar tu comunidad, tu barrio... Confiar en que esas pequeñas acciones pueden llegar a convertirse en algo, porque si no, lo contrario, es vivir una apatía absoluta. Hay que recuperar la esperanza.
Carlos Penela.- Última pregunta, para acabar, ¿qué habéis aprendido y con qué os quedáis haber hecho Calladita?
PAULA GRIMALDO.- Yo me quedo, primero que todo, en estar en una gran producción. Para mí, como te decía antes, es mi primer personaje principal a tan grande escala. Estoy aprendiendo no ponerme nerviosa en las entrevistas, en modo de Paula, modo actriz. Y a nivel más profundo, también lo te que decía antes Miguel. Nosotros hicimos una película como tal, pero es que ésta, inconscientemente, tiene un mensaje tan reivindicativo que nos estamos dando cuenta a través de las redes sociales que estamos llegando a muchísima gente, a sus corazones, y para mí eso ha sido mi gran aprendizaje.
MIGUEL FAUS.- Se trata de mi primera película como guionista y director, y también convertido en productor con esta iniciativa de los NFT's. He aprendido todo, con esta película he aprendido muchísimo. Han sido años de mucho trabajo, me cuesta resumirlo en una sola experiencia. Pero es bonito lo que dice Paula, ahora que la compartimos con el público también aprendemos mucho más sobre lo que dice y lo que es esta película. La película ahora es del público y son ellos los que la reciben, la toman y la hacen suya. Así que estamos muy contentos.
NANY TOVAR.- "Calladita" me hizo conocer una parte de mí de la que no era consciente, realmente agradezco muchísimo este viaje. Ahora pongo mucha conciencia en todo lo que hago, cada vez que voy a tomar un café le miro a los ojos a la persona que me está atendiendo, le agradezco. Cuando estoy apurada me cojo un bocadillo rápido, pero no me siento a pedir en un restaurante esperando que el camarero se salte todo para resolver mi problema. Si me siento siento comer, lo hago con tranquilidad, sabiendo que tengo que esperar un turno, pero no montando una presión a alguien. Creo que soy más consciente de lo que pasa a mi alrededor, es un mensaje que además lo compartiré con mis hijos y con las personas de mi entorno, se trata de eso, de ir contagiando las cosas positivas.
VIOLETA RODRÍGUEZ.- En la misma línea por mi parte. Por mucho que alguien esté trabajando para ti, no está trabajando para ti, está haciendo un trabajo y se merece un respeto y no está obligado a servirte, pese a que su trabajo sea en el ámbito de los servicios.
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Me llama mucho la atención de como todas las actrices toman referentes de sus propias experiencias personales para desarrollar al personaje encomendado.
ResponderEliminarPare ser que sin quererlo ha resultado una cinta muy reivindicativa y llena de lecciones de valores que nos faltan como sociedad.
Gracias Carlos.