ENTREVISTA A ANA PUENTES MARGARITO, RESPONSABLE DEL PROYECTO "FLORES PARA UNA MADRE AUSENTE", SELECCIONADO POR LA INCUBADORA DE LA ECAM

La Incubadora es un programa de desarrollo de largometrajes dirigido a productores, directores y guionistas emergentes residentes en España a través de mentorías, workshops y financiación de cinco proyectos de largometraje con proyección internacional.

A finales de febrero, La Incubadora dio conocer los cinco nuevos proyectos de largometraje que forman parte de la séptima edición: Tres días de verano, de Álvaro López Alba; Memorial, de Sergi Pérez; Los Olvidados, de Jorge Cantos; Flores para una madre ausente, de Ana Puentes Margarito y Riure, de Jordi Boquet Claramunt.

Están en marcha las sesiones de trabajo de cada uno de los cinco equipos y sus mentores, entre los que se encuentran profesionales con una gran trayectoria como Carlos Marqués Marcet (director de Els dies que vindran), Sandra Hermida (productora de La sociedad de la nieve), María Zamora (productora de Creatura), Marisa Fernández Armenteros (productora de Un Amor), Belén Funes (directora de La hija de un ladrón), Luis Ferrón (productor de El año del descubrimiento), Lina Badenes (productora de Josefina) y Elena López Riera (directora de El Agua).

Un comité formado por Cristina Hergueta (productora), Marina Velázquez (guionista), Gemma Vidal (productora), Jamie Weiss (productor) y María Herrera (guionista y productora) llevó a cabo una primera selección entre los más de 200 proyectos recibidos. El comité final que seleccionó los 5 finalistas ha estado compuesto por Marina Perales (productora), Silvia Herreros de Tejada (guionista) y Alex Lafuente (productor y distribuidor.

Gracias a nuestras amigas de MADAVENUE PR COMMUNICATIONS hemos tenido el lujo de hablar con Ana Puentes Margarito, responsable del proyecto Flores para una madre ausente, producido por Adriana Vera Guerrero - Verbena Films.

Sinopsis de "Flores para una madre ausente": Roma es tatuadora. Su look pasa desapercibido en Madrid: pecho aplastado, tatuajes, cabeza rapada… Su madre, María, se presenta en la capital para pedirle que vuelva a Albacete: su padre está gravemente enfermo. Roma lleva ocho años sin querer saber nada de él, por lo que no la deja hablar. María no regresa a su casa, desaparece. Roma vuelve a su ciudad a buscarla, mientras aguanta la crudeza del reencuentro con su padre, Rodolfo. Los cuidados y la necesidad de Rodolfo de apoyarse, literalmente, en el cuerpo que tanto rechaza les acerca de manera obligada. El contacto de sus pieles, traen a Roma una cascada de recuerdos de una infancia feliz. María regresa desequilibrando el nuevo extraño equilibrio creado entre los dos. Rodolfo está muy grave. Una mañana soleada les dice que no quiere volver a ver amanecer. Y Roma entiende: María desapareció para darles la oportunidad de despedirse.

Este es el resultado de la entrevista:

Carlos Penela.-  Ana, ¿cuál es la sinopsis del proyecto y cuál es el germen de la historia?

ANA PUENTES MARGARITO.- Pues a ver, la historia de "Flores para una madre ausente" es la historia de Roma, del cortometraje, pero ahora con 25 años. Como digo, Roma tiene 25 años, es una chica que vive un poco a través de una herida de infancia que hemos visto ya en el corto, y se pelea un poco con el mundo y con ella misma. Tiene un look un poco agresivo, lleva el pecho apretado, la cabeza rapada, toda llena de tatuajes, y ella misma se dedica a tatuar. Está como enfadada con el mundo. Roma regresa a su ciudad para enfrentarse a su padre, al que le queda poco tiempo de vida. Activan de nuevo la relación tóxica que siempre tuvieron. Y en este tira y afloja, Roma tiene la oportunidad de sacar a la luz su herida de infancia, exorcizar su dolor y descubrir en el camino la responsabilidad de su madre en todo esto. Una catarsis familiar que provoca un renacer y una oportunidad para que Roma pueda empezar a reconstruirse.

Carlos Penela.- ¿Qué supone para ti que Flores para una madre ausente sea uno de los proyectos seleccionados en esta séptima edición de La Incubadora?

ANA PUENTES MARGARITO.- Pues un poco lo supone todo. La Incubadora nos está dando un empuje y una visibilidad inmensa para poder avanzar con la película, también un espacio, un lugar donde pensar, un lugar donde poder avanzar y relacionarnos un poco con todos los players de la industria que no sólo están a disposición nuestra en las reuniones, sino que ya se han leído los proyectos, con lo cual es como saltarse un montón de pantallas de golpe. Es poder acceder un poco a todo lo que necesita el proyecto. Y luego la experiencia con los tutores, Luis Ferrón y Belén Funes, es brutal. Luis está en producción y Belén en guión, nos están metiendo una caña inmensa. Desde febrero hasta aquí el proyecto ha avanzado como tres veces más de lo que había avanzado en los dos años de desarrollo que llevábamos Adriana Vera y yo solas. O sea que La Incubadora supone un impulso gigante, un impulso enorme, y nos coloca en un lugar en el que empezamos a creernos que la película va a salir adelante.

Carlos Penela.- Ahora te iba a preguntar por los mentores. ¿Cómo ha sido el proceso de trabajo conjunto?

ANA PUENTES MARGARITO.- Pues mira, Luis y Belén han tenido una manera de trabajar con nosotras, la verdad que maravillosa. Podíamos haber trabajado de manera separada, pero Luis es un productor muy creativo, con lo cual, desde la primera reunión, ellos habían hablado antes, habían hablado del proyecto, habían leído el guión. La primera reunión la tuvimos Luis, Belén, Adriana, Vera y yo, nos dieron un feedback conjunto, que eso es oro, porque a veces recibes tanto feedback que es muy difícil seleccionar. Desde el primer momento ha sido así, hemos tenido mentorías en conjunto, más o menos una al mes desde febrero. Y en estos impases nos han pedido cosas, por ejemplo, yo tengo que mandar un poco antes de las tutorías las versiones nuevas de guión con todas las notas que hemos hablado, y luego las comentamos en las tutorías. Y en producción un poco lo mismo. Luis nos ha pedido también avances, plan de financiación, el nuevo presupuesto, y también nos ha impulsado muchísimo a presentar este año el proyecto al ICAA, a las ayudas selectivas. Así que bueno, gracias a este empuje y a esta fuerza que ha hecho Luis, pues efectivamente, vamos a presentarlo. Con lo cual, nada, nuestros mentores nos han apoyado, nos han mimado y yo creo que han hecho que el proyecto sea a día de hoy muchísimo mejor que como estaba en febrero.

Carlos Penela.- ¿En qué fase estáis ahora mismo del proyecto?

ANA PUENTES MARGARITO.- Ahora mismo estamos terminando la fase de desarrollo, yo estoy ahora mismo de retiro, de alguna manera, terminando el guión. Esperemos que sea ya la versión final, o por lo menos la versión para financiar. Estamos comenzando a financiar, ya hemos tenido algunas ayudas, tuvimos el premio de "Abycine Lanza Conexiones", de la televisión de Castilla la Mancha, pero ahora ya nos lanzamos a la piscina a abrir el primer melón, que es el Ministerio de Cultura ICAA, que acaba de salir la Orden, y que a final de mes tenemos que presentar el proyecto. Si sale positivo ya tendríamos una parte de la financiación confirmada y esto haría que entráramos en otra fase de la financiación. 

Carlos Penela .- No sé si es demasiado pronto todavía, pero ¿tenéis algo hablado o  apalabrado a nivel actoral para el proyecto?

ANA PUENTES MARGARITO.- Pues mira, a nivel actoral no me atrevo a decirte nada, sí que tenemos cartas de interés de dos actores que a mí me encantan, te puedo decir que son caras conocidas y que la película se va a reforzar a nivel actoral en los tres personajes principales. Quiero que sean actores con mucha experiencia porque creo que son buenos papeles, complejos, y que a mí también me va a ayudar como directora novel, me va a ayudar que todo el equipo me arrope de alguna manera. No me atrevo a dar nombres porque ahora mismo con la disponibilidad de los actores me es imposible. Pero quiero decir que, sobre todo, a Roma y a Rodolfo los tenemos apalabrados, pero hasta que no arranque un poco el calendario de financiación y podamos cerrar fechas, decirte un nombre es como tirarme una bomba (risas).

Carlos Penela.- Ana, para finalizar, ¿qué supuso para ti ser candidata a los Goya con el cortometraje Mi vida al principio?

ANA PUENTES MARGARITO.-  Fue un sueño también, especialmente por el trabajo conjunto de todo el equipo. Yo creo que la peli funcionó bien. Como directora, claro, me hubiera gustado, y sobre todo por el equipo y por toda la energía que te dejas en hacer el primer cortometraje, nos hubiera encantado llegar a nominados. Pero bueno, la experiencia fue maravillosa y nos quedamos ahí, a las puertas, estuvimos muy cerca. Fue una maravilla, la verdad, y muy divertido también. Hubo muchísimo trabajo, pero fue muy bonito. Este año la manera de elegir los cortos cambió en La Academia, quizás hubiera sido distinto entonces, y  a lo mejor hubiéramos conseguido la nominación, nos hemos quedado con esa duda, pero, en todo caso, estamos muy contentos del trabajo realizado.