Sinopsis e introducción
Sinopsis: El 3 de marzo de 1976, tras varios meses de huelga en demanda de aumentos salariales, las comisiones representativas de trabajadores en las empresas en lucha convocan una jornada de paro general en Vitoria, ciudad con un movimiento asambleario que preocupa al Gobierno, temeroso de su posible extensión al conjunto del Estado Español. En la iglesia de San Francisco del barrio obrero de Zaramaga, miles de trabajadores y trabajadoras se reúnen en asamblea. En el exterior hay congregadas muchas personas más, y en medio, un centenar de agentes de Policía armada. Durante los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, cinco trabajadores resultan muertos a manos de la Policía. Begoña, una joven de clase media, vivirá en primera persona aquellos hechos que sacudieron “una ciudad donde nunca pasa nada”.
Los protagonistas de este drama ambientado en la convulsa Vitoria del año 1976 son Ruth Díaz (Bajo la piel de Lobo, Tarde para la Ira), José Manuel Seda (series Física o química y Yo soy Bea), Alberto Berzal (series Pulsaciones y Víctor Ros), Mikel Iglesias (Brava, Ismael, serie Polseres Vermelles), Amaia Aberasturi (Los castigadores), Íñigo de la Iglesia (Errementari. El hierro y el diablo), Iñaki Rikarte, Oti Manzano y Asier Macazaga.
Después de pasar por el Festival Internacional BNFF de Tallin (Estonia) y el Festival de San Sebastián, el próximo 1 de mayo, Filmax estrenará Vitoria, 3 de marzo, una cinta de Víctor Jesús Cabaco Ordóñez que retrata los terribles sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, cuando cinco trabajadores resultaron muertos a manos de la policía tras una larga huelga.
Sobre la película
La película recrea, con este fin, unos hechos que no merecen ser olvidados, y viene a erigirse en un homenaje a las cinco víctimas que murieron como consecuencia de los fatídicos hechos acaecidos el 3 de marzo de 1976.
La película, de hora y media de duración, comienza a narrar los hechos dos días antes de "la mayor paliza de la historia". Esa hora y media nos pasa volando, gracias a una dirección directa y efectista por parte de Victor Cabaco, gracias a una gran labor actoral de todo el reparto de la película, y gracias a las subtramas que hay en la misma, que, lejos de apartarnos de la trama principal, nos ayudan a entender el contexto de esa España en transición, y nos recuerda también cómo el poder político mueve los hilos, circunstancias que prácticamente no han cambiado a día de hoy, motivo por el cual se siguen cometiendo los mismos errores/abusos políticos de antaño, acrecentados con la baza de que el fútbol, la farándula y la tecnología han conseguido apartar de las calles a muchos de los de mi generación (y de generaciones futuras), donde la protesta se ejerce de manera impersonal a través de una pantalla táctil y con prisas, no vayamos a ser los últimos en darle "like" al trending topic del momento.
En definitiva, Vitoria, 3 de marzo, es una película que nos dejará un sabor tan crudo como necesario. Los errores jamás deben apartarse en el olvido, siempre han de estar en el presente para poder construir un futuro mejor.
Puntuación Latidos por el cine: 8 sobre 10.
Después de pasar por el Festival Internacional BNFF de Tallin (Estonia) y el Festival de San Sebastián, el próximo 1 de mayo, Filmax estrenará Vitoria, 3 de marzo, una cinta de Víctor Jesús Cabaco Ordóñez que retrata los terribles sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, cuando cinco trabajadores resultaron muertos a manos de la policía tras una larga huelga.
Sobre la película
La película recrea, con este fin, unos hechos que no merecen ser olvidados, y viene a erigirse en un homenaje a las cinco víctimas que murieron como consecuencia de los fatídicos hechos acaecidos el 3 de marzo de 1976.
La película, de hora y media de duración, comienza a narrar los hechos dos días antes de "la mayor paliza de la historia". Esa hora y media nos pasa volando, gracias a una dirección directa y efectista por parte de Victor Cabaco, gracias a una gran labor actoral de todo el reparto de la película, y gracias a las subtramas que hay en la misma, que, lejos de apartarnos de la trama principal, nos ayudan a entender el contexto de esa España en transición, y nos recuerda también cómo el poder político mueve los hilos, circunstancias que prácticamente no han cambiado a día de hoy, motivo por el cual se siguen cometiendo los mismos errores/abusos políticos de antaño, acrecentados con la baza de que el fútbol, la farándula y la tecnología han conseguido apartar de las calles a muchos de los de mi generación (y de generaciones futuras), donde la protesta se ejerce de manera impersonal a través de una pantalla táctil y con prisas, no vayamos a ser los últimos en darle "like" al trending topic del momento.
En definitiva, Vitoria, 3 de marzo, es una película que nos dejará un sabor tan crudo como necesario. Los errores jamás deben apartarse en el olvido, siempre han de estar en el presente para poder construir un futuro mejor.
Puntuación Latidos por el cine: 8 sobre 10.
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